Secreto entre amigos ~Capitulo único ~
El guardar un secreto no era difícil para
algunos y el ocultar esta relación a nuestros amigos tampoco lo era. Siempre
actuamos como somos, si nos queremos abrazar lo hacemos, si nos queremos besar,
solo tenemos que esperar a llegar a casa.
Yumehito ha sido lo mejor que me ha
pasado en la vida, es un chico maravilloso, tierno, amable, siempre expresando
lo que siente y dándole consejos a todos los demás.
Hoy sería un día especial para
nosotros, especial porque hoy sería el día en el que se cumplían 3 maravillosos
años a su lado, y lo más importante… hoy también era su cumpleaños. Mi regalo
hace tres años fue una gran fiesta, claro organizada por mí, en la cual todos
asistieron, ese día le dije lo que sentía por él, y ese mismo día me acepto
como su pareja.
- Amor… tengo hambre~
- Ya despertaste?... – entre a la habitación,
encontrándome con un recién despierto Yumehito, con su pelo levemente
despeinado, haciéndome unos adorables pucheros.
- Hambre…
- ¡¡Feliz cumpleaños!! - subí a la cama
y extendí mis brazos, rápidamente se levantó a abrazarme.
- ¡Gracias! - me dijo contento – y mi
regalo?
- Mmmm… hoy no habrá regalo - dije
separándolo un poco de mi para poder mirarlo mejor.
Otro puchero se marcó en sus labios, y
yo solo me limite a reír divertido, fingió enojo, lo conozco bastante bien, me
dio un golpecito en la frente.
- Entonces no habrá regalo?
- Claro que lo hay, pero ahora ve a
bañarte, que he preparado tu desayuno… - sonrió maravillado.
- Me has preparado el desayuno… ¡Eres
un amor! – junto sus labios con los míos dando un beso tierno, correspondí al
instante.
Se separó de mi mirándome emocionado,
ya sabía que me preguntaría que era lo que tenía de regalo para el pero al
momento que iba a emitir un sonido de su boca yo negué con la cabeza y volvía a
juntar mis labios con los suyos.
Se separó de mí, me saco la lengua y rápidamente entro
a la ducha. Salí al comedor, tenía que arreglar todo y tenía que acomodar su
regalo, arregle la mesa, puse una vajilla, era un día especial, doblemente
especial, escuche cuando la puerta del baño se abría y cerraba en seguida,
tardo unos minutos antes de salir.
- Tengo hambre…. – decía mientras me
comenzaba a abrazar por detrás – quiero probar que fue lo que hiciste… espero
no tenga veneno -
- No cariño, No tiene veneno…. Solo
laxante - dije sarcásticamente – Idiota como podría echarle veneno -
- Ya me habías asustado!
- Pues deja de decir tonterías…
Yume fue a sentarse a la mesa, miraba
cada detalle de la losa, como si algo le dijera que algo estaba ahí, pero no
era asi. Camine con la charola en mano, y comencé a servirle, cuidaba cada
detalle, no quería estropear este momento, siempre lo trataba de esta manera en
su cumpleaños, porque él me trataba mucho mejor en el mío.
- Estaba rico… - dijo alegre – sí que
sabes cocinar!
- Ya lo sabía… sabe mejor que tu comida
- me burle.
- Ahhh pues para que te lo sepas, mi
comida es mejor que la tuya - se defendió.
- Si?... pues yo hice postre.
- Hiciste postre?.... que hiciste?!...
– dijo emocionado.
- No lo diré… dices que tu comida es
mejor que la mía, asi que prepárate tu propio postre!
- ¡No!... yo quiero. - Chillo – tú haces mejor el desayuno!!... me darás
postre?
- Solo lo dices porque te encanta el
dulce… - fingí enojo.
- Tú eres dulce y por eso me encantas…
Sabia como ganarme, me encantaba que me
hablara de esa manera, me levante para llevarme los platos a la cocina, deje la
mesa limpia, y lleve dos platitos con el postre.
- Sabía que me darías!! – rio.
- Que le puedo hacer… tú siempre ganas.
Puse frente a él, el plato donde se
encontraba el postre, lo miraba con delicia,
un postre italiano que había sacado de una revista, tenía decorados con
frambuesas y una fresa en un lado, había un poco de licor dulce decorando la
parte del plato, una rebanada de pastel deliciosa.
- Woo… te pásate, has batallado en
hacerlo?
- No… es muy fácil…
- Que buen regalo… haz cocinado para mí, y además provocaras mis
caries. Es un bonito regalo.
