Secreto entre amigos ~Capitulo único ~

10:08 *Mony-san* 0 Comments

El guardar un secreto no era difícil para algunos y el ocultar esta relación a nuestros amigos tampoco lo era. Siempre actuamos como somos, si nos queremos abrazar lo hacemos, si nos queremos besar, solo tenemos que esperar a llegar a casa.

Yumehito ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, es un chico maravilloso, tierno, amable, siempre expresando lo que siente y dándole consejos a todos los demás.

Hoy sería un día especial para nosotros, especial porque hoy sería el día en el que se cumplían 3 maravillosos años a su lado, y lo más importante… hoy también era su cumpleaños. Mi regalo hace tres años fue una gran fiesta, claro organizada por mí, en la cual todos asistieron, ese día le dije lo que sentía por él, y ese mismo día me acepto como su pareja.

- Amor… tengo hambre~

- Ya despertaste?... – entre a la habitación, encontrándome con un recién despierto Yumehito, con su pelo levemente despeinado, haciéndome unos adorables pucheros.

- Hambre…

- ¡¡Feliz cumpleaños!! - subí a la cama y extendí mis brazos, rápidamente se levantó a abrazarme.

- ¡Gracias! - me dijo contento – y mi regalo?

- Mmmm… hoy no habrá regalo - dije separándolo un poco de mi para poder mirarlo mejor.

Otro puchero se marcó en sus labios, y yo solo me limite a reír divertido, fingió enojo, lo conozco bastante bien, me dio un golpecito en la frente.

- Entonces no habrá regalo?

- Claro que lo hay, pero ahora ve a bañarte, que he preparado tu desayuno… - sonrió maravillado.

- Me has preparado el desayuno… ¡Eres un amor! – junto sus labios con los míos dando un beso tierno, correspondí al instante.

Se separó de mi mirándome emocionado, ya sabía que me preguntaría que era lo que tenía de regalo para el pero al momento que iba a emitir un sonido de su boca yo negué con la cabeza y volvía a juntar mis labios con los suyos.

Se separó  de mí, me saco la lengua y rápidamente entro a la ducha. Salí al comedor, tenía que arreglar todo y tenía que acomodar su regalo, arregle la mesa, puse una vajilla, era un día especial, doblemente especial, escuche cuando la puerta del baño se abría y cerraba en seguida, tardo unos minutos antes de salir.
- Tengo hambre…. – decía mientras me comenzaba a abrazar por detrás – quiero probar que fue lo que hiciste… espero no tenga veneno -

- No cariño, No tiene veneno…. Solo laxante - dije sarcásticamente – Idiota como podría echarle veneno -

- Ya me habías asustado!

- Pues deja de decir tonterías…

Yume fue a sentarse a la mesa, miraba cada detalle de la losa, como si algo le dijera que algo estaba ahí, pero no era asi. Camine con la charola en mano, y comencé a servirle, cuidaba cada detalle, no quería estropear este momento, siempre lo trataba de esta manera en su cumpleaños, porque él me trataba mucho mejor en el mío.

- Estaba rico… - dijo alegre – sí que sabes cocinar!

- Ya lo sabía… sabe mejor que tu comida - me burle.

- Ahhh pues para que te lo sepas, mi comida es mejor que la tuya - se defendió.

- Si?... pues yo hice postre.

- Hiciste postre?.... que hiciste?!... – dijo emocionado.

- No lo diré… dices que tu comida es mejor que la mía, asi que prepárate tu propio postre!

- ¡No!... yo quiero. -  Chillo –  tú haces mejor el desayuno!!... me darás postre?

- Solo lo dices porque te encanta el dulce… - fingí enojo.

- Tú eres dulce y por eso me encantas…

Sabia como ganarme, me encantaba que me hablara de esa manera, me levante para llevarme los platos a la cocina, deje la mesa limpia, y lleve dos platitos con el postre.

- Sabía que me darías!! – rio.

- Que le puedo hacer… tú siempre ganas.

Puse frente a él, el plato donde se encontraba el postre, lo miraba con delicia,  un postre italiano que había sacado de una revista, tenía decorados con frambuesas y una fresa en un lado, había un poco de licor dulce decorando la parte del plato, una rebanada de pastel deliciosa.

- Woo… te pásate, has batallado en hacerlo?

- No… es muy fácil…

- Que buen regalo…  haz cocinado para mí, y además provocaras mis caries. Es un bonito regalo.

