Unexplicad Love ~Capitulo 6~ [Final]

13:28 *Mony-san* 0 Comments

CAPITULO 6
[Final]

El castaño había arrancado prácticamente la ropa del otro. Aquellas palabras del pelinegro le hicieron volverse loco, desaprovechar una oportunidad de estas no estaba en sus planes, haría de esta noche una de las mejores para el pelinegro que a pesar de verse dudoso ante todo esto, lo disfrutaba.

Pero como decirle no a esa experta lengua del castaño, como no dejarse hacer todo lo que Saga quisiese. Sentía su lengua jugar en sus pezones, bajar por su pecho hasta llegar a su ombligo. Volver a subir, pero esta vez repartiendo besos hasta llegar a su boca, deleitándose del sabor de los labios del castaño, de aquella lengua que le encantaba cuando recorría esos bajos.

Las manos de Saga comenzaron a recorrer el cuerpo de Tora sin separarse de su boca, tocando cada costado de su cuerpo mientras las manos del pelinegro comenzaban a jugar. Tora bajaba cada vez sus manos, llegando hasta sus glúteos, empujándolo hacia adelante provocando que sus entrepiernas se rozaran.

- Nhhh…. Tora, no… - jadeo sobre los labios del otro.

- Vamos Saga, tu pediste hacerlo.

- Si, pero esto se hace como yo quiera…

- Pues si no te apresuras terminare haciéndotelo yo.

Saga frunció el ceño y separándose un poco de su cuerpo llevo su mano directamente al sexo del otro, comenzando a masturbarlo de una manera ruda, apretando su mano para provocarte una excitación mayor. Bajo su rostro y con unas pequeñas lamidas comenzó a jugar en la punta sin que su mano se detuviera.

- Sa… Saga…

- Te gusta… – dijo levantando un poco su rostro – ¿Te gusta cuando hago esto? –

Saga pregunto besando su sexo de la misma manera que besaba sus labios, sintiendo como Tora se retorcía, como jadeaba y gemía al sentirlo, como se abrazaba con sus piernas a su espalda mientras llevaba sus manos a su cabello imponiendo un ritmo duro que casi le provocaba atragantarse.
No tardó mucho en inundar por completo la garganta del castaño con su esencia, levantándolo rápidamente del cabello para guiarlo a sus labios, compartiendo ambos un beso acido que poco después se formó en un dulce.

- Eres un bestia… - dijo Saga – casi me partes la garganta. –

- Tú tienes la culpa, tu lengua me provoca.

Saga iba a reír pero Tora lo callo rápidamente girándolo, cambiando posiciones para quedar arriba de él riendo de la sorpresa del castaño ante su acto rápido para girar, tratando de levantarse para que el otro no le hiciera nada, no sin antes el hacerlo. Pero todo fue en vano, Tora tenía su cuello atrapado entre sus labios, besaba y mordía para dejarlo marcado con el propósito de que todos se dieran cuanta que Saga tenia dueño, que él era su dueño.

- Tora… Tora no se… ahhh…

- ¿Que? te dije que me dejaría, pero no dije cuándo.

- ¡AMANO!

Saga se levantó casi empujándolo, dejándolo casi de espaldas a la cama ante tal grito. Pero es que no, de Saga nadie se burlaba, si él había dicho “Tora serás mío” era porque Tora tenía que ser suyo. Se subió una vez más sobre su cuerpo, recorriendo de una manera rápida su pecho, besando su cuello de la misma manera en que el pelinegro lo había hecho, bajando una vez más sus manos hasta el semi-erecto sexo del otro.

- Nadie me dice no Amano… nadie…

- Y nadie juega con Ahhh maldición Saga… nhhh… – las manos del bajista comenzaban a moverse.

