My Lady ~Capitulo único ~
Acababa de darme cuenta de algo importante…
Llevaba poco más de 6 meses mirándolo, observando cada
facción de su rostro, cada movimiento que el hacía, cada que hablaba, cada que sonreía.
¡Parecía un acosador! Pero que más daba si era una verdadera lindura.
Siempre buscaba un pretexto para acercarme a él, ya fuera
laboral o solo para molestarlo. Últimamente él tenía una pequeña obsesión a las
canciones de una cantante estadounidense donde me pareció divertido molestarle
como yo solo sabía hacerlo, no me importaba incluso si recibía una patada de su
parte. “Lady Saga” era como yo le decía o simplemente “Diva”.
¡Mi diva!
Si, estaba enamorado de ese pequeño imbécil…
Amano Shinji
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- ¡Tora ya deja de molestarlo!...
- No quiero.
Esos eran los lindos gritos del líder,
defendiendo a su bajista quien era “agredido” por el moreno guitarrista, que
divertido era para el molestarlo, era como si de alguna manera con eso le diera
una señal de que lo quería solo para él.
¡Pero no! Saga últimamente lo ignoraba más,
ya no discutía, ya no le pegada, incluso hasta llegaba a levantar una ceja y
girarle la cara. Esto era raro de su parte, Tora odiaba más que nada el ser
ignorado aun asi siendo en pequeñas discusiones, en las cuales entraba
interviniendo el líder.
- Amano cuantas veces te he dicho que
no le llames asi a Saga.
- ¿Así cómo?... solo digo lo que veo,
¡Míralo! Todo una “diva” caminado, observándose al espejo, todo lo apunta…
- ¡¿Piensas que es gracioso?!
- Para a mí sí. – contesto sonriendo – Porque no dejas que se defienda el, ¿en algo te afecta?
En ese momento Nao agacho
la mirada, poniéndose rojo como si Tora hubiese dicho algo malo. Pero, un clic
en la cabeza del pelinegro lo hizo que se levantara de golpe, esto no podía
pasarle a él, si era lo que creía entonces estaría en problemas y más si Saga
pasaba mucho tiempo con el líder.
- No me digas que… ¡TE GUSTA ESTE! – lo apunto.
Saga frunció en seño, no
por lo de “te gusta” sino por lo de “este” abriendo la palma de su mano y dando
un manotazo sobre la cabeza de Tora, mirándolo enojado, tomándolo de la camisa.
Esto era indignante, Tora
se estaba pasando y por más que se hubiese jurado no hacerle más caso nunca por
odioso, no pudo resistirse.
Tora algo sorprendido y
adolorido tomo a Saga del cuello, haciendo uno de sus siempre movimientos al
querer intimidar al otro, acercando su cara muy cerca de la del bajista
mientras sus ojos penetraban la del otro.
- Como te atreves a pegarme
desprevenido, imbécil.
- Sigue llamándome como lo hiciste y te
juro te dejo sin esa “cosita pequeña” que tienes entre las piernas.
Ofensa, una gran ofensa
hacia el guitarrista, por primera vez sintió ganas de estrangularlo. Como se
atrevía a decir que tenía una “cosita pequeña” sin siquiera haberla visto.
Levanto una ceja.
- ¿Estas seguro que es pequeña cosita? –
Se acercó a él, lamiendo su lóbulo del oído – quieres ver que esta cosita una
vez dentro de tu lindo culo puede hacer maravillas – Saga se sonrojo.
- ¡¡Maldito depravado!! –
- Por dios, ya van a empezar… ¡largo de
aquí! – grito Nao – No quiero escuchar sus vulgaridades… ¡LARGO! –
Y asi, con la ayuda de
Shou ambos fueron sacados de la sala, por esto mismo, Saga había perjurado no
pelear, cada que Tora le hablaba de esa manera se excitaba y al habérselo
contado a Nao para que le ayudara era por eso que el batero se sonrojaba al
recordar esas palabras.
Tora lo seguía mirando
enojado y Saga tenía su cara de fastidio y molesto al haberlo sacado de la sala
por su culpa. Ambos estaban seguros que Nao los reprendería con una semana
larga de trabajo y sin cansancio, pero ya no se podía hacer nada.
