Involuntary feelings ~Capitulo 1 ~
CAPITULO 1
“Involuntary feelings...”
Día especial, si, era uno de esos en que los Tours
terminaban excelentemente, un día en esos que hasta el más amargado de
cualquier grupo se sentía tranquilo y feliz. Pero a pesar de todo esto, para
uno de los miembros de AYABIE era un día significativo, ahora mismo no le
importaba si estaban a solas en un lugar completamente solo, donde ni el más
mínimo sonido de los equipos al ser desinstalados penetraba las paredes,
incluso era un lugar mucho más solo que cada camerino.
Su cuerpo aun sudoroso y aperlado a causa de lo mismo no le
impidió dar un caluroso abrazo a sus compañeros y amigos, incluso ahora mismo
no le importaba dar un abrazo más que cariñoso a aquel que estaba
correspondiendo por igual. Aun sentía nervios, pero ya era hora de decir lo que
sentía, el tener que soportar por mucho tiempo sus sentimientos era
verdaderamente torturante y más si compartía todos los días a su lado, trabajo
o hasta un poco de su vida privada.
- Fue sensacional, ¿no crees?
- Si, pensé incluso que no cantarías bien. – ambos rieron –
incluso no me imagine que Take fuera a llorar… fue tan lindo eso -
No sabía si seguía riendo por recordar ese momento al agradecer
al público donde las lágrimas habían escapado de aquellos ojos obscuros del
guitarrista o porque sus nervios le hacían comportarse tontamente o en
definitiva, porque aquellas palabras sobre lo lindo que se veía Takehito le
provocaban celos.
- Si yo hubiera llorado también me vería lindo. – frunció el
ceño, tratando de que su voz no se escuchara recelosa.
- Pero para alguien como él, es algo sorpresivo y lindo… me
encanta.
- Suenas como si él te gustara.
- Y que tendría de malo… - sonrió de lado – incluso aunque
no me gusten los hombres, puedo decir que él es bastante lindo y divertido. –
- Si… como no. – Rodo los ojos – ¿Acaso yo no soy divertido?
Incluso todos dicen que soy el más lindo de los cuatro, incluso hasta en
Twitter me lo dicen a cada momento, y también dicen que me vería bien con
cualquiera. – se cruzó de brazos.
- De eso me he dado cuenta… Mao, Ryuuji o hasta con el mismo
KENZO, provocas que todas traten de matarte por verte “tan~” lindo a su lado.
- Hasta contigo me vería lindo.
- Claro que no…
Intetsu sabía de sobra a que se refería el más bajo, tal
cual como el “metiche” de KENZO se lo había dicho, pero a pesar de que él creía
todas las palabras del baterista, necesitaba saberlo y enterarse por sí mismo,
y que mejor que el mismo Yume se lo dijera. Aunque no le gustara para nada la
idea de que le gustara a un hombre y que ese hombre fuera su amigo, así sabría
por lo menos como tratarle a partir de ese momento.
Y Yume no se sintió más ofendido porque de verdad no había
la razón para sentirse de tal manera. Pero aquellas palabras de “Yo me vería
lindo contigo” y aquel “Claro que no” le habían puesto de malas, no sabía ni
porque una persona como el bajista ahora negaba el verse bien a su lado si
había veces que hasta el mismo decía lo contrario.
- ¿Porque no me vería bien a tu lado? – inflo las mejillas.
- Porque te ves mejor con KENZO. Además, ¿No sabias que tú
le gustas?
- No juegues conmigo – sonrió altanero – No estamos hablando
de ese idiota, y por supuesto que yo no le gusto, hasta el más estúpido sabe
que está loco por Hiroto-san… -
- Bien, bien, pero no se tu insistencia del porque me tengo
que ver bien con alguien, en fin, no me importa.
- ¿Quieres darte cuenta que digo la verdad?
- ¿Porque la insistencia? – el bajista comenzaba a odiar
esto, incluso su plan de “descubrir” ya le estaba cansando.