- No, te equivocas, ese no es tu regalo… busca bien en ese plato. - le dije.

Yumehito me miro confuso y poco después empezó a espulgar en el plato, me miro una vez mas al no encontrar nada.

- No hay nada…

- Busca bien.

- Pero…

- Esa fresa…  mírala bien.

Le dije y rápidamente la tomo con sus dedos. Le daba vueltas a la fresa hasta que se encontró con el seguro, me miro ilusionado, y la abrió, dentro de aquella fresa se encontraba una cadena plateada, pero sin dije, la saco y la miro sonriente.

- Es hermosa…

- Igual que tú… pero falta algo no crees?... – asintió.

- No tiene dije… - me contesto.

- Tienes que buscarlo… ese es tu otro regalo…

- Otro… pues cuantos regalos tengo… - dijo contento.

- Ya lo sabrás…

Me extendió el collar, quería que se lo pusiera y eso hice, hizo su cabello de lado, y yo la abroche, giro y me abrazo por el cuello, besándome dulcemente en forma de agradecimiento.

- Gracias Amor…

- No hay porque agradecer.

Llamaron a la puerta, había olvidado que los chicos estarían aquí, estarían festejando también el día con Yume, yo había dicho que prestaría mi casa, sabían que Yume solo venia de vez en cuando ya que su “Novia” no lo dejaba solo, una de las cosas que nos daba risa, el decir que teníamos Novia.

- Hola chicos que bueno que llegan - dije al abrir la puerta y darle pasó a los chicos.

- Donde está el festejado. –

- ¡¡Felicidades Yume!! – Grito Intetsu mientras lo abrazaba.

- Me asfixias.

Yumehito había salido rápido de la habitación, cerrándola,  se sentó en el sofá sin moverse de ahí por un rato. Todos platicábamos de cosas sin sentido, la tarde se había pasado rápido eran ahora casi las 7 de la noche.

- Entonces ese… - señalo el collar de Yume – te lo regalo tu novia? – pregunto Takehito.

- Si… apoco no está genial… keni-chan es tan linda~ - Keni-chan?, si asi era como le llamaba a su supuesta novia.

- Y porque no la has traído.

- Porque esta era una noche de amigos… - rio.

- Ya veo…  - Takehito rio de la misma manera.

Habían pasado unos minutos más, tal vez 30, era hora de que se retiraran, se levantaron del sillón mientras nos decían que mañana nos veían en el ensayo, Yume y yo asentimos.

- Yume, no te vayas tan tarde, deja descansar a Kenzo.- le regaño Intetsu, siempre ha sido asi.

- Vale, vale, lo dejare temprano. - contesto.

Nos despedimos con la mano alzada, nuestros compañeros y amigos se habían ido, y ahora tenía toda la noche solo con Yume.

- Conque tu “Novia” es linda  – dije tomándolo por las caderas – Haces que me ponga celoso. – bese su cuello.

- No te pongas celoso… soy solo tuyo.

- Solo mío ehh?...

Lo apegue a mi cuerpo, mientras acariciaba sus glúteos, me volvía loco, todo de él, su cuerpo, su cabello, absolutamente todo, mi mano se paseaba ahora por sus piernas y  caderas, mientras él se abrazaba a mí  pegando su nariz con la mía.

Me comenzaba a excitar, sentía ahora una de sus manos pasearse por mi entrepierna, me besaba el cuello, dejando rastros de marcas rojas por toda la extensión.

- Vamos a la cama… - me pidió y lo comencé a guiar entre besos.

Una vez dentro cerré la puerta, como si alguien nos fuera a ver, lo recosté en la cama mientras yo me acomodaba arriba del aun sin dejar de besarlo, sus manos bajaron a mi pantalón comenzando a desabrocharlo.

- No desesperes… - le susurre en los labios al sentir su mano dentro mi pantalón.

- Hazme el amor… hazme tuyo como si nunca lo fueras a volver a hacer…

Volvió a juntar sus labios con los míos pero esta vez su lengua exploraba mi cavidad bucal, entrelazaba mi lengua con la de él, ese sabor que tanto amaba. En un movimiento rápido me giro ahora quedando el sobre mí, se relamió los labios mientras desabrochaba mi camisa, acariciaba mi pecho, como si nunca lo hubiese hecho, se quitó el solo la camisa, casi arrancándola de su cuerpo, su mirada lujuriosa provocaba que mi miembro comenzara a doler a lo que rápidamente, lo noto.

