Inalcanzable (Capitulo único)
Inalcanzable
-Capitulo único-
Le mire caminar como siempre lo hacía. Me encantaba hacerlo, perderme
en su persona mientras el simplemente nos ignoraba. Tal vez él no era de la
manera en que yo me lo imaginaba, pero vaya que le importaba poco si es que yo
o alguien más le veían con tanta insistencia. Él era todo lo que yo hubiese
deseado. Aunque no una persona inalcanzable…
Daisuke.
El trabajo se estaba incrementando y
gracias a ello todos estaban tan agotados y estresados. Si bien, estaban
felices porque el lanzamiento de su último Álbum llevaba varias compras aun sin
haber salido a la venta al mercado. Sus fans eran siempre unas personas muy
agradecidas y eso lo demostraban justamente ahora que era el final de la gira
estaba completamente repleto el recinto. La adrenalina no era ese “algo” que le
gustara de los conciertos. Ósea, no es que toda la euforia que sentía a su
alrededor no le agradara, sino que, al ser tan tranquilo, amaba de sobremanera
perderse únicamente en la música sin siquiera escuchar los gritos de los fans.
Su cabello ahora en un bonito
platinado, revoloteaba sobre su rostro. El sudor hacia que su cabello callera
pesado y que cubriera sus ojos como siempre lo hacía. Su mirada se perdía, el
simplemente escuchaba la melodía mientras golpeaba su batería. Y vamos, que a
pesar de eso era una persona muy observadora, había seguido los movimientos de
sus compañeros por sobre todo el escenario, y se había perdido en uno de ellos
por más de cuatro veces, por supuesto, sin equivocarse en las partituras.
— El día de hoy han hecho
un gran trabajo.
— ¡Gracias!
Los cinco brindaron con una copa de
vino en mano una vez finalizar. El Staff estaba rápidamente ocupándose de todo
el trabajo que tendrían arriba del escenario, y los fans salían como siempre,
con un orden inimaginable. El baterista se vio a la necesidad de dejar la copa
una vez terminado, sobre la mesa, yéndose rápidamente a cambiar su ropa. Una
vez estando dentro del vestidor se deshizo de su camisa colgándola y tomando
una limpia.
— Perfecto como siempre.
— ¿Daisuke? — Su cuerpo se paralizo rápidamente ocultando su pecho desnudo. Y no era
que sintiera pena si siempre les miraba sin camisa cuando estaban solos, todos
los miembros de la banda, pero esta vez, había sentido una vergüenza tan grande
que había colorado hasta sus mejillas — ¿Q-Que? —
— Me refiero… — sonrió desviando su
mirada – Me refiero a que el concierto fue perfecto como siempre. –
Sus mejillas se coloraron aún más.
Por supuesto, cuando DIE hablaba de perfecciones no se refería a él, pero
habían sido tan serias las palabras que miles de cosas pasaron por sus
pensamientos. Trato de calmarse, suspirando lentamente y vistiéndose lo más
rápido que pudiera. DIE no dejaba de mirarle. Shinya sentía como esa mirada
taladraba por sobre su espalda. Quería salir corriendo.
— Shin, ¿Puedo preguntarte algo?
— ¿Ah? Claro — le miro interrogante —
¿Pasa algo? —
— ¿Te has dado cuenta que tu
personalidad es muy cambiante? — Shinya elevo una ceja — Actúas de muchas
maneras que no puedo ni imaginarme, a pesar de que eres muy tranquilo. —
— Kyo me lo dice muy a menudo.
— ¿Alguna vez has pensado que soy una
mala persona? — DIE cambio su tono de voz a uno más serio, como siempre, se
había desviado un poco del tema principal, por supuesto, los demás estaba
acostumbrados a esto. — Me gustaría ser un poco más como Kaoru, él es una
persona muy responsable.