- ¡Porque soy insistente y terco!
- Y como se supone que lo demostrarías.
- Salgamos…
- Okey.
“Salgamos”… esas fueron las palabras simples que el vocal le
había dicho al bajista. Incluso hasta sorprendiéndose de él mismo con esa
pequeña declaración. Pero, entonces ¿porque el más alto estaba con una sonrisa
en los labios? Por qué si se suponía que al bajista no le gustaban los hombres
aceptaba así tan simplemente.
Se sonrojo de sobremanera al darse cuenta cómo es que se
había declarado, al haberlo hecho no de la manera tan especial como lo había
pensado desde hace mucho. Desvió la mirada.
- ¿Porque te sonrojas? – pregunto nervioso. Incluso ni el
mismo se había dado cuenta de que había aceptado a algo como eso.
- ¿P-Porque lo estás tú?
Ambos se miraron a la par, Yume sabía perfectamente del
porqué de su sonrojo, pero, entonces porque Intetsu lo estaba más que él,
porque si se suponía que el señor “a mí no me gustan los hombres” se ponía tan
nervioso con tal declaración. Intetsu sintió la necesidad de salir corriendo,
de ir y mojarse la cara a tal comportamiento. Dio media vuelta, no contestando
la pregunta de Yumehito, tratando de escapar hasta que fue detenido por la mano
del otro.
- Me gustas… - dijo bajo.
- No puedo gustarte, soy un hombre… - jalo su mano, dejando
desconcertado al otro.
- ¡¿Y qué quieres que haga?! Desde hace mucho me siento de
esta manera…
- Te demostrare que dos hombres no pueden estar juntos.
- ¿Y cómo lo harás? ¡¿Me evitaras, me dirás que no saldrás
conmigo o me gritaras que soy todo un marica?!
- ¡Dije que saldría contigo! Si tengo que hacer eso para que
te des cuenta que tus sentimientos están equivocados ¡Lo are!... quiero que te
des cuenta que no puedo cambiar.
- Y yo te demostrare que podre ganar, ¡que ganare todo de
ti…!
- ¡Nada de besos!
- ¡¡Si quiero te los robo!!
Y antes de decir nada más, Yumehito había salido de aquel
lugar, dejando con su coraje al bajista, dejándolo caso jalándose de los
cabellos al haberse visto hablando solo. Si había aceptado era porque solo así haría sufrir al
vocal y se daría cuenta que nada de eso de “Me gustas” seria verdad, estaba
seguro que si rechazaba todo de él se daría cuanta que no funcionaría y al no
ser cariñoso ni nada de eso así Yumehito terminaría completamente convencido
que lo que necesitaba era el amor y cariños de una mujer.
Salió justo después de respirar profundamente por décima
vez, acomodando su cámara digital para comenzar a capturar tomas de camerinos y
escenario.
Tanto le gustaba hacer esto que incluso arriba del escenario
comenzó a tomar fotos de sus amigos, de miembros del staff y de su preciado
bajo. Justo después con la cámara de su celular tomo una foto de el mismo en el
camerino de su amigo guitarrista, mandándola después a las redes sociales para
compartirla con los fans.
- Deja ya tus fotos. – Despeino su cabello castaño ganándose
una sonrisa cariñosa – justo ahora me topé con Yume afuera y estaba enojado. –
- ¿Ah, sí? Qué raro – contesto desinteresado.
- No te hagas el desentendido. – Regaño una tercera persona
– Yume iba gritando cosas como “Maldito Intetsu, yo te enseñare” o “Ya verás
que sederas” – imito aquella voz infantil, tratando de hablar de la misma
manera que el vocalista - ¿Le hiciste algo?
- No, y no sé porque este enojado.
- Humm, nunca se pone así por nada. – Insistió el
guitarrista – en fin, solo vine a avisarte que es hora de irnos, terminaron de
empacar todo, así que apúrate.