- Tu amiguito pide mi ayuda… - decía felino mientras se levantaba de mi cuerpo.

Termino de desabrochar mis pantalones y los jalo rápidamente, arrojándolos a cualquier parte de la recamara, volvió a subirse pero esta vez, solo miraba mi despierto sexo, lo tomo con una mano y soplo en la punta, no pude evitar gemir.

- Te gusta asi verdad?... –pregunto mientras dejaba pequeñas lamidas sobre la punta.

No dejo que yo contestara, se metió mi miembro por completo a la boca, no podía dejar de jadear, ni mucho menos soltar gemidos ahogados cuando succionaba deliciosamente, no dure más, termine en la boca de mi pareja, haciendo que se tragara todo por completo.

- Delicioso…

Tomo mi mano con  la suya, dirigiéndola a su entrepierna, pude notar que su excitación estaba completamente dura, a lo que sonreí de lado. Baje su pantalón rápidamente llevándolo junto con sus bóxer, masajeaba su miembro provocando que gimiera.

Besaba su cuello mientras movía mi mano, comencé a masturbarlo haciendo que se descontrolara, bese sus labios, su nariz, sus mejillas, baje dejando rastro de mi saliva por su cuello, pecho, pezones, provocando que se retorciera bajo mi cuerpo.

- Hazlo ya… por favor… - me pidió  hacerlo y yo no me negaría a eso.

Baje hasta llegar a su miembro, lo tome con mi mano y lo metí a mi boca, succionaba mientras lo sacaba y metía, me tomo por los cabellos pidiendo que siguiera el ritmo que había comenzado. Imitando leves envestidas.

- Ahhh… Kenzo, ya no… ahhh ya no aguanto…

Termino en mi boca, su esencia escurría por la comisura de mis labios, torpemente se enderezo a besarme haciendo que ambos compartiéramos el sabor. Lleve tres dedos a su boca y los recibió para asi lubricarlos con su saliva, una vez hecho esto lo recosté, lleve uno de mis dedos a su entrada mientras yo recorría su pecho una vez más.

Movía mi dedo dentro de él, comenzaba a jadear, metí de improviso los otros dos restantes, provocando que gimiera del dolor, una lagrima se escapó de sus ojos.

- Estas bien amor… - asintió leve

- Ahhh… sigue cariño… te quiero… te quiero dentro…

Sonreí, mientras con mis labios quitaba aquellas lágrimas de sus mejillas, movía mis dedos para que se acostumbrara y después de poco tiempo los saque provocándole un gemido maravilloso.

- Ha… hazlo ya…. – decía Yume con dificultad.

Acaricie sus piernas y regrese a besarlo, me correspondió al instante, lleve mis manos una vez más a sus piernas, pero esta vez separándolas un poco para colocar mi sexo en su entrada. Rodo mi cuello con sus mano, y comencé a introducir la punta.

- Naahhh… muévete… ahh… muévete rápido…

Hice caso a su petición, comencé a envestirle lentamente, el mirar su cara sonrojada y sus labios entre abiertos me excitaban, tanta era la excitación que no me había dado cuenta que mis envestidas eran con rapidez y bastantes rudas.
Comenzó a retorcerse bajo mi cuerpo, sus gemidos eras casi gritos, me detuve un momento y me enderece, me miro desconcertado y rápidamente le tome de los brazos para sentarlo sobre mí.

- Mu…muévete… quiero mirarte… - le dije.

Asintió levemente una vez más, se sostuvo tomándome por los hombros, comenzó a mover sus caderas, mientras que los gemidos salían de ambas bocas. Le tome por la cintura, lo bese mientras lo ayudaba a levantarse más, las estocadas eran cada vez más profundas, haciendo que Yumehito arquera un poco la espalda cuando yo tocaba ese punto en el que se volvía totalmente loco.

- Ahhh… Kenzo… mas… más rápido!

- E-eres… hermoso…

Estábamos a punto de llegar al clímax ya que un escalofrió recorrió mi espalda, Yumehito se arqueaba cada vez más mientras se relamía los labios, rasguñaba mi espalda, mientras yo dejaba notorias marcas en su cuello.

- Ahhh…. Yume, te amo…

No me contesto nada, solo dejo salir un ronco gemido al sentir mi semilla dentro de él, a los pocos segundos él lo hizo entre nuestros vientres y recargo su cabeza sobre mi hombro mientras se abrazaba a mí.