- Dime que no te gusta… - lamio sus labios – dime que no deseas ser mío… -

Tora negó rápidamente, era obvio que a pesar de ser Saga tenía un poco de miedo, él nunca había sido el pasivo en ninguna relación y había pensado que esta vez iba a ser lo mismo. Sentía espasmos, pero no sabía si por la excitación o por el miedo, aun asi, la vista se le nublaba.

Saga aprovecho, veía los labios entreabiertos de pelinegro, acerco un dedo a su boca introduciéndolo mientras Tora lo miraba con los ojos muy abiertos pero rápidamente lo saco llevándolo el mismo a su propia boca, lamiendo su dedo como si de una paleta se tratase, provocándole un temblor al otro. Con una sonrisa bajo su mano llegando directamente hasta su entrada, rozándola con el mismo dedo provocando que Tora comenzara a temblar.

- Tócame… - pidió – Vamos Tora, quiero que me toques. -

Tora aun dudando comenzó a recorrer el cuerpo del otro, tratando de besar cualquier parte que estuviera cerca, tratando de levantarlo hasta él para besar sus labios, mas no podía. Saga comenzaba a introducir su dedo, sintiendo la tensión en esa parte, como Tora apretaba su ano para no darle paso a nada, absolutamente nada. Pero Saga no era tonto, no por lo menos en esto y de una nalgada con su otra mano lo introdujo por completo.
Tora sentía las lágrimas salir, eso había sido tan repentino que le dolió horrores. Pero eso se olvidó tan rápido cuando ese dedo entró. Comenzaba a jadear mientras que la sonrisa de Saga se ensanchaba, sintiendo como en poco tiempo un segundo dedo se apoderaba de su interior. Se jalaba su cabello, se retorcía, cuantas cosas le podía enseñar Saga esa noche.

- Dime que te gusta… vamos Tora, dime que te gusta lo que te hago.

Se acercó ahora si a sus labios, besándolos como desquiciado, gimiendo ante su propia intromisión en su propio interior. Se había auto penetrado con su otra mano moviendo ambos con un mismo ritmo. Las piernas de Tora se abrazaron a él dándole a entender que la estaba pasando bien. Este se dio cuenta, los gemidos ahora no eran solo suyos sino también de Saga asi que abrió un poco sus ojos y vio lo más sexy que pudo ver en toda su jodida vida, Saga se movía lentamente mientras sus propios dedos se daban espacio en su interior.

- Saga… ahhh… muévete… muévete encima…

Saga obedeció y comenzó a restregar su miembro sobre el de Tora, sintiendo como punzaba una con la otra, comenzando Tora a levantar sus caderas y a pegar más el cuerpo del bajista. Saga estaba al límite y el otro se dio cuenta de eso asi que con una sonrisita levanto al bajista provocando que sacara sus dedos de su entrada causándole un gemido al sentir el vacío. Lo tomo de los brazos ayudando a que se acercara más hacia sí.

- Abrázame Takashi… por favor…

Saga sintió ese jadeo como un ruego y rápidamente se abrazó a él por su cuello mirándolo con una carita de súplica.

- Bésame… - pidió el pelinegro.

Saga frunció los labios pero aun asi obedeció, sintiendo como ambos comenzaban a rodar por toda la cama haciendo de ese beso uno más pasional, muchísimo más pasional, introduciendo sus lenguas mientras Saga se abrazaba a el ahora con sus piernas.

“Gane” fue la palabra que se formó en el pensamiento de Tora. Tomo una pierna de Saga masajeándola bajando su mano hasta chocar con su propio sexo y tomando desprevenido al bajista lo introdujo por completo dentro de él, provocando una mordida por parte del castaño.

- ¡Ahhh! Tora no… por... ¿porque? – se le escapo una lagrima.

- No puedo dejarme dominar por nadie…

- Eres ¡ahhh! – Tora comenzaba a envestirlo – Ahhh… maldito… nhhh –

Las envestidas de Tora eran lentas pero precisas, como había querido hacer esto desde hace mucho o por lo menos desde que comenzó a sentir cosas por el castaño. Sentir su cuerpo ahora unido al de él era lo más maravilloso que le hubiese pasado.