- No, te equivocas, ese no es tu regalo…
busca bien en ese plato. - le dije.
Yumehito me miro confuso y poco después
empezó a espulgar en el plato, me miro una vez mas al no encontrar nada.
- No hay nada…
- Busca bien.
- Pero…
- Esa fresa… mírala bien.
Le dije y rápidamente la tomo con sus
dedos. Le daba vueltas a la fresa hasta que se encontró con el seguro, me miro ilusionado,
y la abrió, dentro de aquella fresa se encontraba una cadena plateada, pero sin
dije, la saco y la miro sonriente.
- Es hermosa…
- Igual que tú… pero falta algo no
crees?... – asintió.
- No tiene dije… - me contesto.
- Tienes que buscarlo… ese es tu otro
regalo…
- Otro… pues cuantos regalos tengo… -
dijo contento.
- Ya lo sabrás…
Me extendió el collar, quería que se lo
pusiera y eso hice, hizo su cabello de lado, y yo la abroche, giro y me abrazo
por el cuello, besándome dulcemente en forma de agradecimiento.
- Gracias Amor…
- No hay porque agradecer.
Llamaron a la puerta, había olvidado
que los chicos estarían aquí, estarían festejando también el día con Yume, yo había
dicho que prestaría mi casa, sabían que Yume solo venia de vez en cuando ya que
su “Novia” no lo dejaba solo, una de las cosas que nos daba risa, el decir que
teníamos Novia.
- Hola chicos que bueno que llegan -
dije al abrir la puerta y darle pasó a los chicos.
- Donde está el festejado. –
- ¡¡Felicidades Yume!! – Grito Intetsu
mientras lo abrazaba.
- Me asfixias.
Yumehito había salido rápido de la habitación,
cerrándola, se sentó en el sofá sin
moverse de ahí por un rato. Todos platicábamos de cosas sin sentido, la tarde
se había pasado rápido eran ahora casi las 7 de la noche.
- Entonces ese… - señalo el collar de
Yume – te lo regalo tu novia? – pregunto Takehito.
- Si… apoco no está genial… keni-chan
es tan linda~ - Keni-chan?, si asi era como le llamaba a su supuesta novia.
- Y porque no la has traído.
- Porque esta era una noche de amigos…
- rio.
- Ya veo… - Takehito rio de la misma manera.
Habían pasado unos minutos más, tal vez
30, era hora de que se retiraran, se levantaron del sillón mientras nos decían
que mañana nos veían en el ensayo, Yume y yo asentimos.
- Yume, no te vayas tan tarde, deja
descansar a Kenzo.- le regaño Intetsu, siempre ha sido asi.
- Vale, vale, lo dejare temprano. -
contesto.
Nos despedimos con la mano alzada,
nuestros compañeros y amigos se habían ido, y ahora tenía toda la noche solo
con Yume.
- Conque tu “Novia” es linda – dije tomándolo por las caderas – Haces que
me ponga celoso. – bese su cuello.
- No te pongas celoso… soy solo tuyo.
- Solo mío ehh?...
Lo apegue a mi cuerpo, mientras
acariciaba sus glúteos, me volvía loco, todo de él, su cuerpo, su cabello,
absolutamente todo, mi mano se paseaba ahora por sus piernas y caderas, mientras él se abrazaba a mí pegando su nariz con la mía.
Me comenzaba a excitar, sentía ahora
una de sus manos pasearse por mi entrepierna, me besaba el cuello, dejando
rastros de marcas rojas por toda la extensión.
- Vamos a la cama… - me pidió y lo
comencé a guiar entre besos.
Una vez dentro cerré la puerta, como si
alguien nos fuera a ver, lo recosté en la cama mientras yo me acomodaba arriba del
aun sin dejar de besarlo, sus manos bajaron a mi pantalón comenzando a
desabrocharlo.
- No desesperes… - le susurre en los labios
al sentir su mano dentro mi pantalón.
- Hazme el amor… hazme tuyo como si
nunca lo fueras a volver a hacer…
Volvió a juntar sus labios con los míos
pero esta vez su lengua exploraba mi cavidad bucal, entrelazaba mi lengua con
la de él, ese sabor que tanto amaba. En un movimiento rápido me giro ahora
quedando el sobre mí, se relamió los labios mientras desabrochaba mi camisa,
acariciaba mi pecho, como si nunca lo hubiese hecho, se quitó el solo la
camisa, casi arrancándola de su cuerpo, su mirada lujuriosa provocaba que mi
miembro comenzara a doler a lo que rápidamente, lo noto.