- ¡Adonde crees que vas! No he terminado
contigo - Grito Tora al ver a Saga comenzar a caminar.
- ¡Que te importa! Y ni quiero que
empieces.
¡Ah no! esto sí que no se
la perdonaba, nadie, absolutamente nadie dejaba hablando solo a Tora, ni aunque
fuera su misma madre, no se lo perdonaría. Avanzo detrás de Saga aun
alegando un “no me dejes hablando solo imbécil” a lo que Saga solo movía la
mano y le decía un “si, si, lo que digas”.
Al estar cerca de los
baños Saga decidió entrar, quería mojarse la cara, quería sacarse esa imagen
que se había cruzado por su cabeza al haber escuchado las anteriores palabras
de Tora, vaya que este hombre le excitaba de sobre manera, pero, sabía bien que
Tora no era gay y que mucho menos andaría con el sabiendo que era hombre. Entro
al baño.
- ¡¡No me dejes hablando solo!!
- No quiero escucharte…
Abrió el grifo del agua y
con ambas manos lavo su cara pero, al abrir sus ojos, algo borroso pudo notar a
Tora por el espejo que estaba detrás de él. No pudo evitar sonrojarse
al sentir las manos del guitarrista en sus caderas, apegándolo a él provocando
que su trasero chocara con la virilidad del otro por sobre la ropa.
- Crees que puedes salir ileso al
haberme ofendido…
- … - no contesto, seguía sorprendido,
mareado, sonrojado, cuantas cosas podía Tora provocarle?
- Has hecho mal My Lady – sonrió al ver como la expresión de Saga cambiaba.
Saga giro con brusquedad
queriendo gritarle a Tora pero no, sus labios habían sido sellados por los del
pelinegro, sorprendido, sintiendo como su estómago se comprimía, tomo al
guitarrista de la camisa mientras que Tora las llevaba sus manos una vez más a
sus caderas.
Tora sentía como el bajista al tomarlo por la camisa y sin corresponder al beso quería quitarlo, pero después de unos segundos se dio por vencido, comenzando a corresponder salvajemente al tener las manos del guitarrista sobre sus nalgas masajeándolas descaradamente. Nunca se imaginó que Saga correspondería.
La felicidad inundaba su cuerpo.
- To… ahhh!… Tora…
¡Maldición! Ese era el
gemido más orgásmico que el guitarrista había escuchado en toda su maldita
vida, su cuerpo se éxito a mil, metiendo sus manos dentro del pantalón haciendo
ahora un claro contacto en el trasero del bajista.
Saga no se quedó atrás,
cuanto había deseado por esto, y ahora que podía hacerlo no lo desaprovecharía,
al contrario, trataría de demostrarle sus sentimientos a Tora de esta forma, ya
no le importaría si el rechazo después era doloroso.
Llevo sus manos bajo su
camisa, tocando cada parte de su pecho, desabrochando su pantalón de una manera
fugaz, metiendo su mano para tocar el sexo del otro, abrió los ojos, ¡”Eso” no
era nada pequeño!
- Te lo dije… - susurro sobre sus
labios, desabrochando ahora el, el pantalón del otro, adentrando su lengua en
la boca de Saga siendo correspondido al instante.
Pero unos pasos y alguien
discutiendo se acercaban, Saga se separó de la boca del otro y con algo de
miedo observo la puerta, Tora hizo lo mismo y cuando escucho que los pasos se
detenían justo afuera del baño tomo la mano de saga, metiéndose ambos al último
cubículo donde guardaban los artículos de limpieza cerrándolo con el segurito.
El lugar, gracias a lo que guardaban era espacioso y cubría prácticamente hasta
el piso quedando a una altura a las mismas que los demás cubículos, para suerte
de Tora no había nada, no desaprovecharía el estar encerrados, no dejaría ir a
Saga solo porque a alguien se le había ocurrido entrar a los baños en ese
preciso momento.
Lo miro y sonrió con malicia. Saga se
tensó…
- Shhh… no digas nada… - hablo en su oído mordiéndolo mientras volvía con las caricias. Saga se apegó a la pared.
