Inalcanzable (Capitulo único)

21:14 *Mony-san* 0 Comments

Inalcanzable
-Capitulo único-


Le mire caminar como siempre lo hacía. Me encantaba hacerlo, perderme en su persona mientras el simplemente nos ignoraba. Tal vez él no era de la manera en que yo me lo imaginaba, pero vaya que le importaba poco si es que yo o alguien más le veían con tanta insistencia. Él era todo lo que yo hubiese deseado. Aunque no una persona inalcanzable…
Daisuke.



El trabajo se estaba incrementando y gracias a ello todos estaban tan agotados y estresados. Si bien, estaban felices porque el lanzamiento de su último Álbum llevaba varias compras aun sin haber salido a la venta al mercado. Sus fans eran siempre unas personas muy agradecidas y eso lo demostraban justamente ahora que era el final de la gira estaba completamente repleto el recinto. La adrenalina no era ese “algo” que le gustara de los conciertos. Ósea, no es que toda la euforia que sentía a su alrededor no le agradara, sino que, al ser tan tranquilo, amaba de sobremanera perderse únicamente en la música sin siquiera escuchar los gritos de los fans.

Su cabello ahora en un bonito platinado, revoloteaba sobre su rostro. El sudor hacia que su cabello callera pesado y que cubriera sus ojos como siempre lo hacía. Su mirada se perdía, el simplemente escuchaba la melodía mientras golpeaba su batería. Y vamos, que a pesar de eso era una persona muy observadora, había seguido los movimientos de sus compañeros por sobre todo el escenario, y se había perdido en uno de ellos por más de cuatro veces, por supuesto, sin equivocarse en las partituras.

El día de hoy han hecho un gran trabajo.

¡Gracias!

Los cinco brindaron con una copa de vino en mano una vez finalizar. El Staff estaba rápidamente ocupándose de todo el trabajo que tendrían arriba del escenario, y los fans salían como siempre, con un orden inimaginable. El baterista se vio a la necesidad de dejar la copa una vez terminado, sobre la mesa, yéndose rápidamente a cambiar su ropa. Una vez estando dentro del vestidor se deshizo de su camisa colgándola y tomando una limpia.

Perfecto como siempre.

¿Daisuke? Su cuerpo se paralizo rápidamente ocultando su pecho desnudo. Y no era que sintiera pena si siempre les miraba sin camisa cuando estaban solos, todos los miembros de la banda, pero esta vez, había sentido una vergüenza tan grande que había colorado hasta sus mejillas ¿Q-Que?

— Me refiero… — sonrió desviando su mirada – Me refiero a que el concierto fue perfecto como siempre. –

Sus mejillas se coloraron aún más. Por supuesto, cuando DIE hablaba de perfecciones no se refería a él, pero habían sido tan serias las palabras que miles de cosas pasaron por sus pensamientos. Trato de calmarse, suspirando lentamente y vistiéndose lo más rápido que pudiera. DIE no dejaba de mirarle. Shinya sentía como esa mirada taladraba por sobre su espalda. Quería salir corriendo.

— Shin, ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Ah? Claro — le miro interrogante — ¿Pasa algo? —

— ¿Te has dado cuenta que tu personalidad es muy cambiante? — Shinya elevo una ceja — Actúas de muchas maneras que no puedo ni imaginarme, a pesar de que eres muy tranquilo. —

— Kyo me lo dice muy a menudo.

— ¿Alguna vez has pensado que soy una mala persona? — DIE cambio su tono de voz a uno más serio, como siempre, se había desviado un poco del tema principal, por supuesto, los demás estaba acostumbrados a esto. — Me gustaría ser un poco más como Kaoru, él es una persona muy responsable.

Shinya frunció el ceño quedándose pensativo. Tal vez el guitarrista estaba pasando por una racha complicada, o simplemente estaba haciéndose más viejo. Este tipo de conversaciones eran más de Toshiya. Mas sin en cambio quedo pensándolo un rato para poder contestar a la pregunta del otro. DIE por supuesto, para él, no era una mala persona, nunca lo seria. Tenía todo lo que él hubiese querido ser o tener. Genial, atractivo, sociable, una persona que hablaba más de la cuenta, de esas que derramaba felicidad por donde caminara. Era una persona muy querida por todos

— No eres una mala persona. Me gusta cómo eres.

— ¿Qué él lo que te gusta de mí? —pregunto inmediatamente.

