Just say... Capitulo 3

23:11 *Mony-san* 0 Comments

Capitulo 3. Hiding a surprise -Parte 1-

¿Qué que era lo que sentía? ¿Acaso era tan estúpido como para no notar como ahora mismo moría de celos, de nervios y de enojo?

Los dos eran realmente estúpidos, uno por no notar nada de su entorno y el otro por no sentir esa manera cariñosa y protectora con la que era abrazado.

Aquellos labios realmente le eran deliciosos esta vez. Esa manera demandante, como era que el castaño se aferraba en un abrazo. El rubio bajo sus manos a las caderas del otro provocando que se quedara estático pero con sus labios aun juntos. ¿Cuánto tiempo paso Reita besándole? ¿Cuanto fue el tiempo en que después de separarse su mirada no dejaba de buscar la suya?

- Estas completamente rojo, lindo~

- N-No te burles de mi, imbécil – Por un momento su mirada se cruzo con la de Reita logrando solo sacarle una sonrisa y el ponerse completamente rojo – S-Suéltame ya, solo lo hice para que no te fueras y no me dejaras hablando solo ¡Estoy seguro irías a buscar a Takanori y…! –

- ¿Solo por eso lo hiciste?

Saga chasqueo los dientes. Diablos, nunca se hubiese imaginado que aquella manera en que Reita le miraba fuera a ser capas de hasta hacerle tragar saliva con dificultad. Podía notar su desilusión en esos rasgados ojos.

- Si es eso entonces, no tengo porque quedarme mas, discúlpame por seguir tu juego…

- ¡N-No son así las cosas! – Se alarmo – además, tenemos un asunto pendiente tu y yo. ¡Necesitamos hablar, Akira! –

- Y de que quieres que hablemos, ¿Ah? ¿De lo mismo de siempre? Que no puedo hablar de nadie mientras estoy aquí contigo, que no puedo decirte “Taka” porque piensas que te confundo con Ruki, ¡que es lo que Ruki tiene que ver en todo esto! Porque te comportas de esta manera, joder. –

- ¡¡Porque el siempre a tenido la culpa!!

- ¡Nadie tiene la culpa de nada Sakamoto!

- ¡Lo ves! Incluso ahora después de lo que me dijo, le defiendes… - bajo el nivel de su voz agachando la mirada –

- Siempre es lo mismo contigo, siempre quejándote de todo. – Esta vez Reita le miro con dureza, ¿acaso Saga podía impedirle hacer lo que quisiese? Si, sabia que si estaban en otra circunstancias, si fueran algo mas, estaba seguro no estaría con nadie que no fuera el. – ¡Que es lo que pasa! Porque lo haces. -

- Porque él no puede monopolizarte…

- Y según tu, porque no puede.

- ¡¡Porque yo soy el único que debería hacerlo!!

Saga sonrió de lado dejando confundido al otro, ¿realmente no se daba cuenta? Sin siquiera dudarlo y dándose los ánimos que nunca pensó haberse dado, aclaro su garganta. Era tiempo de hablar con la verdad, era tiempo de decirle todo lo que había ocultado por tantos años. No podía negar que tenía miedo a que el rubio se fuera, a que no le escuchara, a que le dijera que estaba completamente loco.

Y Reita por un momento se quedo confundido, observando como era que Saga comenzaba a tronar sus dedos con insistencia. Saga seguía enojado y eso lo podía notar a kilómetros pero, de un momento a otro aquel rojizo en las mejillas de bajista Alicio le provoco sorpresa.

- ¡Tu nunca te das cuenta de nada! – grito de repente sobresaltando al rubio - ¿Nunca viste acaso como yo te miraba? Es como si yo no te importara en lo mas mínimo…

- ¡¡Pero me importas mas de lo que crees!! – interrumpió – No soy el tipo de persona que este aquí porque quiera, sabes que te quiero… -

- ¡¡Pero no me quieres como yo a ti!!

El Alicio cerró los ojos con fuerza dejando salir aquel último grito, se había sentido tan bien haber, por lo menos, dicho algo de todo lo que necesitaba decir. Odiaba aquella expresión que tenia el mismo, sabia que a aunque Reita lo negara, esa maldita cara le daba lastima, que provocaría que hiciera todo lo que fuera para que dejara de hacerla.

- ¿Saga?

