Just say... Capitulo 2

22:43 *Mony-san* 0 Comments

Capitulo 2. "Your feelings."

Aquello había sido demasiado directo como para poder “agarrarla” tan rápido…

¿Acaso podía haber algo mas que pudiera llegar a frustrarlo de la manera a como estaba ahora mismo? ¿A preocuparle mas de lo que estaba? Si tan solo se hubiese quedado y no haberle hecho caso al otro, esto no estuviese pasando.

Había recibido esa llamada justo media hora después de haber salido de la casa del bajista Alicio. Contesto con felicidad pensando asombrosamente que Saga había cambiado de opinión y le pediría que regresara, pero para su sorpresa no fue asi. Había escuchado las palabras tan rápidas que incluso no las había entendido, su cabeza había dado vueltas a tal modo que sintió desfallecer, aun asi, sus pies no se movieron absolutamente nada como para salir corriendo y cumplir esa promesa que había hecho “cuidarle” pero esa llamada, esa voz no había sido un pedimento del mismo Saga.

Incluso su sueño se había esfumado por toda la noche restante, sus ojos habían estado tan cristalinos que sus pupilas se sentían completamente inundadas. Pero ¿Qué había hecho al llegar a la compañía la mañana siguiente? ¡¡Nada!! Más que correr con la única persona que le pudiera decir algo, tan solo unas mínimas palabras que le dejaran en claro que su bajista estaba bien.

- ¿Sucede algo? – pregunto el guitarrista sin despegarse de aquel celular.

- Yo, bueno…

Aoi por unos momentos dejo el glorioso IPhone, su mirada se clavo en la nerviosa del bajista y con toda curiosidad frunció el seño. No es que Reita fuera muy apartado o que dependiera de los demás, era solo que aquella manera de actuar precisamente en esos momentos no era digna de su persona. Tan nervioso, con aquella ojeras adornándole “hermosamente” sus ojos y que decir de aquella mirada preocupadiza. Sin duda, este no era su amigo.

- Estas raro y juro que asi das algo de miedo. – continuo el pelinegro.

- Solo quería preguntarte si tú y Tora fueron por la noche a casa de Ta…

- Si es por Saga no te preocupes – interrumpió rápidamente - solo tuvo algo de fiebre, Shinji me dijo que estaría bien y que precisamente Shou hoy le llevaría al medico. – explico.

- Ya veo, pero a él no le gustan los hospitales…

- ¿Estas preocupado por el? – Pregunto el guitarrista con interés. Reita sentía que se atragantaba con su propia saliva, como era posible que Aoi se diera cuenta, ¿acaso era tan evidente? Aoi solo rio leve al ver las reacciones del rubio – Porque si sientes algo por él no vas y le buscas. No sé que sucedió entre ustedes, pero Saga dijo que tú eras de lo peor. –

La sangre se le helo, incluso hasta le fue difícil respirar por unos segundos, ¿Saga había dicho eso? ¿Acaso tan enojado estaba como para decir aquello? Trago saliva trabajosamente. Que había hecho, que estaba mal como para que Saga le odiara si quien debería de estar odiando en estos precisos momentos seria Reita, porque con el habían “jugado” ¡porque Saga lo había besado a el!

- ¿Sabes? – Aoi llamo su atención encendiendo un cigarro - Tora me dijo que la culpa no es tuya como dice Saga. La culpa es de ambos. –

- ¿Perdón?

Si algo tenía el rubio, era que su maldito ego aumentaba cuando no le daban la razón hasta a sus mismos pensamientos. ¿Quién se creía Aoi para estarle diciendo que era su culpa cuando la era de Saga? La mirada fulminante de Reita perforo la cabeza del guitarrista, alertando sus sentidos. Aoi se levanto sin tambalear, con una mirada y pose autosuficiente.

Todo the GazettE como Alice Nine estaban hartos de la situación. Que si los celos de Saga por culpa de Ruki, que si Reita no dejaba ni un momento al castaño. ¿Acaso eran tontos? ¿Acaso esa maldita cabeza que tenían ambos era la misma llena de puro aire? Aoi chasqueo los dientes de solo recordar eso y con decisión de puso frente a él.