“Todo” quiso responder el baterista ¡Pero no podía hacerlo! Si lo hacía era obvio que DIE le miraría raro, que le diría que era un enfermo por pensar de esa manera. No podía siquiera decirle que todo de el, le encantaba. Su cuerpo alto y delgado, su cabello lacio de color negro. Sus delgados labios, o la forma de sus manos al tocar la guitarra, sus movimientos, su voz amable, el color de sus ojos, y por supuesto la mirada que siempre le daba. El tono de su voz ligera, su sonrisa, sus enojos, los días en los que no quería ni mirar a nadie, cuando gritaba, o cuando pedía una disculpa al día siguiente por haberse portado tan mal con todos, e incluso sus regaños. Todo le gustaba.

— Ah, bueno… — desvió la mirada. — tal vez muchas cosas que tú tienes y yo no.

— Un ejemplo.

— B-Bueno, supongo que ¿tu cabello?

— Tu cabello es más bonito. — respondió inmediatamente. Elevo un poco su barbilla pidiendo que continuara.

— Eres más alto…

— Tu altura es agradable.

— Tal vez tus ojos. — hablo despacio.

— El color de los tuyos es muy bonito. — Shinya bajo la mirada apenado. — ¿Qué más?

— O-Oye, ¿Por qué me preguntas eso?

— Se lo he preguntado a todos. — se defendió. — ¿Qué más? —

— ¿Yo que se?

— ¿Por qué te apenas? — rió despacio — ¿Tan difícil es decirlo?

— ¿Perdón?

— Estuve hablándolo con Kyo.

— ¿Q-Que…?

— Dijo que debía preguntarte y escucharte atentamente.

Shinya se quedó callado, no sabía hasta qué punto el vocalista había hablado. Kyo sabía muchas cosas, y no por nada eran mejores amigos. Pero nunca se imaginó que pudiese decirle algo a DIE si sabía cuál era la situación. Y DIE no le dejaba de mirar, el vocal algo había tratado de decir, pero no había podido sacarle nada de lo que quería. El más bajo era una caja fuerte de cuando secretos se trataba.

// FLASH BACK//

Era una de esas noches en las que por capricho del otro, había aceptado a que le acompañara a casa. Estaba acostumbrado a estar solo la mayor parte del tiempo, o estar junto al manager, mas no de los demás, hacia tanto tiempo que no pasaban mucho tiempo platicando y nos que le gustara mucho escuchar borrachos. Porque si, ahora mismo su guitarrista y compañero de banda, venia ebrio. No era que DIE fuera insoportable cuando estaba así, al contrario, lo único que odiaba era esa sonrisita que como si nada se dibujaba en sus labios.

— Deberías ir a descansar.

— ¿Estás cansado de mí? — pregunto mirándole.

— Por supuesto que no. — Respondió al instante – es solo que no puedo seguirte el paso estando de esa manera, se más tranquilo por favor.

— ¡Oh vamos! Ya suenas a Kaoru. — Kyo sonrió rodando los ojos. — ¿Lo ves? Hasta tú piensas lo mismo.

— Para Kaoru es difícil lidiar con personas como tú y Toshiya.

— ¿Qué con eso? — rió a carcajadas, Kyo sonrió de lado. — No puedo ser como tú o Shin. —

— Shinya es tranquilo por naturaleza, deberías hablar más con él. — Hablo serio — Su comportamiento es admirable y sabe mantener la calma cuando es necesario, Es agradable cuando lo conoces bien, y se preocupa por todos nosotros, solo basta con observarlo, no es para nada una persona aburrida.

— Últimamente te la pasa elogiándolo. — frunció el ceño.

— ¿Ah, sí? —DIE asintió despacio — Solo quiero que vean las cosas buenas que él tiene.

— Pareces su padre.

— Piensa lo que quieras.

— ¿Quién es la madre? —DIE rio cuando el otro le arrojaba una lata de cerveza vacía.

— ¿Puedo pedirte un favor? — DIE respondió con un “adelante” — Cuando Shinya necesite hablar contigo, escúchalo hasta el final, sin interrupciones. Él es un muy buen chico y sabes que si algo va mal puede afectarle. Ya somos mayores, así que piensa bien las cosas antes de juzgarle. Él nos quiere a todos aunque de una manera muy diferente a cada uno. —

— Sabes que es lo que pienso sobre…

— No necesito que me lo repitas a mí, sabes que esas cosas no van conmigo. — interrumpió — él está cansado de guardarlo por tanto tiempo y necesita que alguien le empuje por un barranco para que pueda dar un paso adelante. ¿Puedo confiar en ti?