Shinya frunció el ceño quedándose
pensativo. Tal vez el guitarrista estaba pasando por una racha complicada, o
simplemente estaba haciéndose más viejo. Este tipo de conversaciones eran más
de Toshiya. Mas sin en cambio quedo pensándolo un rato para poder contestar a
la pregunta del otro. DIE por supuesto, para él, no era una mala persona, nunca
lo seria. Tenía todo lo que él hubiese querido ser o tener. Genial, atractivo,
sociable, una persona que hablaba más de la cuenta, de esas que derramaba
felicidad por donde caminara. Era una persona muy querida por todos
— No eres una mala persona. Me gusta
cómo eres.
— ¿Qué él lo que te gusta de mí? —pregunto
inmediatamente.
“Todo” quiso responder el baterista
¡Pero no podía hacerlo! Si lo hacía era obvio que DIE le miraría raro, que le
diría que era un enfermo por pensar de esa manera. No podía siquiera decirle
que todo de el, le encantaba. Su cuerpo alto y delgado, su cabello lacio de color
negro. Sus delgados labios, o la forma de sus manos al tocar la guitarra, sus
movimientos, su voz amable, el color de sus ojos, y por supuesto la mirada que
siempre le daba. El tono de su voz ligera, su sonrisa, sus enojos, los días en
los que no quería ni mirar a nadie, cuando gritaba, o cuando pedía una disculpa
al día siguiente por haberse portado tan mal con todos, e incluso sus regaños.
Todo le gustaba.
— Ah, bueno… — desvió la mirada. —
tal vez muchas cosas que tú tienes y yo no.
— Un ejemplo.
— B-Bueno, supongo que ¿tu cabello?
— Tu cabello es más bonito. —
respondió inmediatamente. Elevo un poco su barbilla pidiendo que continuara.
— Eres más alto…
— Tu altura es agradable.
— Tal vez tus ojos. — hablo despacio.
— El color de los tuyos es muy
bonito. — Shinya bajo la mirada apenado. — ¿Qué más?
— O-Oye, ¿Por qué me preguntas eso?
— Se lo he preguntado a todos. — se
defendió. — ¿Qué más? —
— ¿Yo que se?
— ¿Por qué te apenas? — rió despacio —
¿Tan difícil es decirlo?
— ¿Perdón?
— Estuve hablándolo con Kyo.
— ¿Q-Que…?
— Dijo que debía preguntarte y
escucharte atentamente.
Shinya se quedó callado, no sabía
hasta qué punto el vocalista había hablado. Kyo sabía muchas cosas, y no por
nada eran mejores amigos. Pero nunca se imaginó que pudiese decirle algo a DIE
si sabía cuál era la situación. Y DIE no le dejaba de mirar, el vocal algo
había tratado de decir, pero no había podido sacarle nada de lo que quería. El más
bajo era una caja fuerte de cuando secretos se trataba.
// FLASH BACK//
Era una de esas noches en las que por
capricho del otro, había aceptado a que le acompañara a casa. Estaba
acostumbrado a estar solo la mayor parte del tiempo, o estar junto al manager,
mas no de los demás, hacia tanto tiempo que no pasaban mucho tiempo platicando
y nos que le gustara mucho escuchar borrachos. Porque si, ahora mismo su
guitarrista y compañero de banda, venia ebrio. No era que DIE fuera
insoportable cuando estaba así, al contrario, lo único que odiaba era esa
sonrisita que como si nada se dibujaba en sus labios.
— Deberías ir a descansar.
— ¿Estás cansado de mí? — pregunto
mirándole.
— Por supuesto que no. — Respondió al
instante – es solo que no puedo seguirte el paso estando de esa manera, se más
tranquilo por favor.
— ¡Oh vamos! Ya suenas a Kaoru. — Kyo
sonrió rodando los ojos. — ¿Lo ves? Hasta tú piensas lo mismo.
— Para Kaoru es difícil lidiar con
personas como tú y Toshiya.