- Tora… nos van a escuchar… - susurro
de igual forma.
- Si te callas estoy seguro que no… -
Y comenzó Tora, besando a
Saga con pasión, deshaciéndose de la camisa dejándola tirada en el suelo. Saga
sentía de esto algo arriesgado, si Tora tocaba una parte de su cuerpo estaba
seguro gemiría y lo escucharían, pero, cada que trataba de hacerlo o que Tora
lo provocaba este lo besaba para acallarlo.
- ¿Y
a que hemos venido al baño?...
- A nada en especial, estaba aburrido.
Tora seguía en lo que
estaba hasta que claramente distinguió las voces, era claro que pertenecían a
Uruha y Aoi, siendo tomado con brusquedad, fue girado hacia Saga, este al ver
como Tora separaba sus labios, reacciono de esa manera, besándolo y bajando su
pantalón junto con los bóxer rápidamente. Tora hizo lo mismo mientras Saga se
abrazaba a su cuello, hasta que un gemido que no era de ninguno de los dos lo
hizo separar sus labios, se miraron, ese era, Uruha…
- Ahhh…
Aoi, pueden entrar…
- Pero estoy aburrido… - se escuchó una palmada seguida de otro gemido – ¿no crees que es excitante hacerlo aquí en el baño amor?... –
- No… nhh… nos pueden ver…
- ¿Y si cierro con seguro?
- Esta
bien… pero solo si me lo haces como la vez pasada…
No se la creían, Tora y
Saga seguían inmóviles pero con las ganas de carcajearse, reaccionando cuando
el sonido del seguro se escuchó en el lugar, sintiendo como sus entrepiernas
comenzaron a despertar cuando Uruha comenzó a gemir como loco. Esto era como película
porno para Tora, sentía como sobre su miembro el de Saga comenzaba a punzar,
esta lo gozaría y aria gozar al bajista. Metió su mano dentro de la ropa
interior del otro provocándole un suspiro audible. Saga se tapó la boca al
instante y Tora sonrió.
- A…Aoi… escuchaste eso… - Uruha lo había escuchado.
- No
escuche nada… - un choque entre ambos cuerpos se escuchó en el baño.
- Ahhh… Aoi, mas…. nhhh
- Te dije que no hicieras ruido… -
susurro Tora.
- No puedo… evitarlo…
Los gemidos de los
guitarristas cada vez se escuchaban más, no tenían vergüenza alguna si alguien
pasaba y los escuchaba, pero, que más daba, si gracias a ellos Tora se sentía
con más ganas de partirle el trasero a Saga. Algún día se los agradecería…
algún día.
Y Saga se había decidido, estaba igual o más excitado que Tora, bajo repartiendo besos por todo el cuerpo de Tora, lamiendo sus tetillas hasta bajar a su entre pierna, lamiéndola mientras Tora llevaba sus manos a sus cabellos.
- Métela… - susurro.
Y como decirle no,
prácticamente la metió toda a su boca y con ayuda de Tora comenzó a chuparla y
succionarla. No le importaba si casi se atragantaba, pero como negarse a ese
cuerpo, era delicioso, todo de Tora lo era.
Entre palabras de amor y
unas que otras algo más que vulgares entre Aoi y Uruha, Tora termino en la boca
de su bajista quien no dudo en tragarse todo. El guitarrista lo levanto del
cabello y lo pego a la pared, besándolo mientras probaba su propia esencia de
la boca de Saga moviendo sus caderas haciendo una fricción deliciosa en ambos
miembros. Saga gemía entre el beso, pero cada que lo hacía Tora apretaba sus
nalgas.
Llevo tres de sus dedos a
los labios de Saga, bajo su otra mano y comenzó a masturbarle, Saga recibió
gustoso y comenzó a lubricarlos con algo de dificultad, las manos de Tora eran
mágicas! En cada contacto con ellas sentía un próximo orgasmo.
- Quieres que te muestre como mi
“pequeña cosita” te hace gozar… - hablo sobre sus labios.
- Métela ya… - hablo en su oído dejando
una pequeña mordida.