DIE asintió dos veces seguidas con una magnifica seguridad dejando al vocalista más tranquilo. Recordaba que esa noche se había quedado a dormir en la casa de Kyo y que al día siguiente al llegar juntos, el antes castaño les había fulminado a ambos con la mirada. Kyo le había ignorado olímpicamente no importándole que aquellos ojos color avellana le fulminaran a cada segundo. Esa era la primera cosa agradable que había descubierto aquella vez.

// FIN FLASH BACK //

El baterista había salido rápidamente del vestidor dejando al más alto con una sonrisa en el rostro. No sabía que estaba pasando, pero también estaba seguro que Kyo no había podido decía alguna palabra de lo que sabía. Tal vez DIE estaba jugando con él, haciéndole una broma. Camino rápidamente hacia donde todos se encontraban quedándose junto al líder hasta que fuera tiempo de partir. Llego a casa despidiéndose rápidamente de todos al bajar de la VAN, encerrándose en casa hasta la mañana siguiente.

El día siguiente era libre, para que todos descansaran. Como siempre había despertado temprano y dejado todo limpio. No era un día del todo aburrido ya que acababa de comenzar, pero comenzaba a extrañar el ajetreo que meses después había tenido gracias a la gira. Su celular sonó.

“Vayamos a comer juntos, paso por ti a las dos en punto”

Releyó el mensaje por varios segundos antes de tragar saliva. No estaba preparado para eso, no solos. Cuando estuvo a punto de responder el mensaje con una afirmativa recibió un segundo mensaje con el siguiente contenido: “Y no quiero un no por respuesta”. Chasqueo los dientes, odiaba que sus amigos le conocieran tan bien como para saber que se negaría rotundamente. Entro al baño rápidamente a darse una ducha y busco las prendas más adecuadas para no sentirse más incómodo de lo que ya estaba. No tardo mucho para que a los 5 minutos pasados de la hora acordada, sonara el timbre de su apartamento.

— Hola… — Shinya se quedó pasmado por un momento, hacía mucho que DIE no salía de casa sin sus gafas de sol y hacia mucho que no arreglaba su cabello un poco cuando era día de descanso. Su ropa era genial, casual para salir a pasear, sinceramente Shinya se había quedado una vez más embobado por el guitarrista que sonreía de lado, nervioso. Y el guitarrista que podía decir de su batero. Este estaba con una ropa que se le acoplaba muy bien  al cuerpo, tan combinado como siempre, con ese cabello platinado muy bien arreglado.

— ¿Puedo preguntar algo? — Se hizo a un lado dejando entrar al más alto.

— Puedes preguntar lo que gustes, Shin. — su tono de voz era la más fina. Shinya tembló inmediatamente.

— ¿Por qué yo?

— Porque siempre hablamos muy poco.

— Mentira.

— Bien, bien. — Elevo los hombros — Solo quiero comprobar algo,  por supuesto, sobre comer algo decente.

Ambos salieron minutos después que Shinya buscara una chaqueta. Se encaminaron hacia el lugar donde comerían primeramente, porque si, DIE no solamente había tenido planeado ir a comer y finalizar el día, por supuesto que no. Había estado ideando algunas otras cosas para pasar la tarde junto al baterista, claro sin que se diera mucho por enterado. Pidieron de comer, como siempre lo hacían, Shinya algo tan ligero como siempre y DIE la comida que se viera más apetitosa en el momento.

Las sonrisas de ambos al comer eran tan “normales” como si hicieran esto todos los días. Tal vez porque el lugar no era muy concurrido y era lo suficientemente privado como para sentirse lo más a gusto que se pudiera.

Shinya le observaba de soslayo. Realmente sentía que aquella persona enfrente suyo, el cual comía saboreándose cada bocado, estaba muy lejos de alcanzar. Shinya no se creía un hombre muy guapo, ni interesante y mucho menos con una seguridad de decirle lo que realmente sentía. Pensaba que el guitarrista se merecía a una buena mujer, que le pudiera dar todos los hijos que quisiera y que fuera muy, muy bonita.

— ¿En qué piensas? — le saco de sus pensamientos.

— Oh, no nada. — Tomó un sorbo de su bebida — Es solo que, supongo deberíamos cada quien conseguir una pareja ya ¿No te sientes solo?