- No nos hagamos tontos, Akira. Sé que te gusta Saga, todos lo sabemos ¿Por qué no aprovechas? Dile lo que sientes…

- ¿Eso hiciste tu con Tora? – ¿Acaso Aoi podía llegar a decirle lo que por supuesto no quería hacer? Reita odiaba eso, que los demás le hablaran como si tuvieran la experiencia de vida sobre algo que a él le daba miedo experimentar o decir.

- A mi no me gustaba Tora, incluso el me caía pésimo y lo sabes… - elevo una ceja con burla – no quieras tomarme el pelo contratacándome con una pregunta estúpida. A mi no me importa ya lo que digan los demás. Nosotros a comparación de ti y Saga, sabemos lo que realmente queremos, Tora no lo pensó como tu, el me insistía a cada momento y a pesar de que yo a cada momento me negaba el siguió intentándolo… -

Y ahora que lo recordaba, Aoi tenía razón. Reita siempre en todo ese tiempo se había estado burlando del guitarrista, todo un heterosexual como todos, incluso Aoi estaba en contra de todo contacto “gay”. El rubio recordó la cara de su compañero guitarrista cuando Tora, sin ningún tacto, siendo bastante directo le había confesado todo. Asi habían durado semanas hasta que una vez todo Alice Nine estuvo a punto de tener una riña con Gazette. Pero y es que como no recordarlo si aquel “gracias” junto a una sonrisa tímida y hermosa por parte de Saga le habían dejado sin aliento.

Y es que si Tora no le hubiese robado aquel efusivo beso a Aoi, Reita nunca hubiese tenido la oportunidad de hablarle o siquiera sonreírle como aquella única vez, compartir platicas después de unos minutos en que Aoi y Tora hablaban como “gente civilizada”. De alguna manera estaba agradecido con esa pelea.

- Que esperas pedazo de imbécil, ve de una vez y pregunta como esta.

Y no es que Reita hiciera mucho caso a lo que las demás personas le pedían, pero esta vez tomaría la palabra de Aoi. Saliendo como demonio, caminando lo mas rápido posible siendo perseguido, por supuesto por su pelinegro compañero.

- Oh, Reita… - aquella sonrisa nerviosa por parte de Nao alerto al bajista.

Si no es porque tenía los sentidos a un cien porciento trabajando, aquel golpe que esquivo le hubiese dado un impacto impresionante en el rostro. Solo observo como Tora trataba de detener a su vocal y como Hiroto se ponía en medio de ellos dos. Aoi quien estaba solamente observando la escena no le quedo nada mas que palmear el hombro de Reita e ir a donde su pareja.

- ¡¡Había creído que tu le estarías cuidando!! – Grito con molestia asustando a mas de uno de los presentes – Saga siempre ha hecho lo imposible para poder ayudarte, para cuidarte cuando estas enfermo ¿y ahora te vas y le dejas solo? – Shou chasqueo los dientes con furia.

- Sabes que esto no nos incumbe, Shou… - regaño el rubio guitarrista – tu mas que nadie debería de agradecer el que Reita este pendiente de todo el entorno de Saga. –

- ¡Y se lo agradezco! – Dijo desesperado – pero es inhumano dejarlo solo, si Nao no le hubiese contestado Saga ahora mismo estaría internado en el hospital. –

- Yo no le deje solo… - susurro Reita – E-El, yo… Saga lo hizo y yo no supe como actuar… -

Todos se quedaron en silencio por unos minutos. Aquel por supuesto que no era Reita, aquella seguridad una vez mas Aoi la vio esfumarse en un abrir y cerrar de ojos. Reita apretó los puños con furia, por mas que giraba a ver a su alrededor no podía verlo, no encontraba la presencia de su bajista ¿Acaso seguía mal? ¿Acaso ninguno de esos malditos le estaba cuidando? Y en ese momento fue cuando reacciono, girando rápidamente tratando se salir de ahí si no es que la misma puerta se lo impidió.

