From now on... -Capitulo 1-

21:57 *Mony-san* 0 Comments

Capitulo 1. Only...

Un día normal, justo como los de siempre. No se hacían esperar los gritos del líder y vocalista, las llamadas de atención por parte del manager o incluso las quejas del batero. Pero aquella mañana ya no era algo simple de sobrellevar hacia como tan solo unas semanas. ¿Por qué tenía que lidiar con esto? Por qué precisamente su amigo, uno de los mejores, había salido con ese tipo de mariconadas.

Esto le asqueaba.

Si tan solo no hubiese dicho nada, si tan solo lo hubiese ocultado hasta como hace poco, estaba más que seguro seguiría siendo la persona que hasta hace algún tiempo había sido con él. No podía siquiera mirarle sin chasquear los dientes, sin mirarle con aquel toque repugnante en sus ojos.

Y para el agredido, bueno, para el simplemente le daba igual lo que tuvieran que pensar.

No iba a mentir diciendo que no extrañaba los momentos que había pasado con el más alto, que incluso extrañaba hasta sus bromas, pero, de eso a permitirle seguir con aquello, estaba más que equivocado.


|| Flash Back ||

Sabía que iba a morir si no apresuraba el paso, si no corría de una vez por todos hacia la sala antes de que su celular sonara y al contestar escuchara un fuerte grito. Si, se había quedado dormido, había estado perdido entre las sabanas después de dos días seguidos de fiestas con uno de sus amigos.

Habían sido excepcionales aquellos días, tardes y noches seguidas, más de cuarenta y ocho horas que con algún tipo de magia había llegado a entablar una conversación larga con su compañero. Había sido tan raro, como le contaba, cada acción, aquella manera emotiva, dulce y sincera con la que le hablaba, había estado tan perdido con una sonrisa que solo se había acordado de dormir en el sillón y despertar totalmente cubierto con las cobijas o sabanas que el otro encontrara rápido.

Su extraño despertar se había hecho algo, glorioso, con el desayuno servido, con aquel olor a comida recién hecha inundando por completo su casa, habitaciones y por supuesto, la misma cocina. Incluso ahora, tan extraño se le hacía aquello, que su paso había disminuido una vez más poniendo una sonrisa baba, sin lugar a dudas, tenía unos amigos que simplemente cualquier persona podía llegar a soñar.

Su estado de ánimo había aumentado a los cielos disminuyendo el susto por la regañiza que se llevaría. Sus labios no dejaron aquella curvatura sonriente incluso aun entrando a la sala.

- Te estábamos esperando, Tora…

La voz del vocal había salido un tanto triste, rasposa. El pelinegro tan solo se quedó confundido notado aquella faceta desganada, algo ida de la realidad. Pudo ver a Hiroto tronar sus dedos con insistencia mordiendo su labio con algo de rudeza. Y Nao, este solo miraba al suelo justo como Saga, justo como todos los demás en tan solo unos segundos.

- ¿Que sucede? – pudo pronunciar el más alto arrojando sus cosa y tomando asiento justo a un lado del cohibido bajista. – Algo salió mal o porque están todos asi… - Shou negó.

- No es eso.

- ¿Entonces qué sucede? Saben que sus caras me están asustando ¿verdad?

Los segundos se pasaron completamente como horas, ¿Qué era lo que sucedía con ellos? Porque demonios no decían ninguna maldita palabra. Estaba desesperado, si, no era de aquellas personas que tolerara un silencio incomodo, necesitaba escuchar de una vez por todas que era lo que los tenía tan afligidos.

Un suspiro se escapó por parte del bajista quien sin dudarlo se levantó de su lugar, agarro la cajetilla de cigarros y sin decir alguna palabra se dispuso a caminar por la salida.

- Irte no te ayudara a nada. – Regaño serio el vocal – Si nos lo has dicho, porque no repetirlo a que Tora lo escuche. Tiene que saber lo que sucede, es nuestro amigo, tu amigo, no escapes. -

- No entiendo absolutamente nada. – dijo completamente harto el segundo en guitarra.

- Saga, el…

- No es tu asunto, Hiroto – regaño el batero.