Intetsu obedeció saliendo junto con sus amigos del camerino,
topándose en la puerta de la Van con el vocalista, mismo que le fulminaba con
la mirada, que trataba de no golpeara aquel guitarrista que le traía abrazado
por los hombros. Entro, sentándose justo entre el batero y Takehito, dejando en
la parte delantera a Yume quien a pesar de sonreír y bromear con los demás no
dejaba de mirarle de reojo.
- Entonces ¡A celebrar! – grito KENZO
- Si es con cerveza yo te acompaño a la celebración – rio el
guitarrista – vamos Intetsu, hoy no te dejaremos dormir temprano. –
- Lo siento pero Intetsu no podrá. – Contesto Yumehito con
el ceño fruncido – Él me acompañara a algo, así que no po… -
- Yo no dije que iría a algún lado contigo. – Interrumpió –
Así que Chicos, nos vemos en el restaurant del hotel. – sonrió.
- Pero Intetsu~…
Y antes de replicar una vez más, la Van se detuvo. Solo
observo como después el bajista empujaba al batero para salir rápidamente,
arrastrarle y entrar de la misma manera al Hotel, llegando a recepción y
después perderse por el elevador.
- ¿Por eso pelearon?
- ¿Eh? Ah, no… es solo que… - suspiro con pesadez – No pensé
que fuera tan difícil. Tú qué harías, Take-chan… -
- ¡No! A mí tampoco me lo preguntes porque no sabría qué
contestarte. ¿Se lo dijiste?
Ambos llegaron a recepción a donde les entregaron las
llaves, caminando rápidamente a por donde los otros, subiendo al elevador donde
sin decir ni una palabra Takehito dejo que Yume se “controlara”. A pesar de
querer descansar un poco antes de que el baterista llegara a para ir a
“celebrar” decidió ir y escuchar a su afligido amigo. Entrando a la habitación
de Yumehito donde ni un segundo espero para lanzarse sobre la cama.
- Cuéntame… - dijo, cerrando los ojos pero sin dejar de
escucharle, acomodándose entre el colchón y una almohada.
- No importa, incluso si hago lo que él quiera no me hará el
más mínimo caso. Mejor ve a descansar.
- Está bien. – Insistió – Solo cuéntame que fue lo que le
dijiste. –
- Yo, bueno… pues trate de decirle de la mejor manera lo que
sentía, pero pues no me dejo siquiera hacerlo. Cuando estaba apunto de decirlo
tal y como lo ensaye, ¡Me dijo que eras lindo! – grito receloso una vez más,
pegándole incluso al guitarrista en la frente.
- ¡Oye! Que yo no tengo la culpa de que haya dicho que era
lindo – se sobo la frente – pero me imagino que gracias a tu instinto celoso
terminaste diciéndolo mal. –
- ¡Sí! Le dije “Salgamos” y el solo dijo “Okey”, ¿puedes
creer eso? Solo lo dijo para que me diera cuenta que ¡Yo! Estaba equivocado y
ahora no sé qué hacer~
Takehito rodo los ojos. ¿Acaso Yume necesitaba más para
poder decirle sus sentimientos al más alto? Tal vez el vocalista no estaba
entendiendo lo bueno de la situación, y si fuera más atento ya se hubiera dado
cuenta de lo que el guitarrista ya había hecho. Yume solo observo como Takehito
se sentaba en el colchón con las piernas cruzadas, como bostezando sacaba su
celular de la bolsa del pantalón para teclear unos números. El vocal solo
observo paciente y confuso como era que el otro esperaba a que contestaran en
la otra línea.
- ¿Intetsu…? – pregunto al contestar con una sonrisa en los
labios.
- ¡¿QUE?!
- ¡Ah, te engañe! – Rio a carcajadas al ver el miedo,
nervios y sonrojo de su amigo.
- ¡¡Eres un imbécil!