- ¡No me interrumpas Suzuki! – Grito nervioso – Yo… yo desde hace mucho quería decírtelo, solo que, sabes que no se me dan este tipo de cosas. – Jalo su cabello dándole la espalda, sabia que si le miraba de frente se arrepentiría de todo – No es que Ruki precisamente me caiga mal. Le respeto como cantante, como el sempai que es, pero odio que este contigo, que siempre quiera acaparar toda tu atención. –

Akira no sabia realmente que decir o como actuar a las revelaciones que estaba escuchando. Aquello tenía que ser celos ¿no? Ese tipo de celos que los amigos sienten cuando son apartados de algún grupo o cuando el mejor amigo ya no le da la importancia necesaria ¿no? Saga le miro, si bien Reita no era una persona que entendiera asi tan rápidamente.

- Si quieres irte después de lo que te diga, esta bien… - continuo – si incluso no quieres hablarme comprenderé, solo, yo necesito decirlo de una vez por todas… - suspiro lentamente conteniendo el aire a cada segundo, expulsándolo tan trabajosamente – Se que esto es algo que no va contigo, que tu no eres asi, pero… me gustas desde hace mucho Akira, desde que comenzamos a ser amigos… -

Akira solo por unos momentos abrió la boca tratando de decir algo. Por supuesto que estaba sorprendido. ¿Qué le gustaba a Saga? ¿Qué desde que comenzaron a salir como amigos? Era broma ¿no? Era imposible que Saga sintiera aquello justo en el mismo tiempo en el que el rubio comenzó a fijarse seriamente en el.

- Saga, a decir verdad yo…

- No Akira, no quiero que digas nada, solo vete…

¿Irse? Estaba loco si el Alicio creía semejante barbaridad. Reita si bien estaba más que feliz, aquella mirada sin duda había sido sincera, sus palabras habían sonado tan convincentes que estaba seguro no le mentía. Pero sin hacer nada realmente, solo observo como Saga se iba a la cocina, como se recargaba en la barra y escondía el rostro entre sus brazos. Si el castaño lo había hecho, entonces porque el no sincerarse de una vez por todas.

Saga pensaba que Reita había salido huyendo, si bien, no es que precisamente todos en la compañía tuvieran aquellas “inclinaciones” los únicos y que lo habían dicho a los cuatro vientos, por supuesto, en la misma PSC habían sido Tora quien prácticamente al hacer a Aoi su pareja el también ahora lo era, y que decir de Ruki, ese maldito, ahora sabia que también iba para el mismo “bando”. Pensaba las cosas quemando sus neuronas, como le hubiese gustado que el rubio le correspondiera y aunque se escuchara estúpido, quería que actuara como el mismo Tora.

- No hagas líos tu cabeza, Takashi… - su voz le sobresalto. Saga solo pudo optar por mirarle sorprendido. – siempre piensas cosas que no son. –

- ¿No se supone te habías ido ya?

- ¿Quieres que me vaya? – Saga negó con la cabeza rápidamente – Entonces también es tu turno de escuchar todo lo que tengo que decir. –

- No quiero. – Suspiro escondiéndose entre sus brazos una vez mas – no quiero escuchar absolutamente nada de lo que me quieras decir. ¿Acaso piensas que es tan fácil decir que no puedes fijarte en un hombre y mucho menos que sea aquel que fue tu amigo? –

- Nadie ha dicho que no puedo fijarme en un hombre, yo decido quien me gusta o no, mujer, hombre, es completamente lo mismo ¿no lo crees? Aun eres mi amigo Takashi, ¿pero sabes una cosa? Ya no quiero que lo seas…

Alarmado era la respuesta correcta ¿Ahora también le negaba su amistad? ¿Ahora no podía tener ni eso de el? No sabia que contestar, no sabia como realmente rogarle a que no hiciera eso. Desesperado se acercó al rubio tomándole de la camisa, jalándole para que le diera una explicación.

- No… No puedes hacer eso… - sus ojos se cristalizaron haciendo presente una tal vez lagrima – Yo, yo por eso no quería decirlo, por eso siempre lo oculte… no puedes Aki, no puedes… -

Reita sonrió cuando el castaño se apegaba a su cuerpo, cuando apretaba su camisa con fuerza hundiendo el rostro en su cuello. Sintió la cálida humedad en el, los sollozos y los gimoteos. Realmente no necesitaba haber presenciado aquello, o hacerle pensar mal las cosas y ahora se arrepentía, porque por su estupidez Saga estaba realmente mal.