Saga cuando quería podía
ser lindo, y Tora se comenzaba a dar cuenta cuando lo era. No le hizo esperar
más y levantando una pierna del bajista hasta su propia cadera, adentro un
dedo, un gemido de Saga choco en su cuello, ya ni los mismos Gazettos lo
escucharían, ellos prácticamente gritaban.
Ahora prácticamente se
movían los tres dedos dentro de Saga, buscando aquel punto donde estaba seguro
escucharía aquellos desgarradores gemidos provocados por él. Los saco y
mientras Saga se deleitaba con los labios del otro, siento como aquella
virilidad se adentraba de una manera ruda en su cuerpo. No le hizo esperar, el
bajista movía sus caderas mientras se colgaba del cuello del otro, lamiendo
aquel cuello mientras comenzaba a suspirar. En un exagerado gemido por parte
del guitarrista de the GazettE Tora hizo una envestida deliciosa.
- Me encanta cuando haces eso… - dijo agitado Uruha.
- Y a mí me encanta cuando pides más…
Tora seguía moviéndose
lentamente mientras Saga movía sus caderas, las envestidas eran precisas y
gracias a que el bajista se movía Tora podía llegar al fondo de su cuerpo. Después de unos segundos escucharon como Aoi
y Uruha ya platicaban calmadamente, tal vez ellos ya había terminado, pero
después hubo silencio.
Tora sabía que aún estaban
dentro ya que nunca escucho la puerta abrirse, tal vez se estarían besando o se
seguían vistiendo en silencio, y, ¡cómo le encantaba aquel silencio! Dio un empujón
en Saga y salió y entro en él, Saga estuvo a punto de gemir pero Tora lo acallo
con un beso. La puerta se abrió y cerró al instante.
- Pensé… que no se irían… - dijo Tora
saliendo del interior de Saga, girándolo provocando que chocara de frente en la
pared, entrando una vez más en el mientras besaba su espalda.
- Sí que… se quieren ¿verdad?... –
suspiro, los besos de Tora le volvían loco.
- ¿Asi como nosotros?...
Los besos se fueron al
cuello de Saga y este se retorció, acaso había escuchado bien? Acaso Tora había
tratado de decir que lo quería o solo jugaba con él... No contesto nada. Tal
vez esta era la oportunidad de Tora, de decirle que lo quería, de que le diera
una oportunidad y claro le prometería no volver a decir “Lady” pero, el
silencio del otro le hizo dudar, tal vez Saga solo se había metido con él por
una simple calentura, pero ¿y si lo intentaba?
- Takashi… - el otro no contesto – ¿saldrías… conmigo? –
Se quedó en blanco hasta
que la mano de Tora se entrelazo con la de él, fue ahí donde se dio cuenta tal
vez de todo, de que a lo mejor el guitarrista siempre lo molestaba para que le
hiciera caso, pero y ¿si seguía jugando?
- ¿Y si te digo que no?...
- Te vuelvo a coger hasta que digas si, lindura… - Saga se sonrojo.
- ¿Y si digo, si?...
- Sera mejor que una simple cogida…
Y con una sonrisa Saga movió
sus caderas hacia atrás, insinuándose para que Tora siguiera con lo que habían
dejado, y asi fue, Tora comenzó a envestirle con fuerza, llegaba al punto donde
Saga veía las estrellas, comenzaba a amar esos gemido, su nombre entre ellos se
escuchaban geniales en sus oídos.
- Ahhh… Shinji… mas…
- Takashi… nhhh…
Saga trataba de rasguñar
la pared cuando la mano de Tora comenzó a masturbarle. Sentía que esa corriente
en sus espalda se aproximaría pronto a lo que el mismo llevando sus manos hacia
atrás apretó las nalgas del otro, empujándolo hacia el para que entrara hasta
el fondo.
Tora se comenzaba a volver loco y más cuando la entrada de Saga se había contraído al haber llegado al orgasmo. Termino dentro de él, donde ambos gimieron al mismo tiempo. Giro al otro y lo mito a los ojos, recargando su frente en la del bajista.
- ¿Y que dices? Si o no…
- Solo porque eres tú, diré si…
- Aguantaras mi “cosita”…
- Solo si tú aguantas esto… - tomo las manos de Tora y las llevo a su trasero.