- El imbécil eres tú, que todo te crees… – volvió a reír -
¡Oh no Linda, Miyako-chan~! No a ti no te dije, bueno no… estoy con Yume, si,
Oye recuerdas esos shorts que tanto le gustaban a Intetsu, ¡Sí! Esos los rojos
con cuadros negros de Yume, oye crees poder conseguir unos parecidos para…
¡Ahora! Si, con todo y esas cosas de accesorios… por favor~ ¡Okey! Tráelos sin
que te vea nadie ya estamos en el Hotel, si en su cuarto, adiós linda~… -
Y aun con la maldita confusión y todo, Yumehito aún seguía
–literalmente- con la boca abierta, aun estaba sin entender todo aquello que
había dicho Takehito, aun no entendía ni la milésima parte de completamente
nada, ¿Shorts? ¿Accesorios? ¿La ropa que le gustaba a Intetsu? ¡De qué diablos
estaba hablando! Verdaderamente no entendía nada. Pero un momento.
- ¿Qué? ¿Porque me miras así? – dijo, volviéndose a recostar
sobre la cama.
- Para qué diablos le pediste la ropa.
- Para que te veas “Linda” ah, no perdón, quise decir
“Lindo” – Yumehito entre cerro los ojos.
No tardó más de una hora para cuando la chica quien se
encargaba del maquillaje y vestuario tocaba la puerta con insistencia. Yumehito
aún seguía desconfiando de todo esto, no estaba seguro ni siquiera de que era
lo que le harían y sobre todo para que se lo harían.
Takehito aun bostezando se levantó de la cama abriendo y
dejado entrar a la chica. Esta no tardo para nada en lanzarse hacia Yumehito,
dándole la ropa y sacando todo aquel equipo de maquillaje, cepillos, fijador de
cabello, plancha, tenaza y secadora además de varios accesorios discretos.
- Cuánto tiempo tengo. – dijo la chica tratando de respirar,
mirando al pelinegro.
- Tienes exactamente una hora antes de que venga KENZO a
joder.
- Que es lo que quiere que haga…
- Dejare que cumplas una vez más tu fantasía “Fangirl”. Quiero
que dejes a Yume tal cual como cuando era antes… has de cuenta que habrá sesión
de fotos junto a KENZO, tu sabes, con lo que las chicas como ustedes se
emocionan, solo has lo que quieras.
- Ósea… - los ojos de la chica se iluminaron. – De verdad
Takehito-san ¿Puedo hacer lo que quiera? –
- ¡¿Qué?! ¡NO! Ustedes no pueden hacer eso, ¡No quiero!
- Bien Takehito-san le aseguro que estar orgulloso de mi
trabajo.
- ¡No me están escuchando!~
Yumehito se vio obligado a entrar al baño justo cuando el
pelinegro le empujaba, no supo si el ponerse esa ropa estaría bien. Nunca le
había gustado porque con ese parecía una verdadera niña y más cuando mostraba
sus piernas. No tardó más de quince minutos para cuando su ducha había
terminado, los gritos de su amigo y la chica le apresuraban a cada momento.
Salió descalzo y con la ropa bien puesta, su cabello estaba exageradamente
húmedo y antes de que pudiera decir una vez más que no quería hacer nada de
esto, la chica ya se encontraba haciendo su trabajo secando su cabello.
Takehito si aprovechaba su tiempo. Se había quedado dormido
justo cuando Yumehito salía del baño, dejando todo en manos de la chica para
que dejara al vocal tal cual como esperaba, que lo dejara como aquella vez en
donde hasta el mismo Takehito decía que si solo Yume no fuera su amigo, se lo tiraría en la misma sesión de fotos y
grabación.
Y por lo visto la chica sabía muy bien cuál era el trabajo
asignado, a pesar del corto cabello castaño del vocal podía dejar bien marcadas
esas puntas al aire, dejando unos pequeños bucles en la parte de atrás,
acomodando de la mejor manera su flequillo. Incluso el maquillaje le estaba
quedando tan bien, tan natural pero con unos toques en los parpados que le
hacían ver los ojos algo infantiles, tal cual una muñeca.