- Tonto… - le abrazo con fuerza logrando que el otro se aferrara a su cuello en un abrazo – No quiero que seamos amigos porque… tu me importas, te quiero mas que a nada, te amo tanto Takashi. –

- N-No juegues conmigo… duele…

- Mírame, mírame y date cuenta por ti mismo.

Reita le separo de si, no permitiendo que Saga topara con su mirada incluso no le permitió tomar aire antes de que le comenzara a besar como lo hacia. El castaño sentía que en cualquier momento se derretiría, que si Reita le soltaba ahora si caería de rodillas completamente hechizado. Una vez más le besaba, una vez mas podía probar esos labios que hacia unos minutos le pertenecieron.

El de sin bandita le apego a su cuerpo, caminando aun con los ojos cerrados hasta topar con el lavaplatos donde arrincono al castaño. Saga estaba que moría, Reita incluso sentía aquella misma sensación que el otro. Se añoraban, necesitaban conocer y saborear más del otro, aun asi, y con lentitud se detuvieron, separándose sin que Reita dejara de besar su rostro.

- No había tenido las agallas de decírtelo. – dijo Reita sobre sus labios – pero tu me gustabas desde antes que nos habláramos, me eras tan inalcanzable, como si nunca fuéramos a cruzar palabra alguna. Me enamore completamente de ti, aquella vez que fuimos a la cafetería. –

- Estas bromeando… - desvió su mirada avergonzado.

Reita solo negó con una sonrisa. Por supuesto que no bromeaba, recordaba todos aquellos ayeres a la perfección, como es que le observaba, si, le gustaba, pero nunca pensó que con solo tratarle como lo hizo, una sola vez, y gracias a aquellas sonrisas, personalidad, aquella manera de hablar y comportarse, le fueran a enamorar tan rápidamente.

Le abrazo más fuerte, permitiendo que le reconfortara.

- Quiero que estés conmigo de ahora en adelante. – pidió.

- Quieres decir que…

- Que a partir de ahora no nos vean como los amigos que éramos. – Reita acaricio la mejilla del otro, jalándole hacia si para darle cortos besos – Quiero que te vean como mi pareja, que seas solo mio, Takashi. –

Sin dudarlo mucho se arrojó aun mas sobre su cuerpo besándole tan lento que la desesperación del rubio aumento al máximo. Reita le tomo firmemente pegándole a su cuerpo con fuerza. Saga por un momento se sobre salto, poniéndose completamente rojo y jadeante cuando la lengua del otro invadió por completo su boca casi llegándole hasta la garganta. Trato lo mismo, de besarle con la misma pasión con la que el otro lo hacia, pero, su cabeza estaba hecha un caos, no sabia incluso que hacer. Reita solo una vez mas sonrió al separarse, al dejar casi completamente sin aliento al otro.

- ¿Eso es un si?

- Como decirte que no, si eres tu.

Como negarse, como decirle no a aquella persona que desde hacia mucho esperaba. Se abalanzo sobre su cuerpo, repitiendo infinidades de “si”. Incluso la cena que tenia Saga planeada para poder conversar fue olvidada por ambos, quienes queriendo llevar las cosas con calma, solo optaron por tumbarse al suelo como siempre lo hacían, solo que esta vez Saga sentado entre las piernas del otro, siendo abrazado por detrás sin siquiera ser soltado por un segundo, observando completamente entretenidos aquellas películas que si bien no le agradaban a ninguno de los dos, esta vez, la ficción y el terror había tenido algo de sentido…

…………………………………………………………..

Había estado quejándose todo el día por querer salir lo antes posible. Si bien no era una fecha especial en el calendario, o una donde Kai o Shou utilizaran como para darles el día libre. Pero es que como no estar marcada en el maldito calendario, joder era un día bastante importante, o por lo menos eso pensaba el castaño bajista.

Había ido corriendo a donde su pareja, pidiendo y casi suplicando a Kai para que dejara salir a Reita lo antes posible. ¿Porque lo pedía el? Porque el maldito de Akira no se había dignado a decir ninguna palabra cuando el líder había preguntado qué era lo que los dos se cuchicheaban.

- Kai san, solo esta vez, permítele salir antes… - pidió con las palmas de las manos juntas, dándole una leve reverencia.

- ¿Por qué debería de hacerlo?

Bien, no es que fuera que esa mirada y ese tono de voz intimidara a los presentes, no, era solo que preferían no lidiar con el próximo grito que Kai daría si seguía con su insistencia. Saga se mordió el labio cuando Aoi le hacía señas de que guardara silencio.