- La… la mejor noche…. – dijo con dificultad – el mejor regalo, que me… haz dado…

Le bese, y comencé a mover mis caderas lentamente, aún estaba dentro de Yume, a lo que no podía evitar soltar leves suspiros entre el beso, me separe de el aun sin dejar de moverme, seguía sostenido a mis hombros, sonrió y atrapo mis labios nuevamente, dejándome una notoria mordida en mi labio inferior esto dejaría marcas, sangraba.
Salí de su interior, una vez más dejándome escuchar esos suspiros que tanto me gustan, lo recosté junto a mí, jale las cobijas y nos cobijamos los dos, él se acomodó en mi pecho, recargándose, mientras me miraba tiernamente a los ojos.

- Gracias… - me dijo de repente.

- Porque agradeces?

- Porque este fue el mejor regalo…

- No estés tan seguro… - me miro confuso – Este es tu último regalo… -

Gire un poco mi cuerpo para poder abrir el cajoncito junto a la cama, saque una rosa roja, grande, con los pétalos bastante bien abiertos, cualquier persona amaría esa flor, me miraba confuso y feliz a la vez, la extendí hacia él y la tomo delicadamente.

-  Linda flor… - la miraba atento.

- No es solo una flor… por atención… -

Comenzó a mirarla hasta que noto lo que venía dentro de los pétalos, me miro con los ojos cristalinos, y me dio un beso en la mejilla. No contesto nada más, solo observaba su ultimo regalo, era un lindo dije de plata al igual que la cadena, la giro y vio lo que estaba grabado.

- Gracias… gracias… - su voz comenzaba a quebrarse – Yo también te amo. –

- Es lo menos que te mereces…

Le dije y bese su frente, me acomode una vez más, desabroche la cadena que el tenia puesta y le agregue el ultimo accesorio, lo abrace con fuerza y el correspondió para asi quedarse dormido.
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Un día nuevo, era temprano, demasiado como para haber dormido tan poco la noche anterior, me removí un poco tratando de levantarme, pero no pude, me abrazaban fuertemente por la cintura, me volví a mover un poco y pude ver que tenía a Yume aferrado a mí.

- Despierta Yume~chun… - le susurre al oído.

- Nhhh…

-  Tenemos ensayo… vamos, despierta. - Se aferraba cada vez más.

- No quiero… - hizo un puchero aun si abrir sus ojos, totalmente adorable.

- Vamos Yume… tenemos que bañarnos… - me levante dejándolo colgado a mí – Yume por favor, vamos a bañarnos o me bañare solo… -

- Bien – hizo un puchero mientras se restregaba los ojos. – vamos a bañarnos, solo bañarnos. - este que se piensa!

- He dicho a bañarnos… eres un pervertido…

- Tú me has hecho asi, no te quejes… además te gusta que yo sea asi… - sonrió mientras se acercaba a besarme y a meter su mano sobre la pijama.

- Basta, se nos ara tarde. - dije alejándome un poco, si me dejaba llevar, no llegaríamos ni a despedirnos de los chicos.

- Aburrido… - entro primero al baño – Te espero o empiezo… -
Suspire, me encamine al baño y entre, el me recibió con un abrazo y beso mi cuello, suspire, no lo pude resistir, me miro insistente y después me soltó.

- Te dejare por ahora… no quiero que mi Keni-chan se enoje…

- Muérete.

- Vamos Keni-chan, o quieres que también te ayude con eso… - apunto mis pantalones.

- Idiota…

Nos bañamos, no puedo decir que tranquilamente, porque eso sería algo imposible, me tocaba y yo me dejaba llevar, me besaba y yo hacía lo mismo, recordé el ensayo y lo tranquilice, tranquilizándome yo también. Salimos de la ducha y como siempre nos dedicamos a buscar nuestras ropas en silencio.

- Mira Kenzo, porque no te pones esta… - me enseñaba una camisa.

- Porque escoges tú mi ropa…  - le mire con reproche.

- ¡Porque quiero! Además está linda… - se acercó y la fue poniendo a mi cuerpo – se ve bien, no? – ahora abrochaba de los botones.

- Siempre me escoges la ropa…

- Y tú siempre me ayudas con la mía… siéntete agradecido…

- Serás tonto!...

- Dime amor, cual me recomienda. - me enseñaba ahora sus mejores camisas – amor?