- ¡¡Pero Tora tiene que saberlo!! – Contesto - Tu mismo habías dicho que teníamos que apoyarnos, no solo como una banda sino como amigos –

- ¡Pero esto no es algo que tu debas de decir! ¡¿Acaso a ti te gustaría que dijeran algo tan serio como aquello solo porque no puedes esperar a que la persona adecuada lo diga?!

- Sé que no pero…

- Esto es un asunto serio – elevo la voz Shou – Salgan de aquí, pero Saga y Tora se quedan. –

Estuvo a punto de escuchar una réplica del rubio, pero un “ahora” se escuchó fuerte y claro por toda la sala. Tora solo vio como Saga regresaba a su asiento y sin decir alguna palabra solo se cruzaba de brazos. Le conocía, el pelinegro le conocía a la perfección justo como a los demás. Sabía que aunque una mueca molesta se marcaba en sus facciones, sus ojos le demostraban algo más, noto el miedo, la angustia, y aquellas manos temblorosas muy bien escondidas entre sus brazos.

- Déjanos solos.  – pidió el pelinegro.

- ¿Solos? – Rio de lado – Conociéndote como eres ¿crees que te dejare a solas con él? –

- ¡¡No estoy entendiendo absolutamente nada, Shou!! – Grito exasperado – ¡¡Solo déjense de rodeos y díganlo de una puta vez!! –

- ¡¡Ahora entiendes el por qué no te qui…!!

- Estoy saliendo con un hombre…

- ¿Qué…?

No, definitivamente no había escuchado bien. Tora sonrió con el solo hecho de pensar que aquello era una broma que le estaban jugando solo por haber llegado tarde, solo para que dejara de gritar y los dejara hablar. Pero, la cara de Saga era de completa seriedad y la de Shou de completa preocupación. Esto tenía que ser una estúpida broma de mal gusto por parte de sus amigos, ¿no?

- No me jodan…

- ¿Puedo irme ya? – pregunto con los ojos completamente rojos. Shou solo asintió despacio.

- ¡No, espera! No estoy entendiendo nada de lo que dicen. – Le detuvo Tora - Quiero una explicación, ¡deben darme una explicación! -

- Solo ya dije lo que tenía que decir.

Las manos de Tora automáticamente se vieron disparadas a detener al castaño, a regresarle de un jalón una vez más a la sala. Saga le miraba entre preocupado y asombrado, y el simplemente no podía dejarle de mirarle con enojo. De un movimiento el bajista logro soltarse del agarre, caminar hacia un lado mirándole retante. Conocía esa expresión, aquella que Tora ponía al sentirse traicionado.

- ¿Es verdad lo que estás diciendo? Que te gustan los… los…

- ¿Los hombres? – Termino la oración – ¿Que parte de “salgo con uno” no comprendes? -

El estado alerta de Shou le hizo actuar apartando a Tora cuando este apretaba los puños, dándole órdenes a Saga para que saliera. Vaya, había sido una sorpresa para el vocal que Tora no actuara mal a los segundo de saberlo, que incluso estuviera aun shockeado por todo lo que había escuchado.

Ver salir a Saga provoco que sus puños, por la fuerza, colorearan un blanquecino en sus nudillos.

¡Aquello tenía que ser una puta mentira!

- ¿Porque siempre te pones asi con algo como esto?

- ¡No me estoy poniendo de ninguna manera! – se defendió – aun no lo entiendo, aun no puedo procesar lo que dijo. ¿Acaso crees que será fácil llevar la relación que teníamos sabiendo esto? ¡Era uno de sus mejores amigos!

- Aun lo eres.

- ¡Me he casi desnudado frente a sus ojos! ¡¡Como quieres que me porte!!

- ¡No eres el único! – Grito Shou – si ese es tu problema, entonces a todos nos ha mirado. -

- Tú no lo entiendes, él era mi amigo.

- Y lo seguirá siendo.

- ¿Cómo putas quieres que le trate a partir de ahora?

- Como siempre lo has hecho Tora, justo como hace una semana, como ayer, como hoy por la mañana. Saga es una buena persona, como nuestro hermano, sabes que si el escucha esto le dolerá, incluso no viste su reacción cuando al decírnoslo nos quedábamos callados.

- No es lo mismo lo que ustedes piensan a lo que yo pensare a partir de ahora.