- Tu amiguito pide mi ayuda… - decía
felino mientras se levantaba de mi cuerpo.
Termino de desabrochar mis pantalones y
los jalo rápidamente, arrojándolos a cualquier parte de la recamara, volvió a
subirse pero esta vez, solo miraba mi despierto sexo, lo tomo con una mano y
soplo en la punta, no pude evitar gemir.
- Te gusta asi verdad?... –pregunto
mientras dejaba pequeñas lamidas sobre la punta.
No dejo que yo contestara, se metió mi
miembro por completo a la boca, no podía dejar de jadear, ni mucho menos soltar
gemidos ahogados cuando succionaba deliciosamente, no dure más, termine en la
boca de mi pareja, haciendo que se tragara todo por completo.
- Delicioso…
Tomo mi mano con la suya, dirigiéndola a su entrepierna, pude
notar que su excitación estaba completamente dura, a lo que sonreí de lado.
Baje su pantalón rápidamente llevándolo junto con sus bóxer, masajeaba su
miembro provocando que gimiera.
Besaba su cuello mientras movía mi mano,
comencé a masturbarlo haciendo que se descontrolara, bese sus labios, su nariz,
sus mejillas, baje dejando rastro de mi saliva por su cuello, pecho, pezones,
provocando que se retorciera bajo mi cuerpo.
- Hazlo ya… por favor… - me pidió hacerlo y yo no me negaría a eso.
Baje hasta llegar a su miembro, lo tome
con mi mano y lo metí a mi boca, succionaba mientras lo sacaba y metía, me tomo
por los cabellos pidiendo que siguiera el ritmo que había comenzado. Imitando
leves envestidas.
- Ahhh… Kenzo, ya no… ahhh ya no
aguanto…
Termino en mi boca, su esencia escurría
por la comisura de mis labios, torpemente se enderezo a besarme haciendo que
ambos compartiéramos el sabor. Lleve tres dedos a su boca y los recibió para
asi lubricarlos con su saliva, una vez hecho esto lo recosté, lleve uno de mis
dedos a su entrada mientras yo recorría su pecho una vez más.
Movía mi dedo dentro de él, comenzaba a
jadear, metí de improviso los otros dos restantes, provocando que gimiera del
dolor, una lagrima se escapó de sus ojos.
- Estas bien amor… - asintió leve
- Ahhh… sigue cariño… te quiero… te
quiero dentro…
Sonreí, mientras con mis labios quitaba
aquellas lágrimas de sus mejillas, movía mis dedos para que se acostumbrara y
después de poco tiempo los saque provocándole un gemido maravilloso.
- Ha… hazlo ya…. – decía Yume con
dificultad.
Acaricie sus piernas y regrese a
besarlo, me correspondió al instante, lleve mis manos una vez más a sus
piernas, pero esta vez separándolas un poco para colocar mi sexo en su entrada.
Rodo mi cuello con sus mano, y comencé a introducir la punta.
- Naahhh… muévete… ahh… muévete rápido…
Hice caso a su petición, comencé a
envestirle lentamente, el mirar su cara sonrojada y sus labios entre abiertos
me excitaban, tanta era la excitación que no me había dado cuenta que mis
envestidas eran con rapidez y bastantes rudas.
Comenzó a retorcerse bajo mi cuerpo,
sus gemidos eras casi gritos, me detuve un momento y me enderece, me miro
desconcertado y rápidamente le tome de los brazos para sentarlo sobre mí.
- Mu…muévete… quiero mirarte… - le
dije.
Asintió levemente una vez más, se
sostuvo tomándome por los hombros, comenzó a mover sus caderas, mientras que
los gemidos salían de ambas bocas. Le tome por la cintura, lo bese mientras lo
ayudaba a levantarse más, las estocadas eran cada vez más profundas, haciendo
que Yumehito arquera un poco la espalda cuando yo tocaba ese punto en el que se
volvía totalmente loco.
- Ahhh… Kenzo… mas… más rápido!
- E-eres… hermoso…
Estábamos a punto de llegar al clímax
ya que un escalofrió recorrió mi espalda, Yumehito se arqueaba cada vez más
mientras se relamía los labios, rasguñaba mi espalda, mientras yo dejaba
notorias marcas en su cuello.
- Ahhh…. Yume, te amo…
No me contesto nada, solo dejo salir un
ronco gemido al sentir mi semilla dentro de él, a los pocos segundos él lo hizo
entre nuestros vientres y recargo su cabeza sobre mi hombro mientras se
abrazaba a mí.