— ¿Qué con eso? — rió a carcajadas,
Kyo sonrió de lado. — No puedo ser como tú o Shin. —
— Shinya es tranquilo por naturaleza,
deberías hablar más con él. — Hablo serio — Su comportamiento es admirable y
sabe mantener la calma cuando es necesario, Es agradable cuando lo conoces
bien, y se preocupa por todos nosotros, solo basta con observarlo, no es para
nada una persona aburrida.
— Últimamente te la pasa elogiándolo.
— frunció el ceño.
— ¿Ah, sí? —DIE asintió despacio —
Solo quiero que vean las cosas buenas que él tiene.
— Pareces su padre.
— Piensa lo que quieras.
— ¿Quién es la madre? —DIE rio cuando
el otro le arrojaba una lata de cerveza vacía.
— ¿Puedo pedirte un favor? — DIE
respondió con un “adelante” — Cuando Shinya necesite hablar contigo, escúchalo
hasta el final, sin interrupciones. Él es un muy buen chico y sabes que si algo
va mal puede afectarle. Ya somos mayores, así que piensa bien las cosas antes
de juzgarle. Él nos quiere a todos aunque de una manera muy diferente a cada
uno. —
— Sabes que es lo que pienso sobre…
— No necesito que me lo repitas a mí,
sabes que esas cosas no van conmigo. — interrumpió — él está cansado de
guardarlo por tanto tiempo y necesita que alguien le empuje por un barranco
para que pueda dar un paso adelante. ¿Puedo confiar en ti?
DIE asintió dos veces seguidas con
una magnifica seguridad dejando al vocalista más tranquilo. Recordaba que esa
noche se había quedado a dormir en la casa de Kyo y que al día siguiente al
llegar juntos, el antes castaño les había fulminado a ambos con la mirada. Kyo
le había ignorado olímpicamente no importándole que aquellos ojos color
avellana le fulminaran a cada segundo. Esa era la primera cosa agradable que
había descubierto aquella vez.
// FIN FLASH BACK //
El baterista había salido
rápidamente del vestidor dejando al más alto con una sonrisa en el rostro. No
sabía que estaba pasando, pero también estaba seguro que Kyo no había podido
decía alguna palabra de lo que sabía. Tal vez DIE estaba jugando con él,
haciéndole una broma. Camino rápidamente hacia donde todos se encontraban
quedándose junto al líder hasta que fuera tiempo de partir. Llego a casa
despidiéndose rápidamente de todos al bajar de la VAN, encerrándose en casa
hasta la mañana siguiente.
El día siguiente era libre, para que
todos descansaran. Como siempre había despertado temprano y dejado todo limpio.
No era un día del todo aburrido ya que acababa de comenzar, pero comenzaba a
extrañar el ajetreo que meses después había tenido gracias a la gira. Su
celular sonó.
“Vayamos a comer juntos, paso por ti
a las dos en punto”
Releyó el mensaje por varios segundos
antes de tragar saliva. No estaba preparado para eso, no solos. Cuando estuvo a
punto de responder el mensaje con una afirmativa recibió un segundo mensaje con
el siguiente contenido: “Y no quiero un no por respuesta”. Chasqueo los
dientes, odiaba que sus amigos le conocieran tan bien como para saber que se
negaría rotundamente. Entro al baño rápidamente a darse una ducha y busco las
prendas más adecuadas para no sentirse más incómodo de lo que ya estaba. No tardo
mucho para que a los 5 minutos pasados de la hora acordada, sonara el timbre de
su apartamento.
— Hola… — Shinya se quedó pasmado por
un momento, hacía mucho que DIE no salía de casa sin sus gafas de sol y hacia
mucho que no arreglaba su cabello un poco cuando era día de descanso. Su ropa
era genial, casual para salir a pasear, sinceramente Shinya se había quedado
una vez más embobado por el guitarrista que sonreía de lado, nervioso. Y el
guitarrista que podía decir de su batero. Este estaba con una ropa que se le
acoplaba muy bien al cuerpo, tan
combinado como siempre, con ese cabello platinado muy bien arreglado.