- Creo que con esto está perfecto. – una sonrisa y el último
toque en los labios del vocal y la chica quedo completamente satisfecha con su
trabajo.
- ¿Cereza? – se relamió los labios varias veces, probando
ese sabor que desprendían sus labios.
- Es que el brillo se le ve tan… genial~
- ¡Nada de genial! ¡¡Takehito, animal despierta!! – arrojo
un peine sobre su cabeza – mira lo que hizo conmigo~ - chillo.
- Ya, Ya, estoy despier…to… Genial trabajo Miyako…
Los ojos de Takehito se abrieron expectantes, cambiando su
tono de voz a uno seductor. Vaya que este tipo de vestimenta y maquillaje le
encantaban al guitarrista y más cuando todo aquello estaba sobre el cuerpo y
rostro del vocalista. Le encantaba mirarle, le gustaba pensar que Yumehito era
alguien de esos que solo se miran mas no se tocan, incluso había veces que
tenía que salir de las grabaciones para no “desvestirle con la mirada”.
- Gracias Takehito-san, ¿puedo irme ya?
- Si, si, puedes retirarte. – y una vez la chica se fuera
Takehito se señaló sus labios, señalando después los del vocal. - Eso te queda
bien. –
- Es ¡cereza! ¿Puedes creerlo? ¡Dijo que era cereza! – dijo
ofendido, ahora la chica esa lo había
convertido en todo una niña y más ahora dándose cuenta que estaba en lo cierto
al ver la mirada del otro rondando por todo su cuerpo - ¡HEY! deja de mirarme,
estúpido. –
- Pero es que te vez tan… - guardo silencio un momento
mirando el mensaje que había entrado a su celular. – creo que es hora de ir a
divertirnos, trata de no estropear tu maquillaje porque te queda bastante bien…
-
- ¡A qué viene eso!
Takehito hizo caso omiso a los reclamos de su amigo,
saliendo de la habitación incluso no importando de si iba aun con la misma ropa
con la que había llegado del concierto. Caminaba tratando de abrazar al
vocalista el cual solo le empujaba o
codeaba. Pero Takehito no era el único que le trataría así, incluso
KENZO era mucho más terco, era por eso que odiaba con todo su ser ¡vestirse de
esta manera!
Iban llegando al restaurant bar que se encontraba en el
hotel, pudieron visualizar a sus otros dos amigos bebiendo mientras discutían
algo que solo ellos entendían y escuchaban. Yume se había dado cuenta que KENZO
al igual que Intetsu se levantaban al verlos entrar al pequeño establecimiento.
Quiso dar media vuelta e irse y cambiarse por lo menos de ropa para así poder
regresar, pero por lo visto Takehito no se lo permitió.
- ¿Yume? Dios, cuanto hace que no te veía así… - canturreo
mirándole.
- Lindo ¿verdad? – pregunto el guitarrista.
- Lindo…
- La ropa es linda, me gusta.
Entrecerró los ojos, ¡Lo sabía! Sabía que Intetsu solo
miraría la ropa más no a él, sabía que solo se fijaría en cualquier otra cosa
más no en su cuerpo, estaba ahora con el autoestima tan hasta el suelo, odiaba
que solo los demás le alagaran mas no el bajista. Se sentó en una de las sillas
pesadamente, cruzándose de brazos y piernas, manteniendo el ceño fruncido al
igual que los labios.
- ¡Quiero beber! ¡Ahora!
- Lo que tú digas lindura~
Y con una seña el batero llamo al mesero, pidiendo una ronda
de bebidas, siguiendo con una segunda justo después de varios minutos. Todos
platicaban tan divertidos incluso aquella radiante sonrisa del vocal se había
formado después de la segunda ronda.
