Solo contigo ~Capitulo único ~
Era uno de esos días, uno de los pocos días aburridos que pasaban después de los arreglos para un buen concierto. Todos acomodaban cada cosa que debían utilizar, esta vez estaban en medio del escenario ayudando a acomodar cables, ordenando al Staff a que dejaran todo prácticamente en su lugar.
Takehito peleaba a causa del espacio en
donde estaban colocadas sus bocinas y amplificadores, ¿es que acaso nadie ponía
atención a lo que él decía? ¿Acaso nadie estaba atento que él al ser el
guitarrista debía de tener un buen espacio en el escenario a un lado del vocal?
Estaba histérico, eso era todo.
- ¡¿Nadie puede hacer lo que les pido?!
– Grito, no furioso pero si molesto – Todo está mal, si camino hacia la derecha
pisare los cables y puedo desconectarlos a causa de ello. –
- Disculpe Takehito san, ya lo arreglo.
Aquel intimidado chico del Staff corrió
ante el pedimento de este. Takehito había suspirado con pesadez sentándose
frente a la batería observando como Intestu seguía ensayando con el bajo
mientras Kenzo y Yume platicaban animadamente.
Frunció el ceño.
Qué diablos hacia Yumehito con el otro,
y porque diablos sonreía de aquella manera tan... coqueta. Chasqueo los
dientes, regresando a su guitarra, enfadándose más de lo que ya estaba,
comenzando a tocar notas para ir a la par con el bajista. El cual rápidamente giro a verle, era bastante raro que Takehito le siguiera los pasos
cuando cada uno debería de ensayar lo que les placiera.
Elevo su mirada hacia las sillas del
frente, sonriendo al ver porque aquel cambio tan drástico de Takehito. Cambio
su melodía provocando que el guitarrista hiciera chillar su guitarra.
Sonrió mientras una de las maquillistas
les llamaba.
- Takehito san, Kenzo san… - Aquella
chica hizo un ademan con las manos para llamar su atención. – Es hora de
arreglarlos –
Los dos mencionados caminaron junto con
ella, dejando al bajista y a vocal completamente solos uno sobre el escenario y
uno sentado en primera fila. Intetsu dejo de lado su bajo y se sentó en una
orilla mientras Yume se levantaba y se recargaba en la pequeña malla que estaba
como separación.
Ambos miraron hacia todos lados.
- ¿Aun no se atreve, verdad? – pregunto
el bajista.
- Ni se atreverá… ¿crees que es mejor
adelantarme yo?
Intetsu negó con la cabeza – Espera un
poco más, yo sé que te lo dirá, él te quiere.
- Y tú no sabes cuánto es que lo quiero
yo a él… - suspiro.
- Es tan bonito lo que sientes~
Yume rodo los ojos mientras sonreía. A
pesar de que el bajista no tuviera ese tipo de inclinaciones le entendía bastante bien y le ayudaba a saber
esperar. Yume sabía perfectamente que le gustaba a Takehito. De primero pensó
que solo era juego todas aquellas insinuaciones hacia su persona, pero aquella
vez que le escucho hablar por teléfono se había enterado que efectivamente,
ambos sentían lo mismo.
Pero el guitarrista era algo terco e
indeciso, por más de que Yume daba a entender sus sentimientos de una manera
más que obvia, Takehito aún se sentía algo cohibido. Y la desesperación del
vocalista ya era mucha, ya no aguantaba estar cerca de él sin sentir como su
estómago se contraía, como sus manos de alguna manera le sudaban, simplemente
se aguantaba de no arrojarse a él para besarle.
Lo mejor era hablar de una buena vez.
- Se lo diré cuando termine el
concierto – dijo decidido.
- Estas seguro? – Yume asintió –
Entonces, te deseo suerte. –
- Esperemos que no me haya equivocado…
- ¡Claro que no! Yo sé que te quiere,
se le nota bastante.
De alguna manera eso le dio más fuerzas.
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Takehito aun seguía con aquella mala
cara, no le había parecido una buena idea compartir su oxígeno en estos
momentos con el batero. Era una malísima idea.
Kenzo estaba tan sonriente,
platicándole a la estilista algo que al parecer el vocal le había contado,
aquellas sonrisas de ambos le asqueaban, quienes se creían para hablar de Yume
cuando él estaba escuchando, cuando Takehito estaba ahí con ellos. Pero había
algo, Oh Takehito, nadie sabía nada de
su amor secreto hacia Yumehito.