- Shou va… ¿Akira…? – susurro con espanto.

- S-Saga…

Sintió un inmenso alivio de verle bien, de pie y sin ninguna marca en la cara que le dijera que estaba pálido. Suspiro de alivio tratando que los demás no lo notaran. Saga solo opto por bajar la mirada y desviar su rostro. Esto había sido tan inesperado que ahora que le tenía en frente no sabia que decirle.

Lo había estado pensando toda la noche, había hablado con Nao al respecto, confesándole lo que ya todos sabían, sorprendiéndose de que había sido tan evidente su manera de actuar. Aquellos consejos que el batero a pesar de no tener ninguna relación y mucho menos estar con algún hombre le habían ayudado más de lo que se hubiese imaginado. Le había hecho comprender que si se guardaba mas aquellos sentimientos Reita podría no hacerle caso jamás, y aunque el batero estuviese exagerando en aquel sentido se alegró de que Saga le contestara con un “Lo intentare”.

- Pode…

- Yo solo quería ver como estabas. – interrumpió el rubio – y ahora que lo confirmo estoy mas aliviado, ¿Sabes? No vuelvas a preocuparme tanto… - sonrió con tristeza.

- Akira, sobre lo de ayer yo…

- Lo se, sé que tu no querías, que tal vez yo me esté imaginando las cosas y…

- ¡¡Joder Reita, déjale hablar!! – intervino Aoi.

Saga trago saliva negando con la cabeza. Mordió su labio con fuerza ¿podía decírselo aquí mismo? Todos le miraban, Shou con el ceño fruncido, Hiroto con curiosidad y Nao con una sonrisa boba. Aoi claramente no le ponía la mínima atención después de que Tora había llegado a abrazarle y por supuesto que Tora menos lo haría. Chasqueo los dientes con enojo sobresaltando al bajista Gazetto.

- Akira, podríamos hablar después de los ensayos, regresare para cuando termines, asi que…

- Esta bien.

Todos se habían quedado confundidos, aquella sonrisa entre los bajistas no era nada más que hablarse entre ellos mismos con simples movimientos.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Después de interminables minutos, Saga salía de esas cuatro paredes pintadas en un blanco horroroso. Shou le había arrastrado hasta ahí, metiéndolo al consultorio casi a jalones, y es que el odiaba los hospitales, los laboratorios y todo aquello que tuviera que ver con ese blanquito uniforme puesto en esas personas totalmente alienígenas. Claro que puso atención a todas y cada una de las advertencias del divino ente que estaba sentado frente suyo.

Había tragado saliva varias veces al escuchar cada una de las “mortales enfermedades” que el señor le había diagnosticado y sabia que si no descansaba por lómenos unos tres días podía llegar a desaparecer de este mundo.

- Estas siendo dramático. – Escupió Shou con una sonrisa – No puedes morir por stress. –

- ¡Pero él lo dijo!

- Saga, yo ya hubiese muerto por tu culpa – regaño – ustedes me estresan mas de lo normal ¿acaso no es verdad? – Saga asintió.

Siguieron caminando hasta la salida de aquella clínica, suspiro agradecido. Por un momento Saga pensó que nunca lo haría, que no llegaría a la cita que había hecho con Reita, porque si, esa había sido una cita a su parecer y le importaba una mierda si Reita no había entendido lo que su mirada le decía.

Shou observo todos sus movimientos, sonriendo a pesar de que su enojo no se esfumaba.

- Te gusta, ¿cierto?

- Nunca me han gustado los hospitales, y mucho menos la medicina que dan aquí. – bufo.

- No idiota – rio – me refiero a Reita, te gusta ¿no es asi?

Aquel silencio se lo dijo todo, Saga por un momento había desviado su rostro completamente colorado, aquellos ojos sorpresivos por el hermoso tacto que tenía Shou al hablar y aquella sonrisa traviesa que le acompañaba.