Saga sentía que llegaba a las estrellas con cada estocada, justo desde la primera llegaba a ese punto donde se cuerpo se tensaba y le hacía gritar. Tora era tan bueno en esto, tanto que si seguía asi le perdonaría por no haberlo dejado metérselo él.

- Más Tora… ¡Ahhh! ¡Más!
- Dios, nunca… nunca pensé tenerte asi… metiéndote… nhhh… metiéndotela.

- Calla y si… ahhh sigue…

Comenzó a moverse esta vez en una manera más que ruda, llegando hasta el fondo de su cuerpo, masturbándolo en una manera rápida, besando su cuello, sus hombros, todo lo que tuviese a la vista.

Saga se retorcía, seguía diciendo que Tora era bastante bueno en lo que hacía y con la ayuda de el mismo comenzó a empujar al pelinegro más hacia adelante, deteniéndose de sus nalgas mientras enterraba sus uñas. Un escalofrió recorrió su cuerpo al haber tenido un orgasmo maravilloso aun siendo envestido hasta que su interior se llenó por completo dejando a Tora cansado sobre su cuerpo.

- Me vuelves loco… - susurro Tora sobre su pecho.

Ambos duraron poco regularizando sus respiraciones hasta que el bajista se levantó  subiéndose al cuerpo del otro,  besándolo tiernamente, auto penetrándose para comenzar a cabalgar.

- Tú me vuelves tan loco que quiero más… - sonrió con lujuria el bajista

Tora llevo sus manos a las caderas del otro, ayudándole a moverse mientras este se detenía en su pecho. Para el pelinegro era una vista de por demás linda y excitante, aquellos cabellos semi-húmedos del bajista le daban un toque erótico, aquellos labios entreabierto dejando escapar aquello gemidos ahogado y roncos era los mejores, incluso ese cuerpo era el mejor que antes haya visto o sentido.

Por segunda vez se corrió junto al bajista.

- ¿Alguna vez… habías tenido algo como esto…? – Saga aún no se recostaba ni se quitaba de encima del otro.

- No…

- ¿No?... o no quieres decírmelo. – Comenzó a moverse una vez más – Vamos nhhh… dime que soy el único… -

Tora no contesto, solo cerro los ojos al sentir una vez más la estreches de Saga rosarle su glande, volver a mover esas malditas caderas sobre su cuerpo, sintiendo como comenzaba a moverse cada más rápido al pasar los segundos.

- Te amo Tora… - suspiro.

- Yo también…

- No, dímelo…

Sus cuerpos temblaban, sentían por tercera vez aquella corriente en sus espaldas obligando a Saga correrse una vez más, sintiendo como después de varías y rápidas envestidas su cuerpo se llenaba una vez más, sonriendo complacido.

Se dejó caer sobre el cuerpo de su pareja siendo atrapado en un abrazo mientras salía de su interior, sus respiraciones era un caos que de a poco se regularizaban.
Saga se enderezo un poco apoyándose a sus hombros, mirando directamente los ojos de su guitarrista, sonriéndole con cariño mientras que Tora le sonreía por igual.

- Te amo… - repitió el castaño.

- Lo escuche – rio

- Y tu... ¿Que sientes?

- Te quiero…

- Solo eso. – enmarco su ceja

- No te enojes preciosa… sabes que te amo…

- Me vuelves a decir preciosa  y te lo corto.

- Si haces eso, te quedas con las ganas.

- Buscare quien me las quite.

- No lo creo, me di cuenta que no puedes vivir sin mi.

- Eso ya lo veremos.

Ambos después de unas cuantas risas se dedicaron a dormir, al otro día tenían que dar muchas explicaciones ya que sus amigos eran bastante metiditos y aunque les dijeras no, ellos terminarían ganando.