Entonces no tenía por qué enfadarse, ¿no?
- Takehito san… asi está bien, o
levantamos un poco más - Aquella chica
mantenía el bote de sprit en la mano
mirándole por el espejo.
- Déjalo como quieras…
- Haz estado de malas últimamente Take.
- Se llama Stress, Kenzo – Contesto no
tomándole importancia, pero…
- El Stress es malo, Take chan~
Aquella voz, aquella que tanto amaba
ahora le estaba hablando. No entendió como fue que una sonrisa ladina se formo
en sus labios, era tan obvio que hasta se le hacia increíble que ni el propio
Yumehito se diera cuenta.
Que equivocado estaba.
- Le falta más volumen a tu cabello –
Yumehito se había acercado, abrazándose por detrás a su cuello, acomodando el
rostro en su hombro, mirándole por el espejo
- ¿Tú crees…?
- Si – sonrió acercándose un poco - ¿Podemos hablar después? – pregunto, susurrando a su oído.
- Cuando quieras.
Yume volvió a sonreír y antes de
separarse le besó la mejilla. Takehito no supo el porqué de su beso, solo se
limitó a pensar que era una muestra de agradecimiento al haber aceptado tener
una charla. Pero todo se volvió a tornar negro –por así decirlo- Kenzo había jalado a Yume por la camisa
para sentarlo sobre sus piernas, despeinado su cabello castaño mientras el vocalista solo se limitaba a empujarle en medio de risa.
- No hagan eso, quieren…
- Porque~ si solo jugamos.
- S-Su escándalo, no me gusta… - a
pesar de querer ocultarlo, no podía.
Yume se levantó dándole un golpecito en
la cabeza al baterista, acercándose casi de un brinco hacia Takehito, girando
la silla para mirarle de frente, sentándose sobre sus piernas colgándose a su
cuello, acercando su rostro al del guitarrista.
- Entonces juguemos tú y yo…
No supo que contestar, la cercanía era
bastante, no aguantaba verle, no podía contenerse tanto, era débil y Yume no le
ayudaba para nada. Yume aun de perfil sentado, elevo un poco su rostro girando
la silla para darle la espalda a los demás presentes, dándole un beso fugaz en
los labios para levantarse rápidamente y salir corriendo como si le hubiese
robado su primer beso a un niño de primaria.
No pudo evitar sonreír.
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Estaban a mitad del concierto, habían
salido corriendo del escenario hacia los vestidores, necesitaban cambiar su
ropa rápidamente, esta vez eran diez minutos los que tenían permitidos.
Llegaron a los camerinos y Kenzo como
Intetsu habían salido casi volando de el para ir a tomar algo de agua.
Yume había llegado corriendo, cerrando
la puerta, no inmutándose que el guitarrista se encontraba adentro con el pecho
descubierto, buscando aquella estúpida camisa que se había perdido.
Ambos cruzaron miradas.
A lo mejor esto era una señal para que
Yume actuara, tal vez la vida le había dado una oportunidad para estar a solas
con aquel guitarrista que ahora sorprendentemente le evitaba.
- ¿Take?… - Susurro y Takehito rápidamente
le miro, sintiendo como Yume se arrojaba a él, besándolo.
Cinco minutos, cinco minutos eran los
que ahora tenían, Takehito lo había acorralado entre la larga mesa y su cuerpo,
aquella mesa donde habían maquillajes y demás accesorios haciéndolos caer al
suelo. Lo elevo un poco, abriendo sus piernas para posicionarse entre ellas,
besándolo, chocando sus entrepiernas mientras trataban de jadear, sintiendo las
manos del vocal recorrer su espalda con desespero, adentrando su lengua deliciosamente
chocándola con la otra.
Takehito había bajado más sus manos
tocando las piernas del otro sobre el pantalón, llevándolas a sus muslos para
comenzar a empujarlo hacia delante, sintiendo como el mismo Yumehito le
abrazaba las caderas con sus propias piernas.
Poco después de saciarse un poco del
otro, aquel oxígeno en sus pulmones se escaseó obligándoles a separarse. Se miraron, y antes de que su sonrisa
desapareciera tocaron a la puerta.