- Saga, tu sabes que a mi no me importaría el que te guste o que salgas con el, Tora es uno de mis mejores amigos y estoy feliz por el, aunque no entiendo bien su relación con Aoi-san, supongo tampoco entendería la tuya con Reita… - Saga solo seguía caminando con la mirada gacha – Reita es una buena persona aunque es muy apartado de los demás, supongo es porque solo convivimos mas con Aoi-san. Pero sabes, quiero que al igual que Tora seas feliz y si Reita es la felicidad en estos momentos esta bien para nosotros. ¿Te gusta, verdad? –

- Si…

- Y entonces que esperas para decírselo, estuve a punto de matarlo esta mañana y tú estuviste a punto de perder la oportunidad.

- ¡¿Qué hiciste que, pedazo de imbécil?!

- Si no aprovechas esta oportunidad puedes perderlo en cualquier momento, recuerda que todos aquí sabemos que Ruki-san esta detrás de el desde hace mucho…

- No me ayudas para nada, sabes…

- Ni pienso hacerlo – rio – eso es algo que solo tu puedes hacer…

Y con la ceja elevada Shou entro a su carro esperando que Saga hiciese lo mismo para de una ve por todas llegar a la compañía. Por un momento el corazón del bajista se aceleró, a cada metro que el carro avanzaba sentía que su estomago se estrujaba ¿Hacia cuando había sentido algo parecido? Si, lo recordaba con exactitud, era como la primera vez que había podido hablar con Reita, como esa vez que Aoi estuvo a punto de golpear a Tora por descarado.

Aquella delicadeza con la que le ayudo a no permitirle caer una vez que Aoi le había empujado para poder matar al más alto. Si no hubiese sido por aquella maldita parejita, estaba seguro el nunca habría tenido la iniciativa de hablarle, o de invitarle a tomar un café como aquella vez.

\Flash Back /

No era la primera vez que Aoi llegaba frustrado a la compañía, con lentes oscuros puesto porque sus ojeras le hacían ver más de aquel mal humor que con el que despertaba. Tenia días que no había podido dormir, que aquella sensación de sorpresa, confusión, alteración y frustración le robaban el sueño.

Aquel tacto que Tora, aquel alto y por supuesto guapo guitarrista de Alice Nine le había afectado. Aquella manera de llegar precisamente a la cafetería, sentarse frente a él y fumar aquel cigarro con pierna cruzada no hizo más que sacarle una sonrisa a Aoi, y es que Tora realmente no le caía tan mal, pero nunca pensó escuchar aquellas directas palabras.

- ¿Se te ofrece algo, Tora-kun?

- Si.

- Te escucho. – sonrió.

- Me gustas.

En ese momento los “Oh por dios” se hicieron presentes. Saga había escupido el refresco al igual que el bajista Gazetto. ¿Podía ser posible aquello? Saga no había hecho más que limpiar rápidamente su boca y sonreír avergonzado a la mirada que Reita le daba. Y esa había sido la primera vez que Reita había visto una sonrisa mas que linda y solamente para el…

No paso mas para cuando después de unas semanas Aoi había llegado al ensayo con aquellos lentes, bufando por lo bajo ante aquel sentimiento que hacían efecto cada una de las palabras “lindas” que Tora le gritaba, decía y suplicaba a cada momento. Que si un: “de verdad que te quiero” “me gustas tanto” “¡joder Aoi no puedes huir de mi!” eso le molestaba al guitarrista. Pero se había quedado en shock al ver a aquel maldito que le provocaba la confusión, como siempre Tora, reía y bromeaba con sus amigos y compañeros de banda. Aoi no hizo otra cosa más que arrojar su maleta y salir de la sala una vez más.

- Aoi, espera ¡Maldición escúchame solo una vez! – suplico Tora.

- ¡¡Te he escuchado tantas veces y no dejas de joder con lo mismo!! Cual palabra o letra no entiendes de un: “¡No me gustan los hombres!”

Tora frunció el seño y todos lo veían, no era que se estuviesen escondiendo tras la puerta para ver y escuchar por lo que los otros dos discutían.

- Esto se pone bueno… - dijo, cuando Aoi comenzaba a forcejear ante el agarre del más alto.