Intetsu no despegaba la vista del Yumehito, aun no entendía
por qué el vocal hacia todo lo posible para que le diera una verdadera
oportunidad si todo eso era algo que nunca se le cumpliría. Aun así, no podía
dejar de mirarle, era cierto que aquella ropa le encantaba justo como a los
demás, pero más de eso, le gustaba como se le veía a aquel que ahora mismo la
llevaba. Sonrió de lado por darse cuenta de sus pensamientos.
- ¡Quiero otra! – grito con aquellas coloradas mejillas,
haciendo reír a los demás.
- Yume tu no tomas, ya estas borracho. Y eso que eran más
ligeras de las que tome yo.
- No te estoy preguntando, Take-chan~ quiero otra. –
insistió.
- Sera mejor que vayas a dormir, puedes seguir bebiendo
mañana…
- ¡Ah! ¡Teppi-chan se dignó a hablarme! – el nombrado rodo
los ojos.
- Porque mejor no le llevas a que duerma, Intetsu – dijo el
batero – sintiendo la cama caerá rendido y se dormirá, ya le conozco… Nosotros
nos iremos también ya, me dio algo de sueño. –
Accedió, en fin, solo dejaría a su “supuesta pareja” en la
puerta de la habitación y se iría. Creía que estaba borracho, que solo con ver
oscuridad buscaría la cama y dormiría profundamente, pero lo que no sabía es
que no estaba del todo borracho, no sabía que aún estaba en sus cinco sentidos
y mucho menos sabía que el gran amigo Takehito al no gustarle verle tomar para
que cuidara su garganta, le ponía a su bebida la más mínima pisca de alcohol y
si estaba sonrojado de las mejillas, era porque aunque nadie se diera cuenta él
si podía sentir la mirada persistente del bajista.
Caminaban por el lugar, pasando la recepción, esperando por
unos momentos el elevador antes de que pudieran entrar. Intetsu pensaba que el
llevarle abrazo sería buena opción o mejor dicho un buen acto de amistad. Trato
de rodearle la cintura para cuando Yumehito ya rodeaba sus hombros con un
brazo. Ahora si sus nervios estaban al máximo.
No tardaron en llegar a la habitación, donde rápidamente el
vocal saco las llaves de su bolsa y las extendió al bajista, y sin dejar de
tomarle por la cintura este abrió rápidamente. Al notar la oscuridad Yume se
aferró al más alto, rodeando su cuello con ambos brazos, aspirando aquel
delicado perfume que le volvía loco.
- No juegues Yumehito, estás borracho. – Trato de separarle
– Será mejor que duermas. –
- No lo estoy… porque no te quedas un rato conmigo…
- Estás loco. – A pesar de que esas palabras las tomo por
sorpresa, no dudo ni un momento en elevar el tono de voz - ¡No me quedare
contigo! –
- Por favor… - susurro en su oído, sintiendo entre sus
brazos como era que el bajista tragaba saliva – Dijiste que saldrías conmigo… -
- Dije que saldría, mas no que me quedaría aquí contigo.
- Pero…
- ¡Nada! No me quedare aquí yo no…
Los labios del más bajo le callaron completamente. Aquellos
besos que Yume le daba eran algo que simplemente nunca espero recibir. Sentía
como aquellos labios se movían lentamente sobre los suyos, no supo ni como
había sido posible que el otro le acorralara sobre el librerito donde se
encontraba el gran espejo y parte de los maquillajes.
Las manos de Yume bajaron lentamente por su espalda,
provocando algún tipo de escalofrió, no podía incluso pensar muy bien en la
situación en la que se encontraba, aun prácticamente seguía en shock. Su mano
fue guiada por una de las del vocal a los glúteos de este, ayudándole a que
masajeara hasta bajar a su descubierta pierna. Intetsu correspondió despacio,
dejándose besar por el otro, sintiendo ese sabor a licor y un toque dulce en
los labios de Yumehito, aquel sabor cereza que aún permanecía en ellos.