Ambos rieron, y se besaron. Tomaron su ropa y comenzaron a
vestirse, Saga ayudaba a abrochar la camisa de su ahora pareja mientras este le
tomaba de las caderas. Abrieron la puerta del cubículo y salieron sonrientes a
mirarse al espejo, pero un portazo los asusto, levantaron la vista al espejo y
sus ojos se abrieron con sorpresa.
- Mi Shimita tenía razón… - ambos se
tensaron.
- Te lo dije Yuu, yo había escuchado
algo… - dijo Uruha
- Y pensar que ustedes se la pasan
peleando… - sonrió pícaro.
Tora solo sonrió, en fin
a él no le importaba que lo vieran o lo escucharan al estar con Saga, pero el
bajista, ¡Este estaba que se ponía de colores! La vergüenza inundaba su cuerpo,
bajaba su mirada mientras cerraba los ojos, solo se dejó abrazar por Tora.
- Sí que son picarones y calientotes… -
Aoi comenzó a picarle las mejillas a Tora mientras Uruha reía a carcajadas.
- Y ustedes sí que gritan, son más
calientes que yo… - contesto Tora.
- ¡¿Pero y que?! Asi somos nosotros, pero
ustedes... eso sí que es nuevo…
- ¡Sera la novedad! – grito Uruha.
Saga quería que la tierra
se lo tragara, Aoi y Uruha no dejaban de burlarse y que decir de Tora, este no
decía nada, es más comenzaba a competir con Aoi sobre quien era mejor, y Uruha,
este le echaba porras a su novio.
- Esto es genial… ¿que pasa si lo divulgo?
– dijo Uruha.
- ¡NO!
- Ashh~ porque no Saga-kun… - hizo
puchero.
- ¡Ya, ya largo!... déjennos solos que a
ustedes tampoco les va a importar cuando yo les diga a todos que parecen
conejos en el baño… -
Aoi lo pensó bien, y con una sonrisa dijo un
“Bien, nos vamos” y asi fue como salieron del baño. Saga miro a Tora de mala
manera, casi matándolo, pero Tora lo abrazo más, lamiendo su labio inferior,
ganándose un golpe en la cabeza por el otro.
- ¡¿Porque me pegas?!
- Por imbécil, como se te ocurre, ¡te
dije que nos escucharían!
- ¿Te importa eso?... no dirán nada, no
les conviene, a mí me creerán y a ellos no, los han escuchado muchas veces
- Aun asi…
- Bueno, bueno, vamos con los demás… - entrelazo sus dedos – ¡voy a decirles que ya tengo novia! – sonrió triunfante.
- ¿Novia?...
- ¡Sí! les diré que salgo con My Lady
- ¡IMBÉCIL!
Y con ese imbécil, ambos
salieron de la mano, Saga a pesar de querer matarlo, degollarlo o hacer su
cuerpo pedacitos con un cuchillo de carnicero, sonrió, estaba feliz de que Tora también sintiera lo
mismo que él.
………………………………………………………..
¡Lo amaba! Y más amaba sus berrinches, ahora llevaba más de
2 años saliendo con él, lo de Aoi y Uruha había quedado en el pasado, ellos solo
sonreían cuando nos veían juntos, incluso, llegamos a salir a tomar algo con
ellos.
Ya no le llamaba como lo solía hacer, ahora eran palabras
más cursis, mi vida, cariño, ¡Amor!
Pero también como negarme a sus palabras, como no llamarle
asi si eso era lo que sentía, amor por esta persona que ahora dormía entre mis
brazos por haber tenido una noche como las de siempre, maravillosa….
- Amor despierta… tenemos que ir a los ensayos… - lo moví.
- Un rato más Shinji…
- ¡No!... despierta ya.
Se levantó, haciendo esos pucheritos raros pero adorables,
dándome un beso en los labios mientras se abrazaba a mi cuello. Susurro en mis
labios un…
- Te amo Tonto…
- Y yo a ti…
Y pensar que de esos “pleitecitos” que tenía con él me
hubiera ganado todo esto… Un bajista sexy, cariñoso y por demás pasional… me
encantaba y sabía que yo le encantaba a él.
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