— ¿Realmente quieres eso? ¿Casarme con alguna mujer? — Shinya se dio en cuenta de que por supuesto no quería eso, desvió la mirada apenado. — Yo estoy bien así, además no tendríamos el tiempo suficiente de buscar una mujer y tener una relación seria si siempre estamos fuera. Es mejor que estemos juntos hasta en el trabajo. —

— Supongo tienes razón…

DIE le estudiaba con la mirada. Era obvio que Shinya había hecho el comentario porque en el fondo estaba preocupado. Pero aun así él no había mentido para nada. El no necesitaba de una mujer a la cual no vería por algún tiempo gracias a su trabajo y mucho menos hijos que no podría educar gracias a lo mismo. El necesitaba una persona que tuviera sus días libre cuando él tuviera los suyos, que le quisiera por lo que era y no por ser una celebridad, y que estuviera toda la parte del día con él aunque fuera en el trabajo. Sonrió complacido.

— Tu, ¿Piensas en alguien para ti? — Shinya elevo la mira sorprendido.

— ¿Cómo?

— Eso, que si tú tienes a alguien como para estar pensando en “sentar cabeza”.

— ¡¿Qué?! ¡No, no! — Elevo sus manos negando rápidamente con ellas — No es que tenga a alguien, nada de eso. Es solo que bueno, no es que tampoco no me guste alguien.

— Ósea que si hay alguien. — elevo una ceja curioso. Dejo sus cubiertos de lado.

Shinya se agacho apenado, odiaba cuando le hacían este tipo de preguntas, porque era de las personas que se dejaba llegar si hablaba sobre algo que le gustase. ¿Cómo decirlo sin decir la verdad?

— Me gusta alguien… — dijo despacio — Pero no es como si quisiera que pasara algo entre nosotros.

— ¿Ah, no? — cambio su tono de voz a uno más serio, Shinya trago saliva.

— Me refiero a que, nunca me haría caso. Es una persona que no se fijaría en mí tan fácilmente.

— ¿Es guapa?

— ¿Eh? — por un momento esa pregunta le sorprendió — Ah, sí. Mucho. —

— ¿Cómo es ella?

Shinya no entendía la insistencia en el otro. Estaba bien que DIE fuera una persona muy curiosa, pero esta vez le miraba muy interesado sobre el tema. Pero sabía que podía decirlo si él pensaba que hablaba de una mujer, estaba bien ¿no? Tal vez así se liberaría un poco del peso que cargaba en su corazón por todo ese tiempo en que le miro “desde lejos”

— G-Guapa… — DIE asintió con una sonrisa — Somos muy diferentes pero podríamos llevarnos muy bien. Supongo que eso es lo que más me importa. A simple vista es alta, aunque ya cerca a mí no lo es tanto. Creo que puedo decir que tiene un el cuerpo que me agrada ¡Aunque eso no me importa en lo más mínimo! — se corrigió rápidamente, DIE seguía atento a todo lo que decía — Cuando le miro pienso que es la persona indicada… —

— ¿Por cuánto tiempo?

— No puedo decir que por toda la vida, porque eso es imposible, pero me atrevo a decir que estaría feliz que fuera la mayor parte de ella.

— Si esa persona llegara ahora mismo y te dijera que se siente de la misma manera ¿Qué le contestarías?

— Que estoy muy feliz… — susurro despacio.

DIE tuvo que aguantar la sonrisa que quería dar a relucir. Él feliz era el por escuchar todo aquello. Observar a Shinya y estar el cien por ciento seguro de todo lo que el deducía era su “deber” sabía perfectamente de quien hablaba el baterista, estaba seguro de ello. Y esa oportunidad no la iba a desaprovechar.

Caminaron por una par de horas por muchos lugares después de la comida. Compraron algunas cosas. Shinya busco para regalar a los demás y obtuvo un obsequio por parte del guitarrista. El día había sido de lo más bueno. La pasaba bien y a pesar de sus sentimientos estaba muy tranquilo. Claro que los roces que tenían entre momentos cuando caminaban uno al lado del otro y sus manos chocaban o cuando sus miradas se cruzaban por un momento le ponían nervioso.

— Esto es como una cita ¿no?

— ¿Cita?

— Ven, vayamos a buscar algo para la cena.

Shinya suspiro cuando su mano se vio tomada por la del otro. Cuando juntos fueron a un lugar a sentarse y buscar después algo para llevar. La mano de DIE se había sentido diferente a como cuando la tomaba con frecuencia en la sala de ensayos o en algún lugar de la compañía. Ahora sí, estaba completamente nervioso. DIE provoco a que sus miradas se cruzaran y el corazón de Shinya se paralizo un instante. El guitarrista sonrió y dejo las compras de lado. Suspiro decidido.