- ¡Cállate Uruha!! – Regaño el líder en susurro - Será mejor que le avise a Shou. –

Tora no dejaba que Aoi se le escapara, ¡Lo había acorralado entre la pared del pasillo y su cuerpo! Aoi no se podía sentir mas nervioso, avergonzado. Su respiración la sentía tan cerca, sus palabras le perforaban los oídos hasta hacerle trizas las neuronas. ¿Acaso Tora podía llegar a sentir todo aquello que le susurraba al oído? ¿Acaso un hombre podía llegar a confesarse de tal manera?

No fue hasta que los Alicios llegaron derrapando, ocultándose justo a donde los Gazettos sin que los otros dos los viesen. Reita se había alejado un poco, aquello de verdad que era pura estupidez, ¿espiarles? Por dios, ni el mismo se la creía. Se dejo caer al suelo, sentándose como si la vida dependiera de ello. Solo observando disimuladamente la espalda del otro bajista.

- ¡¡Reita por dios, reacciona!!

Todo había pasado tan rápido, Aoi de un momento a otro saboreo aquellos labios del más alto. Tora le besaba con efusividad dejándolo claramente sin oxigeno, tomándole por las caderas y pegándose mucho mas a su cuerpo. Todos habían estado observando anonadados, casi con la boca abierta, y es que Aoi por unos segundos correspondió, horrorizándose al instante empujándolo y soltándole un puñetazo.

- ¡¿Qué te pasa pedazo de imbécil?! – Aoi estuvo a punto de arrojarse sobre su cuerpo, matarle y descuartizarle hasta que no quedara ningún pedazo de su cuerpo sin dañar o cortar. Fue cuando todos reaccionaron al instante, cuando Saga corría y detenía a Aoi para proteger de alguna manera a su amigo.

- Cálmate Aoi – pidió - ¡¡Que te calmes maldita sea!! –

Reita se había detenido justo detrás de su amigo pelinegro, cerrando el ojo derecho al escuchar el fuerte y claro grito de su baterista y líder. Aoi había forcejeado importándole una mierda lo que Kai dijera, pegando en la cara y arrojando casi al suelo a Saga. Y todo inicio ahí, si Reita no hubiese detenido casi en un abrazo posesivo al otro, estuviese seguro que nada entre ellos hubiese sucedido. Saga se había colorado mas de lo normal bajando la mirada una vez que Reita le ayudaba a ponerse bien de pie. Su sonrisa, ninguno olvidaría aquella sonrisa que ambos se habían regalado en ese momento.

- Háblenlo con calma, no hay porque llegar a los golpes. ¡Por dios Aoi, compórtate como el adulto que eres!

- ¡Tu no sabes nada Kai! ¡¿Cómo se le ocurre hacer tal cosa?!

- Lo hice por que quise – se defendió el mas alto – sé que de alguna manera te gusto, por favor Aoi solo dame una oportunidad, si a la primera no te gusta como me comporto, lo que hago, lo que te digo, te dejare en paz… - le miro con preocupación – por favor… -

Aoi bufo, pidiendo a todos que los dejaran solo, que lo hablarían como las personas adultas y maduras que eran. Saga no perdió su oportunidad en ningún instante, siguiendo casi pisando los talones del otro.

- R-Reita san…

- ¿Pasa algo, Saga?

- Yo bueno, quería agradecerte por lo de antes…

- No es nada, supongo…

Por unos momentos, segundos que le parecieron eternidad a ambos guardaron silencio, solo mirando a cualquier parte que no fuera la mirada del otro. Reita por un momento estuvo a punto de hablar, de hacer por lo menos una plática estúpida para no dejarle ir.

- Te importaría que tomáramos una café, digo, en lo que Tora y Aoi arreglan sus asuntos. – hablo atropelladamente pidiendo a dios que Reita le háyase entendido a lo que dijo.

- C-Claro

- ¡¿D-De verdad?!

- Si, porque no.