Yumehito se dejó hacer completamente lo que el otro
quisiera, masajeaba las piernas del otro, besaba sus labios con aquella
desesperación, y frotaba su entrepierna con la ya despierta del vocal, este
comenzó a besar su cuello, dejando lamidas por toda la extensión sin dejar de
abrazarle y restregarle su cuerpo. El decir que Intetsu no lo comenzaba a
disfrutar sería una vil mentira, incluso cuando la mano de Yume bajo a su
entrepierna apretando, había gemido tan sensualmente que esto comenzó a
asustarle.
- Intetsu… - gimió – hagámoslo… házmelo hasta el cansancio…
-
Le prendió, todas aquellas palabras provocaron que su
entrepierna comenzara a punzar. Toma al vocal por las caderas, arrojándolo con
brusquedad sobre la cama, subiéndose a su cuerpo cuando Yume se abrazaba a sus
caderas con las piernas. ¿Por qué diablos cedía? ¿Por qué el ver a Yume tan
dispuesto a todo le prendía de sobremanera? ¡Esto estaba mal! Pero más que
estar mal, era algo que ahora simplemente no tenía la más mínima intención de
parar.
Sus manos viajaron por toda la extensión de sus piernas,
llegando a la camisa para así desabrocharlos lentamente. Toco toda aquella piel
descubierta, sintiendo las manos del otro sobre el su pantalón, desabrochándole
rápidamente pidiendo que le hicieran lo mismo. Volvió a besar esos labios,
aquel sabor era idéntico al que tal vez podría sentir de una mujer. Sus manos
bajaron una vez más, llegando a aquel cierre del corto shorts, desabrochándole
para así rozar sus excitaciones en una manera más cercana. Pero algo andaba mal, incluso podía hacerlo cuantas veces
quisiera con aquel hermoso cuerpo, porque si, ahora mismo se daba cuenta que
aquella suave tez de su piel era hermosa. Cambiaron posiciones por movimientos
del vocalista, quedando el bajista bajo su cuerpo, provocándole un miedo
inimaginable uno que le provoco arrojar a Yume a un lado del colchón.
- ¿Que pasa…? – pregunto jadeante.
- Yo no… no puedo… - su piel estaba completamente roja, tan
caliente a causa de la enorme excitación que le había provocado el otro – No puedo
hacer esto… - toco su frente, revolviendo su cabello para después levantarse de
la cama rápidamente – eres mi amigo… y no quiero darte falsas esperanzas… -
- Pero tú… yo de verdad quiero hacerlo…
- Pero yo no, entiéndelo. ¡No puedo hacerlo!
- ¿Porque? – Se hinco sobre la cama – tu correspondiste a
todo lo que hacía… no me digas ahora que no quieres hacerlo, solo será una vez.
- Entiéndelo ¿sí? ¡No lo are! – grito.
- Pero yo…
- ¡¡Esto es asqueroso!! ¡Yo no me acostaría con un hombre!
¡Yo nunca me acostaría conti…! – medir sus palabras ahora mismo ya no sería
posible, lo dicho, dicho estaba y ahora aunque le doliera aquella mirada
cristalina de su amigo, la verdad no lo podía remediar – Yume yo… -
- Vete…
- Perdóname no quise decirte eso, yo no…
- Alguien tan asqueroso como yo no te merece, ¿verdad? – Sus
ojos se llenaron de lágrimas, mas no permitió que salieran – entendí bien lo
que quisiste decir… vete por favor. –
- Lo siento de verdad, no quise decir eso, ¡entiéndeme! Te
quiero, pero no como tú lo haces conmi…
- ¡VETE! – y ante ese grito, Yume solo observo como es que
la silueta del más alto salía por la puerta. Incluso hasta para el mismo era
difícil llorar, y mucho más llorarle a alguien que le había dicho algo como
aquello. Sabía que tal ve todo podía ser “asqueroso” pero incluso también el
hacerlo con una chica resultaría de la misma manera para algunos. No le quedo
más que tratar de dormir aun con las lágrimas saliendo de sus ojos amielados.
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