— No sé ni cómo empezar a decir esto, pero me gustaría preguntarte algo.

— Claro.

— Eres una persona algo extraña, te gustan los peluches de cheburashka. Nunca dices cuando algo está mal y todo te lo guardas para ti. Eres un gran amigo para todos nosotros, y más que eso, eres como el hermano pequeño. Ciertamente no sé qué podría platicar contigo por un día entero ya que eres un persona que por más que quiera saber en qué piensas no puedo hacerlo. Eres tan callado y reservado.

— Ya veo… — Shinya sintió que todo se derrumbaba, tal vez había hecho algo mal en todo esto y había dado a relucir cosas que no quería que descubrieran los demás.

— Pero eso me gusta de ti. — El baterista le miro sin entender — Porque eres muy sincero y nunca nos mentirías a ninguno de nosotros. ¿Qué pensarías si te dijera que me gustas?

Todo era tan insignificante a comparación de lo que estaba sintiendo ahorita. El guitarrista estaba siendo serio a lo que decía. Lo podía ver en su mirada y movimientos. DIE ladeo su cabeza observándole detenidamente. Quería ver sus expresiones, si balbuceaba, si miraba a otro lado o si atrevidamente le encaraba. Mas sin en cambio nada de eso sucedió.

— Imposible… — Shinya miro el suelo con una sonrisa ladina. Todo esto era un “suponer” y no podía joderla si es que sonreía con felicidad. DIE toco su rostro seguido de acomodar sus cabellos. Shinya se sobre salto girando a verle sorprendido. El guitarrista acariciaba sus mejillas, y con su dedo delineaba sus labios. Los susurros estaban cada vez más fuertes cuando la cercanía se hacía más profunda.

— Me gustas.

El más alto le jalo por el cuello con delicadeza, acercándose los más rápidamente para que el otro no escapase. Sus labios se juntaron en primeramente un roce. El guitarrista tomo la iniciativa acercándose por completo al lado del otro, tomándolo por el rostro besándole con mayor profundidad. Shinya sentía que en algún momento se desvanecería, que caería desmayado y seria la burla de la humanidad. Mas sin en cambio el otro no le soltaba, le impedía flaquear y pedía a gritos con sus labios que correspondiera de la misma manera. Lo hizo. Se separaron un poco para tomar oxígeno.

— Vamos.

Shinya se vio arrastrado caminando entre la poca gente que se encontraba en la calle. Caminaron rápidamente sin soltarse un poco. Pasaron por lugares donde la gente concurría, girando por otros donde la oscuridad del ya casi anochecer rodeaba por completo. Aquel lugar donde llegaron fue un atajo donde las bardas de las casa eran lo suficientemente altas como para que nadie les mirara.

DIE atrapo a Shinya entre una de ellas y su cuerpo. Pegándose a él provocando que las bolsas cayeran al suelo. La mano del guitarrista viajo hacia la cintura del otro pegándole más a su cuerpo. El batero se quedó estático.

— Por lo menos, ¿podías abrazarme? — Shinya se sonrojo hasta las orejas. El otro guió sus manos a que rodeara su cuello. Sintió el abrazo fuerte por sobre su cintura. — Te gusto, ¿no es así? — Se quedó sin palabras — Quiero que me digas ahora mismo si estaba equivocado, si lo hacer nunca volveré a molestarte y olvidare el be… —

DIE abrió los ojos sorprendido cuando Shinya juntaba sus labios besándole con rudeza. Si no es porque Shinya se recargo en la pared, el otro se hubiese dejado caer hacia delante por la sorpresa.

— ¿Saldrías conmigo?

— Daisuke, yo no besaría a una persona de la cual no estuviera enamorada por tanto tiempo.

Se quedaron así por un rato, importándoles nada que de vez en cuando la gente pasara y les mirara. Había sido tan fácil decir sus sentimientos desde hace tiempo, que incluso también con facilidad le hubiese robado un beso. No estaba arrepentido de no haber actuado rápidamente, porque eso le ayudo a conocerlo más y enamorarse más profundamente de las cosas nuevas que descubría.

— ¿Qué haces? — pregunto curioso

— Hablo con tu padre.

— ¿Mi padre?

— Algún día lo entenderás — sonrió robándole un pequeño beso — Vayamos a cenar a casa, y si quieres puedes quedarte.


Con un codazo por parte del baterista siguieron caminando uno al lado del otro por el tiempo que fuera el necesario para pasar el tiempo juntos que desde hacía tanto estuvieron esperando.





Gracias por siempre leerme...

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