- La… la mejor noche…. – dijo con
dificultad – el mejor regalo, que me… haz dado…
Le bese, y comencé a mover mis caderas
lentamente, aún estaba dentro de Yume, a lo que no podía evitar soltar leves
suspiros entre el beso, me separe de el aun sin dejar de moverme, seguía
sostenido a mis hombros, sonrió y atrapo mis labios nuevamente, dejándome una
notoria mordida en mi labio inferior esto
dejaría marcas, sangraba.
Salí de su interior, una vez más
dejándome escuchar esos suspiros que tanto me gustan, lo recosté junto a mí,
jale las cobijas y nos cobijamos los dos, él se acomodó en mi pecho,
recargándose, mientras me miraba tiernamente a los ojos.
- Gracias… - me dijo de repente.
- Porque agradeces?
- Porque este fue el mejor regalo…
- No estés tan seguro… - me miro
confuso – Este es tu último regalo… -
Gire un poco mi cuerpo para poder abrir
el cajoncito junto a la cama, saque una rosa roja, grande, con los pétalos
bastante bien abiertos, cualquier persona amaría esa flor, me miraba confuso y
feliz a la vez, la extendí hacia él y la tomo delicadamente.
-
Linda flor… - la miraba atento.
- No es solo una flor… por atención… -
Comenzó a mirarla hasta que noto lo que
venía dentro de los pétalos, me miro con los ojos cristalinos, y me dio un beso
en la mejilla. No contesto nada más, solo observaba su ultimo regalo, era un
lindo dije de plata al igual que la cadena, la giro y vio lo que estaba
grabado.
- Gracias… gracias… - su voz comenzaba
a quebrarse – Yo también te amo. –
- Es lo menos que te mereces…
Le dije y bese su frente, me acomode
una vez más, desabroche la cadena que el tenia puesta y le agregue el ultimo
accesorio, lo abrace con fuerza y el correspondió para asi quedarse dormido.
……………………………………………………………………….
Un día nuevo, era temprano, demasiado
como para haber dormido tan poco la noche anterior, me removí un poco tratando
de levantarme, pero no pude, me abrazaban fuertemente por la cintura, me volví
a mover un poco y pude ver que tenía a Yume aferrado a mí.
- Despierta Yume~chun… - le susurre al
oído.
- Nhhh…
-
Tenemos ensayo… vamos, despierta. - Se aferraba cada vez más.
- No quiero… - hizo un puchero aun si
abrir sus ojos, totalmente adorable.
- Vamos Yume… tenemos que bañarnos… -
me levante dejándolo colgado a mí – Yume por favor, vamos a bañarnos o me
bañare solo… -
- Bien – hizo un puchero mientras se
restregaba los ojos. – vamos a bañarnos, solo bañarnos. - este que se piensa!
- He dicho a bañarnos… eres un
pervertido…
- Tú me has hecho asi, no te quejes…
además te gusta que yo sea asi… - sonrió mientras se acercaba a besarme y a
meter su mano sobre la pijama.
- Basta, se nos ara tarde. - dije
alejándome un poco, si me dejaba llevar, no llegaríamos ni a despedirnos de los
chicos.
- Aburrido… - entro primero al baño – Te
espero o empiezo… -
Suspire, me encamine al baño y entre,
el me recibió con un abrazo y beso mi cuello, suspire, no lo pude resistir, me
miro insistente y después me soltó.
- Te dejare por ahora… no quiero que mi
Keni-chan se enoje…
- Muérete.
- Vamos Keni-chan, o quieres que
también te ayude con eso… - apunto mis pantalones.
- Idiota…
Nos bañamos, no puedo decir que
tranquilamente, porque eso sería algo imposible, me tocaba y yo me dejaba
llevar, me besaba y yo hacía lo mismo, recordé el ensayo y lo tranquilice,
tranquilizándome yo también. Salimos de la ducha y como siempre nos dedicamos a
buscar nuestras ropas en silencio.
- Mira Kenzo, porque no te pones esta…
- me enseñaba una camisa.
- Porque escoges tú mi ropa… - le mire con reproche.
- ¡Porque quiero! Además está linda… -
se acercó y la fue poniendo a mi cuerpo – se ve bien, no? – ahora abrochaba de
los botones.
- Siempre me escoges la ropa…
- Y tú siempre me ayudas con la mía…
siéntete agradecido…
- Serás tonto!...
- Dime amor, cual me recomienda. - me
enseñaba ahora sus mejores camisas – amor?