- ¡Un minuto y salimos! – sí, maldito Staff.
Cuando estaban a punto de separarse
para salir, Yume le tomo por las mejillas, besándolo esta vez con suavidad,
entrelazando sus propias manos en los cabellos negros del guitarrista mientras
este lo tomaba por las caderas.
- Me gustas… - susurro el vocal – No
tienes idea de cuánto –
Takehito no le contesto, solo le regalo
una sonrisa tierna antes de besar su mejilla y tomar su anterior camisa para
salir del camerino. Yume se quedó por unos segundos ido, pensando en que todo
había sido tan fácil, en que Takehito le había correspondido mas no contestado.
Salió corriendo al escenario.
Porque no decir que sus miradas no
estaban sobre el cuerpo del otro. Porque no aclarar que Takehito estaba feliz.
El concierto a partir de ese momento había sido un total éxito. La gente gritaba
el nombre de su favorito mientras ellos se despedían con un “Hasta pronto”. No
les había dado ni tiempo de tomar algo de agua cuando ya les estaba apurando a
irse al hotel, cada uno había guardando sus pertenencias increíblemente rápido
para huir de una vez por todas, para salir hacia aquella VAN que les esperaba
en el estacionamiento.
- ¡Corre, corre! tengo hambre y me
quiero bañar – Gritaba el baterista empujando a aquel que iba delante.
- Llegaras, no seas desesperado. –
Contesto el bajista.
Mientras a solo unos pasos atrás venían
Takehito y Yume, mirándose de reojo, sonriéndose de momento sin que los demás
los mirasen. Llegaron a aquella Van de color blanco y vidrios polarizados,
adelantándose Yume para guardar algo de distancia con Takehito, pero para su
sorpresa al estar Kenzo zarandeando al bajista el guitarrista había aprovechado
para entrar y sentarse junto a él.
A pesar de ser tan atrevido ahora mismo se sentía nervioso, sabía que Takehito lo
quería, pero entonces porque no le había contestado.
Los otros dos entraron haciendo
ademanes, empujándose para ver quién era primero y quien segundas, y justamente
cuando Intetsu se había sentado al lado de Kenzo en los asientos de adelante Takehito
había aprovechado para pegarse más hacia Yume, provocando que sus manos
chocaran.
Y porque no aprovechar eso y aquella
oscuridad que había presente.
Takehito entrelazo sus dedos con los
del vocal escondiéndolos tras el cuerpo de este mismo.
- La oscuridad me da sueño – Se quejó –
Pongan algo de música si es que no me quieren sacar cargado de aquí. – y el
chofer le hizo caso a Kenzo.
- Pero súbele – le siguió Intetsu.
Y en ese momento en que nadie los miraba
y nadie escuchaba, Takehito elevo su otra mano girándole el rostro al vocalista
hacia sí, chocando sus labios y masajeándolos despacio para que nadie los
escuchara. Besando desde la comisura hasta su oído donde con su lengua
ayudándole a atraerla le mordió.
Yumehito ahogo un suspiro.
- Tu a mí no me gustas… me encantas…
Yumehito sonrió como nunca antes de que
la puerta del vehículo se abriera. Todos bajaron rápidamente con maleta en
mano, entraron a recepción y alguien ya los esperaba con las llaves de cada
uno. Entregándolas uno por uno se dieron cuenta que les había tocado en el
mismo piso mas no seguidos.
Entraron al elevador los cuatro
rápidamente.
Bajaron en el piso seis y casi
corriendo todos se dirigieron a sus recamaras para descansar y festejar al día
siguiente, primero Kenzo y luego Intetsu. Pero justo cuando Yume abría la
puerta de su habitación Takehito lo había abrazado por detrás besando su
cuello.
- Teníamos una plática pendiente, Yume…
- ¿Y crees que podamos platicar?
La puerta se había abierto y Yumehito
había arrojado al pelinegro dentro, los dos arrojaron sus maletas a cualquier
parte del suelo. El guitarrista había actuado rápido al haber empujado al
vocalista sobre la cama, devoraba su cuello con desespero mientras el otro se
retorcía. Esta sensación la había imaginado antes, había imaginado como
Takehito lo hacía suyo en una simple fantasía.
Una que se le cumpliría muy
rápidamente.