Tal vez todas las preguntas que había hecho en esos momentos habían sido apresuradas. Por supuesto que le había importado Reita desde hace mucho antes de todo ese alboroto, siempre había tenido la curiosidad de conocerle, de pedirle algún consejo, de tocar con el alguna melodía en el bajo, charlar y verle reír como con los demás. Era una atracción muy diferente a la que era ahora, en aquellos días le tenia tanto respeto, una admiración inmensa por lo que era y había logrado, pero tanto había sido su entusiasmo de conocerle mas, que cuando ya se había dado los ánimos de hablarle, se dio cuenta que no podía, que sus nervios aumentaban, que no podía mirarle siquiera a los ojos, que increíblemente se había enamorado de alguien a quien ni conocía.

- Te creía diferente… - dijo el rubio en un suspiro, sonriéndole cariñosamente.

- Yo también…

Y para cuando se habían dado cuenta, sus salidas habían aumentado, sus sonrisas solo eran dirigidas para ellos mismos y aquella amistad que se había formado desde la primera vez, se había echo tan fuerte que incluso ellos no eran o no podían ser capaces de romperla…

\End Flash Back /
Una sonrisa bosa se formo en sus labios.

- ¿En que piensas? – pregunto el vocal.

- Nada en especial…

Shou solo sonrió antes de estacionar el coche, de bajar y llevar consigo aquellos medicamente que sabia al bajista “se le olvidarían”. Escucho un suspiro algo frustrado por parte de Saga y con una palmadita en la espalda le dio los ánimos necesarios a seguir con absolutamente todo lo que tenía en mente. Saga no se detuvo de caminar, si el tenia que dar el primer paso lo daría, si el tenia que decirle todo no le quedaba mas que dejar de lado sus nervios y orgullo para confesar lo que sentía. Ahora mismo, tenía que ir por ese estúpido bajista y llevárselo de una vez por todas.

…………………………………………………...............

Todos le miraban con enojo. ¡No había dado todo su esfuerzo para el puto ensayo! Kai le gritaba, Aoi le gritaba, Ruki hacia lo mismo y su mejor amigo solo se burlaba de él. Estaba nervioso, si, pero eso no podía dejar que le afectara, Saga le había perdonado ¿no? O mas bien, Saga ahora si se había dignado a hablar con el y no quitarle la única oportunidad con la que podía estar junto a él. Pero eso le estaba afectando tanto, tanto que ya había jodido un ensayo.

- Dejémoslo hasta aquí, ¿vale? Con Reita no se puede… - bufo molesto el líder.

- Entiendo que es su culpa – hablo Aoi – pero todo es culpa de Saga. ¿No es asi Reita? Porque no mejor te vas a pensar lo que le vas a decir. –

- ¿Que tiene que ver ese maldito bajista aquí? – por un momento ese aura que había formado Kai se transformo a uno sumamente oscuro, aquella manera de hablar en Ruki no era mas que horrenda. - ¿Sigues pensando que Saga te hará caso? – Hablo venenoso.

- Ruki, sabes que eso a ti no te…

- ¿Qué no me incumbe, Akira? – Interrumpió – Sabes perfectamente que yo si he sido sincero desde siempre, que te quiero de verdad… -

- Ruki hemos hablado al respecto, sabes que no puedo quererte de la manera en que tú lo haces. – Trato de hablar lo más calmadamente posible haciéndole entender.

- Yo si te quiero… haría lo posible para que Saga no se te acercara nunca.

- ¿Y porque no lo haces?

La mirada de todos se torno preocupada, poniéndose alerta a aquellas dos miradas que observaban aquello desde la puerta. Saga inesperadamente había escuchado todo desde la puerta y si no es porque odiaba a ese maldito enano estaría seguro nunca habría interrumpido. Reita se puso alerta, caminando hacia donde Saga siendo detenido por un abrazo del vocal. Saga chasqueo los dientes.

- Si tanto lo quieres porque no lo haces. – Insistió - Porque no lo alejas de mí como deseas. - elevo una ceja, curveando los labios en una sonrisa – pero dudo que Akira quiera ir contigo. –

- Tu, estúpido. No tienes el derecho de venir y siquiera dirigirme la palabra.