- La que sea… cualquiera se te ve bien…
- Mmm~
Terminamos después de unos minutos,
ahora nos encontrábamos tomando el desayuno. En silencio como siempre lo
hacíamos, solo nos mirábamos y nos sonreíamos. Salimos de la casa poco tiempo
después, íbamos en el coche, mi coche, llegamos rápidamente y puntuales,
entramos a la compañía, caminábamos por los pasillos mientras nos tomábamos de
la mano, no había nadie, siempre éramos los primeros en llegar.
- Me canse… - decía Yume tumbándose en uno
de los silloncitos.
- Pero si no venias caminando.
- ¡Y!... aun asi me canse.
- De que te cansaste Yume-chan…. – decía
Intetsu entrando.
- De caminar…
- Te has venido caminando?... –
pregunto una vez más el bajista.
- No he venido con Kenzo… pero me canse
de caminar por los pasillos… - Intetsu rio y yo solo negué con la cabeza.
- Buenos días chicos. – decía ahora el
otro guitarrista entrando.
- Buenas… - contestamos todos – qué
pasa?, porque ríes Intetsu?, pareces tonto –
- Cállate Take… Yume que dice puras
tonterías… - volvió a reír – dice que está cansado por caminar por los
pasillos. –
- Seguro tuvo una noche larga con su
novia.
- Maravillosa… - sonrió
satisfactoriamente. – la mejor noche… - no pude evitar sonrojarme al sentir su
mirada.
- Vaya, sí que fue intensa… - rio
Takehito – y que te ha regalado Keni-san por tu cumpleaños? – curioseo.
- Mira… - enseño su cadena – apoco no te da envidia! –
- es genial… de seguro le costó una
fortuna y tú que ni te lo mereces….
- Oye que yo me merezco todo! Sino no
me lo hubiera regalado… - hizo un puchero. – como la amo. –
- Mucho amor. - rio Intetsu – espero
encontrar a una chica como tú novia –
- Y no prefieres un novio… – dijo
Takehito.
- En tus sueños idiota…
Reímos Yume y yo al ver la cara de
Takehito, dejamos la conversación para después y nos dedicamos a ensayar, el
tiempo se pasó normal, ni aburrido, ni muy bueno, estábamos acomodando nuestros
instrumentos, Yume ya lo había hecho, ahora él se encontraba sentado esperando.
- Rápido Kenzo, quiero que vayamos a un
lugar, necesito hacer algo para Keni y necesito tus consejos… quiero
agradecerle por lo de anoche. - me miro pervertida mente.
- Y yo porque tengo que ayudarte!! – me
queje
- ¡¡Porque eres mi amigo!! – chillo. Me
apresure a terminar de recoger las cosas y cuando la hice me acerque a él.
- Vamos antes de que me arrepienta… -
le dije sentándome y rápidamente me abrazo, mire a los chicos y solo reían. – Suéltame
y ya vamos - me sonroje.
Salimos de la sala de ensayos sin antes
despedirnos, caminábamos una vez más por los pasillos y Yume se quejó por la
caminata, miraba para todos lados, y de repente entrelazo sus dedos con los míos,
salimos asi de la compañía y nos apresuramos a la casa, que cosa era lo que quería?,
eso ni se preguntaba, era obvio lo que quería, Yume es una persona bastante
pervertida.
- Ahora serás mío cariño… - me dijo
besando mi cuello, me encontraba estacionando el coche.
- Ni soñarlo… - sonreí y gire a robarle
un beso el cual fue correspondido al instante.
- Algún día le diremos lo nuestro a los
chicos? –se sentó sobre mí.
- Puede ser, pero por el momento… este
será nuestro secreto de amigos. - una
vez más me beso, correspondí, salimos del carro, lo lleve cargado por la
cintura hasta la casa, me guio entre besos a la recamara y aproveche para
tumbarlo sobre el colchón, me desvistió, y yo hice lo mismo con su cuerpo…
Lo demás ya se lo sabía todo…
…………………………………………..
- Son unos imbéciles… - reía Intetsu.
- Hasta ahorita, no lo saben ocultar… -
correspondían a las risas Takehito.
- Nadie se traga ese cuento de secretos entre amigos, todos sabemos que
están saliendo desde hace años… -
- Son algo idiotas pero, algún día les
diremos lo nuestro?
- No, sigamos jugando su juego… - sonrió
mientras se acercaba a abrazar al guitarrista.
- Al fin y al cabo, nosotros también
tenemos nuestro secretos… - Takehito tomo de la cintura al bajista, besándolo
apasionadamente.
~
F I N ~
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