— ¿Puedo preguntar algo? — Se hizo a
un lado dejando entrar al más alto.
— Puedes preguntar lo que gustes,
Shin. — su tono de voz era la más fina. Shinya tembló inmediatamente.
— ¿Por qué yo?
— Porque siempre hablamos muy poco.
— Mentira.
— Bien, bien. — Elevo los hombros — Solo
quiero comprobar algo, por supuesto, sobre
comer algo decente.
Ambos salieron minutos después que
Shinya buscara una chaqueta. Se encaminaron hacia el lugar donde comerían
primeramente, porque si, DIE no solamente había tenido planeado ir a comer y
finalizar el día, por supuesto que no. Había estado ideando algunas otras cosas
para pasar la tarde junto al baterista, claro sin que se diera mucho por
enterado. Pidieron de comer, como siempre lo hacían, Shinya algo tan ligero
como siempre y DIE la comida que se viera más apetitosa en el momento.
Las sonrisas de ambos al comer eran
tan “normales” como si hicieran esto todos los días. Tal vez porque el lugar no
era muy concurrido y era lo suficientemente privado como para sentirse lo más a
gusto que se pudiera.
Shinya le observaba de soslayo. Realmente
sentía que aquella persona enfrente suyo, el cual comía saboreándose cada
bocado, estaba muy lejos de alcanzar. Shinya no se creía un hombre muy guapo,
ni interesante y mucho menos con una seguridad de decirle lo que realmente
sentía. Pensaba que el guitarrista se merecía a una buena mujer, que le pudiera
dar todos los hijos que quisiera y que fuera muy, muy bonita.
— ¿En qué piensas? — le saco de sus
pensamientos.
— Oh, no nada. — Tomó un sorbo de su
bebida — Es solo que, supongo deberíamos cada quien conseguir una pareja ya ¿No
te sientes solo?
— ¿Realmente quieres eso? ¿Casarme
con alguna mujer? — Shinya se dio en cuenta de que por supuesto no quería eso,
desvió la mirada apenado. — Yo estoy bien así, además no tendríamos el tiempo
suficiente de buscar una mujer y tener una relación seria si siempre estamos
fuera. Es mejor que estemos juntos hasta en el trabajo. —
— Supongo tienes razón…
DIE le estudiaba con la mirada. Era
obvio que Shinya había hecho el comentario porque en el fondo estaba
preocupado. Pero aun así él no había mentido para nada. El no necesitaba de una
mujer a la cual no vería por algún tiempo gracias a su trabajo y mucho menos
hijos que no podría educar gracias a lo mismo. El necesitaba una persona que
tuviera sus días libre cuando él tuviera los suyos, que le quisiera por lo que
era y no por ser una celebridad, y que estuviera toda la parte del día con él
aunque fuera en el trabajo. Sonrió complacido.
— Tu, ¿Piensas en alguien para ti? —
Shinya elevo la mira sorprendido.
— ¿Cómo?
— Eso, que si tú tienes a alguien
como para estar pensando en “sentar cabeza”.
— ¡¿Qué?! ¡No, no! — Elevo sus manos
negando rápidamente con ellas — No es que tenga a alguien, nada de eso. Es solo
que bueno, no es que tampoco no me guste alguien.
— Ósea que si hay alguien. — elevo
una ceja curioso. Dejo sus cubiertos de lado.
Shinya se agacho apenado, odiaba
cuando le hacían este tipo de preguntas, porque era de las personas que se
dejaba llegar si hablaba sobre algo que le gustase. ¿Cómo decirlo sin decir la
verdad?
— Me gusta alguien… — dijo despacio —
Pero no es como si quisiera que pasara algo entre nosotros.