- La que sea… cualquiera se te ve bien…

- Mmm~

Terminamos después de unos minutos, ahora nos encontrábamos tomando el desayuno. En silencio como siempre lo hacíamos, solo nos mirábamos y nos sonreíamos. Salimos de la casa poco tiempo después, íbamos en el coche, mi coche, llegamos rápidamente y puntuales, entramos a la compañía, caminábamos por los pasillos mientras nos tomábamos de la mano, no había nadie, siempre éramos los primeros en llegar.

- Me canse… - decía Yume tumbándose en uno de los silloncitos.

- Pero si no venias caminando.

- ¡Y!... aun asi me canse.

- De que te cansaste Yume-chan…. – decía Intetsu entrando.

- De caminar…

- Te has venido caminando?... – pregunto una vez más el bajista.

- No he venido con Kenzo… pero me canse de caminar por los pasillos… - Intetsu rio y yo solo negué con la cabeza.

- Buenos días chicos. – decía ahora el otro guitarrista entrando.

- Buenas… - contestamos todos – qué pasa?, porque ríes Intetsu?, pareces tonto –

- Cállate Take… Yume que dice puras tonterías… - volvió a reír – dice que está cansado por caminar por los pasillos. –

- Seguro tuvo una noche larga con su novia.

- Maravillosa… - sonrió satisfactoriamente. – la mejor noche… - no pude evitar sonrojarme al sentir su mirada.

- Vaya, sí que fue intensa… - rio Takehito – y que te ha regalado Keni-san por tu cumpleaños? – curioseo.

- Mira… -  enseño su cadena – apoco no te da envidia! –

- es genial… de seguro le costó una fortuna y tú que ni te lo mereces….

- Oye que yo me merezco todo! Sino no me lo hubiera regalado… - hizo un puchero. – como la amo. –

- Mucho amor. - rio Intetsu – espero encontrar a una chica como tú novia –

- Y no prefieres un novio… – dijo Takehito.

- En tus sueños idiota…

Reímos Yume y yo al ver la cara de Takehito, dejamos la conversación para después y nos dedicamos a ensayar, el tiempo se pasó normal, ni aburrido, ni muy bueno, estábamos acomodando nuestros instrumentos, Yume ya lo había hecho, ahora él se encontraba sentado esperando.

- Rápido Kenzo, quiero que vayamos a un lugar, necesito hacer algo para Keni y necesito tus consejos… quiero agradecerle por lo de anoche. - me miro pervertida mente.

- Y yo porque tengo que ayudarte!! – me queje
- ¡¡Porque eres mi amigo!! – chillo. Me apresure a terminar de recoger las cosas y cuando la hice me acerque a él.  

- Vamos antes de que me arrepienta… - le dije sentándome y rápidamente me abrazo, mire a los chicos y solo reían. – Suéltame y ya vamos - me sonroje.

Salimos de la sala de ensayos sin antes despedirnos, caminábamos una vez más por los pasillos y Yume se quejó por la caminata, miraba para todos lados, y de repente entrelazo sus dedos con los míos, salimos asi de la compañía y nos apresuramos a la casa, que cosa era lo que quería?, eso ni se preguntaba, era obvio lo que quería, Yume es una persona bastante pervertida.

- Ahora serás mío cariño… - me dijo besando mi cuello, me encontraba estacionando el coche.

- Ni soñarlo… - sonreí y gire a robarle un beso el cual fue correspondido al instante.

- Algún día le diremos lo nuestro a los chicos? –se sentó sobre mí.

- Puede ser, pero por el momento… este será nuestro secreto de amigos. - una vez más me beso, correspondí, salimos del carro, lo lleve cargado por la cintura hasta la casa, me guio entre besos a la recamara y aproveche para tumbarlo sobre el colchón, me desvistió, y yo hice lo mismo con su cuerpo…

Lo demás ya se lo sabía todo…
…………………………………………..

- Son unos imbéciles… - reía Intetsu.

- Hasta ahorita, no lo saben ocultar… - correspondían a las risas Takehito.

- Nadie se traga ese cuento de secretos entre amigos, todos sabemos que están saliendo desde hace años… -

- Son algo idiotas pero, algún día les diremos lo nuestro?

- No, sigamos jugando su juego… - sonrió mientras se acercaba a abrazar al guitarrista.

- Al fin y al cabo, nosotros también tenemos nuestro secretos… - Takehito tomo de la cintura al bajista, besándolo apasionadamente.
  
~ F I N ~ 


Gracias por siempre leerme...

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