Yumehito comenzó a quitar la camisa del
otro, tocando con delicadeza mientras se retorcía, aquella lengua del pelinegro
le impedía moverse con cordura, le impedía tocar cada parte de su cuerpo.
¿Que si iban rápido? Sí, pero que más
daba.
Takehito se levantó y le quito la
playera al otro de un tirón, besando después sus labios mientras sus manos
bajaban a desabrochar el estorboso pantalón. Yume hacia lo mismo, había quitado
de la manera más lenta la camisa del otro, delineando sus brazos hasta dejar
completamente desnudo su torso. Deshaciéndose de la misma manera de las demás
prendas.
- De verdad me gustas mucho… - jadeo –
desde hace mucho que te quiero… -
- Yo te amo, me encantas… - Contesto
Takehito.
- ¿Crees que yo no había esperado este
momento?
- No creo que más de lo que yo he
esperado….
Takehito se levantó y con algo de ayuda
por parte de Yume se deshizo completamente de su pantalón seguido del de él
mismo, llevándose la ropa interior de ambos antes de subirse a su cuerpo
repartiendo besos por todos lados. Restregaba su sexo sobre el de Yume
provocándole gemidos audibles, envistiendo con fuerza para que ambas erecciones
despertaran de una buena vez.
Takehito al sentir la pulsación sobre la suya, bajo
rápidamente con la lengua, dejando un camino de su propia saliva en el pecho y
abdomen del vocal, llegando a su erección para tomarla con la mano. Bombeaba
lentamente, es que de verdad aquellos gemidos del otro comenzaban a encantarle.
- Mas… ahhh mas Take… nhhh
No podía decirle no, adentro todo
aquello a su boca, succionando con rudeza y sacándolo con efusividad para
adentrarlo una vez más de la misma manera. Podía sentir aquel líquido
pre-seminal en su boca, aquel que le provoco seguir con mayor rapidez.
Saboreando al poco tiempo aquella esencia que había inundado su boca.
- Tan delicioso – Yume estaba
completamente sonrojado – Tan hermoso todo tu –
- T-Take…
- Te are mío hasta el cansancio.
Takehito junto sus labios, compartiendo
aquel sabor acido en los de Yume, tocando cada parte que el vocalista nunca al
ser su propio cuerpo había tocado, escuchando como una vez más los jadeos del
castaño comenzaban a ser más ruidosos. Ante la atenta mirada de su vocal se
relamió los labios dejándolo más sonrojado, completamente tonto.
Llevo sus dedos a su propia boca y
sacando la lengua comenzó a lubricarlos como si de un helado o paleta se tratase.
Yumehito quería levantarse, quería besar cada parte del pelinegro, pero este
rápidamente se lo impidió adentrando el primer dedo a su entrada, moviéndolo,
adentrándolo y sacándolo de una manera ruda, comprobando aquella estreches tan
deliciosa.
- Take… ahhh… hazlo ya… - se relamió
los labios.
- Un poco más, solo un poco.
Takehito lo jalo hacía si con su otra
mano de los cabellos, pegando sus labios una vez más, saboreando aquella saliva
que comenzaba a escurrir por la comisura de sus labios. Aquello verdaderamente
le volvía loco, sus besos, su cuerpo, ahora se arrepentía de no haberle dicho
nada desde antes.
Al tener tres de sus dedos dentro,
comenzó a arremeterlo, empujando su mano con rudeza, sacándola rápidamente
mientras adentraba su miembro con la misma fuerza.
Yume ahogo un gemido bastante ronco
mientras se cubría la boca.
Lo envestía con fuerza, llegaba hasta
aquel punto donde le hizo ver la gloria,
donde podía observar como su cuerpo se retorcía de placer, como gritaba su
nombre, como por primera vez se sentía tan completo.
- Take… ahhh… Take Te a… - Takehito
atrapo sus labios.
- Yo a ti… - contesto.
Abría sus piernas para envestirle, para
hacerle sentir el placer que el mismo Takehito sentía, lamia sus labios bajando
hasta su cuello, dejando marcas bastante rojas en él. Minutos unidos, el
guitarrista había tomado el sexo del otro para masturbarle con fuerza,
provocándolo correrse sobre sus vientres mientras su glande prácticamente se asfixiada en el interior del otro.