Y sin decir nada más el pelinegro solo se dispuso a salir de la sala. Tal siendo su sorpresa encontrarse al bajista recargado en la pared justo a un lado de la puerta. La sensación de verlo a los ojos fue un temblor en todo su cuerpo convirtiéndose en escalofrío al notar su mirada.

Un “¿escuchaste?” salió de sus labios. Un “A partir de ahora solo ignórame” fue lo que obtuvo como respuesta antes de verle caminar por el pasillo y desaparecer justo al final de él.

|| End Flash Back ||


Sin lugar a dudas o era el coraje de aquella respuesta o tan solo le haría caso a ignorarle por completo a partir de esa ocasión.

Pero su estado enfermizo había comenzado justo cuando al tener una sesión fotográfica todos tenían que cambiar su ropa en un mismo camerino, peinarse en el y maquillarse de igual manera. Se le había hecho tan repugnante aquella –según el- mirada que Saga les daba a todos, perdiéndose en el cuerpo de cada uno, mirándoles sin perder ningún movimiento de ellos.

Sus palabras no habían sido las adecuadas, incluso hasta los otros tres Alicios se habían sentido indignados por la vulgaridad con la que le había hablado al castaño. Sin duda no había compartido camerino, había salido al baño a cambiar su ropa diciendo a la estilista que cuando los demás estuviesen en la sesión personal, hiciera los arreglos necesarios con su maquillaje y vestimenta.

- Asi no vamos a poder. – Dijo resignado el guitarrista rubio - Tu maldita cara asustara por completo a las fans. –

- Nadie dijo que yo quisiera hacer esto.

- ¡Sigues comportándote como un estúpido niño!

El grito exasperado de Shou asusto a todos los presentes. Estaba harto de aquello, de que Tora siguiera con lo mismo de siempre. ¿Qué Saga les miraba? ¡Era obvio que el castaño lo hiciera! Incluso Tora aún seguía pensando que la manera enferma de Saga al mirarles era porque quería tirárselos a todos.

Y Saga solo se disponía a tomar asiento en cualquier lugar, a sacar su celular y sin ningún efecto por las palabras del otro, con una sonrisa se disponía a teclear, recibir mensajes y volver a contestar. No mentiría que esto era algo sofocante, tener que luchar con la mirada y trato de Tora no era algo lindo, pero solo le quedaba ignorarle, juzgarlo a loco o simplemente contestar con un: “Lo que digas”.

- Estas haciendo sentir mal a Saga – dijo por fin Nao elevando la voz - ¿Acaso crees que tus palabras no duelen? –
- Reclámame tú el día en que te las diga a ti – contesto – odio que defiendan las mariconadas de ese imbécil y que incluso no digan nada por su maldita mirada depravada. –

- ¿Depravada? – Saga rio escandalosamente – ¿Acaso no es más enfermo mirar a una mujer casi tirándotela con los ojos? –

- Vaya, por fin la nena se pone a la defensiva.

Tora se había cruzado de brazos sonriendo sarcásticamente. Si algo tenía Saga de unos días hacia el presente, era que no discutía absolutamente nada y era lo que más le frustraba sacándolo de quicio. Y este solo le miraba altivo con una sonrisa aun sentado en su lugar tecleando de momentos.

- Deja ese puto teléfono, estamos discutiendo tus joterias. – Los otros tres Alicios sol negaron con la cabeza.

- ¿Crees que me haces sentir mal con lo que dices? – Saga esta vez se había levantado, acercándose salvajemente a centímetros de su rostro – Tus palabras se me resbalan, Amano. –

- ¿Si?

- Absolutamente…

La mirada de ambos fue de completo odio. Shou tuvo que actuar rápidamente cuando el más alto tomaba por el cuello de la camisa al bajista, empujándole y poniéndose entre ellos. Aquel simple contacto provoco una sonrisa en Saga, altiva, burlona. Nao tuvo que dar un golpe a la cabeza del castaño descolocándolo al instante.

- No podemos seguir así  – Dijo serio el vocal – Me tienen harto, incluso ni porque es su trabajo se pueden comportar como la gente madura que son. -

- Esto es asqueroso…

Y sin decir una palabra más, el pelinegro solo se había dispuesto a salir del pequeño camerino a tomar algo de aire fresco.


|| Flash Back ||

Algunos días después, tal vez una semana no aguanto el hecho de verle tan apartado. Sabía que el mismo se había buscado lo que ahora rodeaba a todos los presentes, y que incluso su ego aun no le permitiría decir aquel “lo siento” que se atoraba en su garganta.