*********

Con un suspiro pesado y una linda maldición despertó para contestar su celular, no se inmuto siquiera quién diablos le llamaba, o si era su celular el que contestaba, solo trato de que sus ojos tomaran la claridad para poder despertar por completo, pero aquel grito le ayudo a despertar de golpe.

- Diga… - dijo aun dormido, recibiendo un lindo buenos días por el teléfono.

- ¡MALDITA SEA DONDE ESTAN! – grito el líder.

- Ash, no grites… además estoy solo, idiota.

- Ese es el teléfono de Saga, y son las once de la mañana. No me importa que hagan o que hicieron… ¡LOS QUIERO EN VEINTE MINUTOS AQUÍ! –

Tora arrojo el teléfono colgando con un “aww” en forma de desagrado y se giró una vez más a abrazar a un sonriente Saga que estaba recargado en sus brazos sobre la almohada mirándole. Siendo más que obvio el haber escuchado todo. Tora se acomodó el cabello y restregó sus ojos mientras el castaño se acomodaba más junto a su cuerpo dando un beso a su mejilla antes de levantarse.

- Porque contestas mi teléfono…

- Te molesta, ¿acaso esperabas la llamada de alguien más?
- Claro que no… solo que no era como para tratarlo como tu tratas el tuyo. – camino.

- No te quejes. Además, adonde vas si aún es temprano, ven aquí.

- Levántate ya, antes de que Nao venga y nos saque. – dijo Saga mirándole desde el frente de la cama.

- Ponte algo de ropa porque si no te amarrare a la cama.

- Ya, ya está bien. – Jalo la sabana dejando completamente desnudo a Tora – vamos a darnos un baño antes de irnos, anda solo son veinte minutos. –

Se acercó y le extendió la mano para ayudarle a levantarse algo que Tora ni lo pensó, acepto. Ambos se fueron a la ducha y entre juegos terminaron de bañarse, saliendo para cambiarse y claro Saga prestándole algo de ropa a Tora, buscando la más holgada y ligera para que el guitarrista no se sintiera incomodo por el resto del día.

Salieron de la casa y entrando al coche se dirigieron rápidamente a la compañía. Saga podía ver un poco de nerviosismo en Tora tal vez porque aún no estaba seguro de decir que salía con un  chico o tal vez por vergüenza a eso mismo, pero aun asi lo comprendió y no dijo nada, todo el transcurso aunque pareciese imposible la pasaron en silencio, solo unas sonrisas que se regalaban entre ellos.

Al llegar ambos bajaron del coche, se podía notar a Tora nervioso, pero aun asi estaba decidido. Saga bajo justo después de él cerrando la puerta para comenzar a caminar detrás. Tora se detuvo antes de entrar y giro para toparse con un preocupado castaño.

- Todo estará bien Tora, si quieres no decimos nada y ya de… - Tora lo acallo con un beso.

- Quiero estar contigo y para eso hay que decirlo ¿no? – Apretó sus manos – ¿Vamos? –

Saga sonrió ante aquel contacto volviendo a dar un beso sobre sus labios. Entraron a la compañía uno al lado del otro sin decir ninguna palabra solo saludando a las personas que pasaban por el lugar, llegando al elevador encontrándose con el vocalista de the GazettE.

- Hola Ruki-san - saludo Saga.

- Hola Saga, Tora… ¿Que tal su día?

- Bien, supongo – contesto el pelinegro

- ¿Arreglaron sus problemas? – Dijo Ruki – bueno no es que me importe o algo, sino que bueno, Hiroto me lo dirá después. – rio.

Ninguno contesto, solo desviaron sus miradas hacia ellos mismos, Ruki seguía con su mirada directo a la puerta del elevador dándose cuenta gracias a que esa puerta le servía de alguna manera como espejo, sonriendo al ver como Tora se acercaba a Saga para susurrarle algo al oído y plantar un beso en su mejilla.