— ¿Ah, no? — cambio su tono de voz a
uno más serio, Shinya trago saliva.
— Me refiero a que, nunca me haría
caso. Es una persona que no se fijaría en mí tan fácilmente.
— ¿Es guapa?
— ¿Eh? — por un momento esa pregunta
le sorprendió — Ah, sí. Mucho. —
— ¿Cómo es ella?
Shinya no entendía la insistencia en
el otro. Estaba bien que DIE fuera una persona muy curiosa, pero esta vez le
miraba muy interesado sobre el tema. Pero sabía que podía decirlo si él pensaba
que hablaba de una mujer, estaba bien ¿no? Tal vez así se liberaría un poco del
peso que cargaba en su corazón por todo ese tiempo en que le miro “desde lejos”
— G-Guapa… — DIE asintió con una
sonrisa — Somos muy diferentes pero podríamos llevarnos muy bien. Supongo que
eso es lo que más me importa. A simple vista es alta, aunque ya cerca a mí no
lo es tanto. Creo que puedo decir que tiene un el cuerpo que me agrada ¡Aunque
eso no me importa en lo más mínimo! — se corrigió rápidamente, DIE seguía
atento a todo lo que decía — Cuando le miro pienso que es la persona indicada… —
— ¿Por cuánto tiempo?
— No puedo decir que por toda la
vida, porque eso es imposible, pero me atrevo a decir que estaría feliz que
fuera la mayor parte de ella.
— Si esa persona llegara ahora mismo
y te dijera que se siente de la misma manera ¿Qué le contestarías?
— Que estoy muy feliz… — susurro
despacio.
DIE tuvo que aguantar la sonrisa que
quería dar a relucir. Él feliz era el por escuchar todo aquello. Observar a
Shinya y estar el cien por ciento seguro de todo lo que el deducía era su
“deber” sabía perfectamente de quien hablaba el baterista, estaba seguro de
ello. Y esa oportunidad no la iba a desaprovechar.
Caminaron por una par de horas por
muchos lugares después de la comida. Compraron algunas cosas. Shinya busco para
regalar a los demás y obtuvo un obsequio por parte del guitarrista. El día
había sido de lo más bueno. La pasaba bien y a pesar de sus sentimientos estaba
muy tranquilo. Claro que los roces que tenían entre momentos cuando caminaban
uno al lado del otro y sus manos chocaban o cuando sus miradas se cruzaban por
un momento le ponían nervioso.
— Esto es como una cita ¿no?
— ¿Cita?
— Ven, vayamos a buscar algo para la
cena.
Shinya suspiro cuando su mano se vio
tomada por la del otro. Cuando juntos fueron a un lugar a sentarse y buscar
después algo para llevar. La mano de DIE se había sentido diferente a como
cuando la tomaba con frecuencia en la sala de ensayos o en algún lugar de la
compañía. Ahora sí, estaba completamente nervioso. DIE provoco a que sus
miradas se cruzaran y el corazón de Shinya se paralizo un instante. El
guitarrista sonrió y dejo las compras de lado. Suspiro decidido.
— No sé ni cómo empezar a decir esto,
pero me gustaría preguntarte algo.
— Claro.
— Eres una persona algo extraña, te
gustan los peluches de cheburashka. Nunca dices cuando algo está mal y
todo te lo guardas para ti. Eres un gran amigo para todos nosotros, y más que
eso, eres como el hermano pequeño. Ciertamente no sé qué podría platicar
contigo por un día entero ya que eres un persona que por más que quiera saber
en qué piensas no puedo hacerlo. Eres tan callado y reservado.
— Ya veo… — Shinya sintió que todo se
derrumbaba, tal vez había hecho algo mal en todo esto y había dado a relucir
cosas que no quería que descubrieran los demás.