Eran esos momentos en los que el castaño necesitaba de la ayuda del guitarrista para poder sacar la melodía a la par, batallando con aquel rubio que simplemente no podía ir acorde a como se le pedía. Los chasquidos podían ser escuchados por todos, hasta por el mismo rubio que solo desviaba la mirada con algo de vergüenza.

- Déjalo Hiro, gracias por tratar de ayudar.

- lo siento, de verdad que lo siento, yo quise ayudarte pero no entiendo como es que quieres sacarlas. – Dijo angustiado – si solo Tora pu… -

- Dije que lo dejaras como estaba. – interrumpió con rudeza mirando con enojo al pelinegro quien solo sonreía.

Y es que el ego de ambos era tan enorme que incluso aunque estuvieran en serias dificultades, ninguno pediría la ayuda del otro. Saga pero por supuesto que batallo más de lo normal en sacar el ritmo deseado para Shou y aunque Nao le ayudaba con algo, tenía la necesidad de escucharla con el trabajo del pelinegro.

Absolutamente ninguno se ayudaría.

Pero no había sido que Tora quisiera que el otro le rogara, solo necesitaba que le hablara ligeramente y no con aquella manera hostil con la que de seguro lo haría. Solo, sus miradas se cruzaron…

- Esto da asco…

En ese momento Saga dibujando una sonrisa, se dio cuenta que a partir de ahí, Tora no le ayudaría en nada y que incluso su amistad se había ido a la basura con aquellas simples palabras que aunque no habían sido las adecuadas, las que realmente el más alto quería decir, no hizo nada para negar que aquello aún era algo, simplemente difícil de sobrellevar.

|| End Flash Back ||



Su cigarro se consumió lentamente al recordar aquellas confusiones que se habían armado en la cabeza del bajista. El no había querido decir aquello, incluso nunca deseo llevar una pelea como la que ahora tenía que soportar. Sabía que su amistad al ser grande, no se borraría o desaparecía en cuestión de minutos, horas o incluso meses.

Pero había odiado, aun odiaba el que el otro no le hubiese tenido la confianza necesaria como para confesarle aquello, para que simplemente unas cuantas palabras salieran de sus labios. No era un homofóbico como los otros decían, no lo era cuando las personas no eran alguien cercano, solo no soportaba imaginarse o ver a uno de sus casi hermanos pegado con otro hombre, solo no aguantaba las ganas de partirle la cara por ocultarle algo tan importante.

Chasqueo los dientes una vez más.

No le perdonaría a Saga haberle dicho aquello con una mirada como la de aquella vez, no le perdonaría absolutamente todas las mentiras que de seguro le había ocultado. Si una vez le mintió ¿entonces cuantas veces más no lo habría hecho? Era lo que más odiaba.

- Dice Shou que después de él, en cinco minutos es tu turno.

Aquella voz le sobresalto, girando inmediatamente a ver al otro con algo de sorpresa. Solo por unos segundos pudo apreciar como Saga le sostenía la mirada sin flaquear, como sin ninguna expresión alguna daba la vuelta y desaparecía.

- ¿Y porque has venido tu a decírmelo? – era inevitable…

- Nao y Hiroto están en vestuario. – Se detuvo dándole la espalda contestando con simpleza – Solo yo si estoy haciendo mi trabajo “en equipo” – enfatizo las últimas palabras.

- No sé qué estés tramando, pero no cambiare de opinión.

- Entiéndelo de una vez Tora… – Saga por primera vez en algún tiempo le dio una expresión seria pero compasiva, con enojo pero felicidad incluida, con una sonrisa incrédula pero sarcástica, tal y como era – Lo que tu pienses, no me importa en lo más mínimo. –

Su actitud era tan frustrante, tan malditamente irracional que provocaba una furia inmensa en su interior. No hizo nada más que arrojar con rabia el cigarrillo que portaba entre sus dedos, en pisarlo como si estuviese pisando al estúpido que se había marchado. Lo odiaba, maldición, odiaba odiarlo de aquella manera.




Gracias por siempre leerme...

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