- Gusto en saludarlos… – dijo saliendo del elevador – y ahora puedo decirles que hacen bonita pareja. –

Saga y Tora se miraron con sorpresa pero después se echaron a reír, es que eran tan obvios que por más que lo ocultaran todos se darían cuenta. Llegaron a su sala justo después de salir detrás de Ruki, deteniéndose en la puerta para ambos tomar aire, no por el miedo a hablar sino porque estaban seguros Nao estaría con un genio insoportable.

- Si no quieres decir nada, está bien… podemos decirlo después.

- Calla Saga, déjame a mí. –  Tora abrió la puerta y como había presentido Nao se paró justamente delante de ellos, mirándolos amenazadoramente.

- ¡Donde estaban! ¡Acaso creen que pueden llegar a la hora que se les dé la gana! – grito.

- Perdón, se hizo tarde ¿ya?… - Saga rodo los ojos.

Fueron y se sentaron, por lo menos Tora ya que Saga estaba tratando de tranquilizar al batero con disculpas y suplicas. Pero para Tora no fue solo el irse a sentar y ya, no, Shou y Hiroto estaban a su lado, mirándolo sin entender nada, pidiendo una palabra sobre lo que había pasado entre ellos, algo que le hizo suspirar pesadamente.

- Ustedes que quieren. – dijo con cansancio.

- Ya dinos… - dijo Hiroto – ¡cuenta que paso! –

- No pasó nada – se hizo el desentendido.

- ¿Le dijiste?

- Ya Shou… no sean metiches.

- Pero yo quiero saber… - dijo el vocal.

- Yo también.

- ….

- Dinos.

- …..

- ¡Dinos!

-…..

- ¡DINOS MALDITA SEA!

- ¡Bueno ya! ¡Si! salgo con él, es mi pareja, mi novio, mi novia, lo que sea, estoy con él, lo quiero, ¡pero ya déjenme en paz!

- Ya decía yo que Saga te gustaba. – dijo el batero metiéndose a la conversación – ¡Bésense malditos! –

Saga miro sorprendido a su guitarrista y rojo de vergüenza comenzó a negar con sus manos, una cosa era besar a Tora a solas y otra en público, claro que no lo haría solo si Tora daba el primer paso, asi que por su parte la respuesta era no.
Y Tora solo se quedó callado, procesando lo que acababa de decir, pero en vez de sentir vergüenza o algo, o recibir una burla o rechazo, sus amigos se habían lanzado a él y a Saga a abrazarlo, felicitándolos por su reciente noviazgo algo que le agrado y le hizo sentirse tranquilo, después de todo no había sido tan malo, y tampoco podía ser tan malo hacerle a Saga lo que fuera delante de todos si estos eran asi, si Ruki venia casi se violaba a Hiroto o si Reita llegaba casi se tragaba a Shou.

Con su dedo índice le llamo a Saga a que se acercara, actuando rápido y empujando a sus amigos para quitarlos del silloncito, jalo a Saga por la camisa, tomándolo de las caderas para sentarlo sobre sus piernas, observando ese lindo sonrojo que se formaba en el bajista.

- ¡A-Animal! que ha…

- Cállate…

Había susurrado sobre sus labios antes de comenzarlo a besar, escuchando un “Que lindo”  por parte de sus amigos, pero eso que importaba ya, ni el tonito burlón de Hiroto los había hecho separase, nada había intentado evitar que sus lenguas jugaran o que los dedos de Saga se entrelazaran con los suyos, abrazarse o seguirse besando.

Solo las risitas y los tonitos melosos de sus amigos le hacían reír entre el beso pero no separarse. Ambos se miraron risueños y en tono bajo sin que alguien los escuchara se susurraron unas palabras, las cuales para ambos eran las únicas que querían escuchar desde ahora en adelante.

- Te amo tonto…

- Yo tonto pero tu mas… aun asi, también te amo…

Los dos sonrieron antes de darse un último beso y darse un abrazo
 que después se convertido en uno grupal…




Gracias por siempre leerme...

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