— Pero eso me gusta de ti. — El
baterista le miro sin entender — Porque eres muy sincero y nunca nos mentirías
a ninguno de nosotros. ¿Qué pensarías si te dijera que me gustas?
Todo era tan insignificante a
comparación de lo que estaba sintiendo ahorita. El guitarrista estaba siendo
serio a lo que decía. Lo podía ver en su mirada y movimientos. DIE ladeo su
cabeza observándole detenidamente. Quería ver sus expresiones, si balbuceaba,
si miraba a otro lado o si atrevidamente le encaraba. Mas sin en cambio nada de
eso sucedió.
— Imposible… — Shinya miro el suelo
con una sonrisa ladina. Todo esto era un “suponer” y no podía joderla si es que
sonreía con felicidad. DIE toco su rostro seguido de acomodar sus cabellos.
Shinya se sobre salto girando a verle sorprendido. El guitarrista acariciaba
sus mejillas, y con su dedo delineaba sus labios. Los susurros estaban cada vez
más fuertes cuando la cercanía se hacía más profunda.
— Me gustas.
El más alto le jalo por el cuello con
delicadeza, acercándose los más rápidamente para que el otro no escapase. Sus
labios se juntaron en primeramente un roce. El guitarrista tomo la iniciativa
acercándose por completo al lado del otro, tomándolo por el rostro besándole
con mayor profundidad. Shinya sentía que en algún momento se desvanecería, que
caería desmayado y seria la burla de la humanidad. Mas sin en cambio el otro no
le soltaba, le impedía flaquear y pedía a gritos con sus labios que
correspondiera de la misma manera. Lo hizo. Se separaron un poco para tomar
oxígeno.
— Vamos.
Shinya se vio arrastrado caminando
entre la poca gente que se encontraba en la calle. Caminaron rápidamente sin
soltarse un poco. Pasaron por lugares donde la gente concurría, girando por
otros donde la oscuridad del ya casi anochecer rodeaba por completo. Aquel
lugar donde llegaron fue un atajo donde las bardas de las casa eran lo
suficientemente altas como para que nadie les mirara.
DIE atrapo a Shinya entre una de
ellas y su cuerpo. Pegándose a él provocando que las bolsas cayeran al suelo. La
mano del guitarrista viajo hacia la cintura del otro pegándole más a su cuerpo.
El batero se quedó estático.
— Por lo menos, ¿podías abrazarme? —
Shinya se sonrojo hasta las orejas. El otro guió sus manos a que rodeara su
cuello. Sintió el abrazo fuerte por sobre su cintura. — Te gusto, ¿no es así? —
Se quedó sin palabras — Quiero que me digas ahora mismo si estaba equivocado,
si lo hacer nunca volveré a molestarte y olvidare el be… —
DIE abrió los ojos sorprendido cuando
Shinya juntaba sus labios besándole con rudeza. Si no es porque Shinya se
recargo en la pared, el otro se hubiese dejado caer hacia delante por la
sorpresa.
— ¿Saldrías conmigo?
— Daisuke, yo no besaría a una
persona de la cual no estuviera enamorada por tanto tiempo.
Se quedaron así por un rato,
importándoles nada que de vez en cuando la gente pasara y les mirara. Había
sido tan fácil decir sus sentimientos desde hace tiempo, que incluso también
con facilidad le hubiese robado un beso. No estaba arrepentido de no haber
actuado rápidamente, porque eso le ayudo a conocerlo más y enamorarse más
profundamente de las cosas nuevas que descubría.
— ¿Qué haces? — pregunto curioso
— Hablo con tu padre.
— ¿Mi padre?
— Algún día lo entenderás — sonrió
robándole un pequeño beso — Vayamos a cenar a casa, y si quieres puedes
quedarte.
Con un codazo por parte del baterista
siguieron caminando uno al lado del otro por el tiempo que fuera el necesario
para pasar el tiempo juntos que desde hacía tanto estuvieron esperando.
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