Se corrió con un gran gemido.
Aun unidos Takehito había levantado a
Yume sentándolo sobre él, besándolo mientras el otro daba pequeños brinquitos,
siendo abrazado mientras la lengua del vocal se entretenía en su boca.
- Solo querías… acostarte conmigo… -
susurro provocando que Takehito se detuviera en seco y le mirara con cierto
enojo.
- Porque piensas… eso…
- No eres del tipo... que mantenga…
- Quieres que tengamos una relación –
interrumpió – Yo voy enserio esta vez… solo si eres tú.
- ¿De verdad? – lo abrazo más fuerte
mientras el otro besaba su cuello. – ¿De verdad quieres eso? –
- Lo quiero solo si es contigo. –
contesto Takehito con seguridad.
- Me quieres… - pregunto.
- No… Te amo.
Yumehito sonrió espléndidamente, por
fin se lo pedía, por fin eran lo que desde hace mucho quiso ser. Se dejó caer
hacia atrás, Takehito ya había salido de su interior y había caído sobre él,
ambos abrazados y rodando por todo el colchón se besaban, besándose ahora como
pareja.
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Su celular comenzó a sonar con
desesperación, trataba de abrir los ojos pero ciertamente no podía solo hasta
que escucho aquella voz contestar. Se tallo los ojos antes de mirar al otro y
cuando estaba a punto de levantarse se lo impidieron.
Sus labios habían sido presos por los
del otro, mientras que aquellas manos le
quitaban las cobijas de encima. Podía oler aquel ya conocido aroma del otro
imaginándose que ya estaba arreglado, y efectivamente, asi era.
- Te bañaste sin mi… - hizo un especie
de puchero acomodando su cabello castaño.
- Quería que durmieras un poco… además
tú te duchaste anoche, no creas que no sentí cuando te levantaste…
- Quería que descansaras…
- Yo quería lo mismo esta mañana. –
Acaricio su cabello – vayamos a desayunar que nos están esperando, Intetsu ha
mandado un mensaje a nuestros celulares diciendo que nos esperan abajo.
Yumehito se arregló rápidamente o por
lo menos eso intentaba, las manos del pelinegro nunca se habían estado quietas,
siempre manteniéndose en sus caderas impidiéndole que se moviera con libertad,
aun asi no le dijo nada.
Salieron de la recamara fijándose que
nadie los viera salir juntos, ambos rieron con complicidad y se encaminaron a
elevador en el cual no iban solos, ambos se empujaban dentro y de momentos
entrelazaban sus dedos. Antes de llegar a la parte de abajo se dieron un fugaz
beso y salieron como si nada. Caminaron por el lugar hasta el
restaurant del Hotel mirando y encontrando a los otros dos en una mesa algo
apartada donde Intetsu con una sonrisa juguetona elevo su mano.
- ¿Me perdí de algo? – Pregunto curioso
el bajista, Takehito negó y Yume asintió.
- Pónganse de acuerdo. – Comento el
batero.
- Bueno si, pero no les importa –
Contesto el guitarrista.
- Take y yo estamos saliendo.
- ¡Yume!
- ¿Qué? Yo quería decirles que nos
amamos – Takehito se sonrojo desviando la mirada a la carta – Porque me amas, ¿verdad Take chan? – tomo su mano sobre la mesa entrelazando sus dedos, riendo
internamente de la vergüenza del guitarrista.
- Es tan bonito~ - Comento Intetsu.
- Intetsu, no seas tan tonto – Kenzo
frunció el ceño tecleando en su celular – Y ustedes felicidades, por mí no hay
problema y si me disculpan tengo que hacer una llamada – sonrió – a Mao, adiós,
pidan mi comida –
Todos lo miraron con confusión, aquella
sonrisita no había sido para nada linda y mucho menos los ademanes que hacia al
llamar según él algo apartado. Yume arrastro su silla más junto a la del
guitarrista y acercándose a su oído susurro…
- Me tienes loco…
Takehito solo sonrió y moviendo su
cabeza hacia a un lado asintió, dándole a entender a Yume que a él también,
algo que quería evitar pero no pudo.
Yume había tomado su rostro con ambas
manos besándole.
Aunque se quedó perplejo no pudo
evitarlo.
Estaba completamente loco por él, solo
por él.
~ F I N ~
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