- ¿Porque? ¿Por qué eres aquel vocalista que crees todos admiran?

- Ya Saga… - trato de calmarle Shou.

- ¡Ya nada, Shou! Estoy harto. Vámonos Akira.

- Akira no ira a ningún lado contigo. – Le miro con rabia – Tu no tienes por qué ordenarle. Es imposible que Akira pueda fijarse en alguien como tu, no puede… Aki chan, no puedes… -

- No le hables con tanta confianza, ¡Maldita sea!

Reita se sentía entre la espada y la pared, Saga, por supuesto que iría a donde el bajista quisiera, cursimente hasta el fin del mundo si él quería, pero Ruki era su amigo, la persona que le demostró aquel amor que tal vez el castaño nunca le daría.

- Ruki, perdóname pero yo no puedo y lo sabes, sabes que me gusta otra persona y no te corresponderé como tú quieres…

- ¿Otra persona? – Frunció el seño el otro bajista – nunca me lo dijiste. –

- No tiene por qué contarte nada…

- Mira Ruki, será mejor que te calles si no quieres que te rompa esa maldita cara que tanto odio.

- Saga, porque no vas a casa y te alcanzo en un rato mas – pidió el rubio – tengo algo que hablar con Ruki y…

- ¡No! Ni pienses que dejare que Ruki se quede contigo, no puedes estar con el, ¡no puedes si no soy yo el que te tenga!

- Saga…

- Vayamos a casa…

Saga entro a la sala por completo tomando la mano del bajista, arrastrándole fuera no escuchando las replicas de Ruki y sus gritos ofensivos. Ruki había tratado de detenerlo, de no dejarle ir esta vez, pero Aoi, el muy maldito le había detenido, poniéndose en su camino. Tal vez las palabras del guitarrista habían sido frías, tal vez le habían dolido al vocal hasta el fondo de su ser, pero aquel; “No te quiere, no puedes hacer nada al respecto” no le podía hacer llorar ahora.

Reita había sido guiado rápidamente al estacionamiento, recibido órdenes claras de arrancar y estar en menos de cinco minutos en la casa del Alicio. Por supuesto que derrapo en el asfalto. Todo había sido tan rápido, Saga no dejaba de mirar hacia la calle con cierto enojo, frunciendo los labios, chasqueando los dientes con insistencia. Cuando menos se habían dado cuenta ya se encontraban saliendo del coche y adentrándose a la casa del castaño.

- ¿Saga?

- Hagamos la cena ahora, hablemos como quedamos y…

- Tranquilo, oye, tranquilízate.

Una sonrisa boba se formo en los labios del de bandita. Saga estaba temblando del coraje, de todo aquello que Ruki le había provocado hablar. Le detuvo tomando fuerte la mano del castaño obligándole a que se detuviera antes de que escapara a la cocina. Saga dudo en si mirarle o no, en si enfrentarle o no.

Solo sintió las manos de Reita rodearle desde la espalda, apegándole a su pecho mientras plantaba un beso en su nuca. Nunca pensó que aquello sucedería o que le tomara por sorpresa provocándole un brinquito.

- ¿A-Akira…?

- Saga, escuchaste a Ruki todo lo que me dijo, no es…

- ¡Ese maldito! ¡Como es posible que…! – se giro dándole la cara arrepintiéndose al momento que Reita le abrazaba con fuerza, mirándole a los ojos, hablándole casi a escasos centímetros de sus labios.

- ¿Porque me besaste?

- Yo…

- ¿Porque te comportas así con Ruki?

- Bueno…

- ¿Qué es lo que sientes por mi?

Tantas preguntas con respuestas simples, pero todas le habían sido dichas tan rápidamente que no sabia que contestar, se había quedado callado hasta que la mirada de Reita le advertía que si no decía nada entonces lo que hacia no tenia sentido. Sintió como las manos del rubio estuvieron a punto de soltarle.

Lo único que pudo hacer fue abrazarse a su cuello, cerrar los ojos con fuerza y besarle como la noche anterior. Reita sorprendido, esta vez no dudo en corresponder ese demandante beso.




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