- Ni se te ocurra insistirle, Saga…

Reita había llegado hablándole al oído, abrazándole por la espalda mientras el otro asentía. El castaño solo se había dejado llevar hacia la salida aun abrazado, no dudando en girarse y darle uno de aquellos besos que tanto gustaban al rubio. Las manos de este bajaron un poco más hasta tocar su trasero, donde con un golpecito en el hombro, Saga se apartó completamente avergonzado.

Solo sonrió cuando antes de irse Reita le jalaba una vez más por la muñeca, robándole un beso para dejarle partir a su sala.

- Pensé que insistiría… - Dijo Aoi una vez ver al bajista dentro.

- Y yo pensé que Kai le gritaría como nos grita a nosotros – hizo un puchero – Aki chan, estoy seguro Saga no hubiera venido nunca más. – dramatizo.

- No es mi culpa que ustedes me saquen de quicio y me desquite, además, Uruha, no es que precisamente grite tan fuerte como para que Saga kun saliera corriendo. – entrecerró los ojos.

- No, que va~ - Hablo Aoi sarcástico – Sabes perfectamente que es cierto. Una vez sacaste a Tora a gritos y el no vino a recogerme por un tiempo. –

- ¡Se lo merecía! Siempre vienen a interrumpir cuando estamos trabajando.

- Y porque a Aoi shii~ si lo regañas, dile algo a Ruki… – defendió Uruha – él siempre dice que va al baño y se va con Byou, nunca le dices nada a él tampoco cuando viene a buscarlo. -

- ¡Oye no! A mí no me metan en sus asuntos, no vez que después no me dejara salir. – Chillo – además no es mi problema que Byou siempre venga aunque yo no se lo pida. -

- ¡¡Saga y Tora tampoco vienen porque estos estúpidos se lo pidan!! – regaño el líder.

- Bien, entonces, ¿Puedo irme ya, Kai? – Reita había estado observando todo con una sonrisa ladina, si bien este tipo de discusiones le divertían y más cuando Uruha metía la cizaña para que regañaran a todos por igual.

- ¡¡Ya lárgate a tu puta citita!! – grito exasperado.

- Ahhh~ que lindo, una cita. – Chillo Uruha – Aoi, ¿tú tienes citas con Tora kun? –

- Supongo todas las noches, Uru, ¿quieres que te cuente?

- ¡¡Joder, lárguense ustedes también!!

Todos rieron antes de comenzaran a recoger sus cosas, Reita había optado por apresurarse más de lo normal, acomodando como pudiera el bajo junto a los demás. Ruki le observaba de soslayo, viendo cada movimiento. Por supuesto que después de aquel tiempo, le dolió el ver a Saga tomado de la mano de Reita o incluso abrazados o besándose, pero ahora era tan diferente, no estaba contento por el Alicio, pero si por su amigo.

- Estas nervioso, ¿verdad? – recibió una sonrisa ladina por parte de Reita. – Todo saldrá bien… - afirmo.

- Eso espero, llevo planeándolo por un tiempo y no quiero echarlo a perder. 

- Lo echaste a perder desde el momento en que comenzaste a salir con él, pero bueno, eso ya no importa...

- ¡Ruki! – Esta vez fue turno de hablar por parte del pelirosa – Siempre me he preguntado ¿Por qué es que Saga te cae mal? – no es que fuera directo ni nada por el estilo, solo que aquella manera de hablar del vocal pocas veces le sacaba de quicio, no es que tampoco Aoi no defendiera a Tora, porque lo hacia y de alguna manera el que hablaran mal de un Alicio era porque el problema era con todos, Tora de por medio – pienso a creer que el único que te cae bien es Shou… -

- Mira Aoi, el que me caigan mal o no, es algo que no debería de importarte…

- ¿Tu problema es con todos incluyendo a Tora?

- No realmente. – desvió la mirada enojado.

- Bien, eso me deja mas tranquilo. – Aoi sonrió al vocal levantado la mano - te espero fuera Akira, nos vemos el lunes, Ruki -

- En veces Aoi me da miedo. – suspiro Reita.

- Maldito Shiroyama – bufo – en fin, Akira, como sé que también tienes curiosidad, no es que Saga me caiga mal, solo que antes no soportaba el que estuviera tan pegado a ti, pero pues bueno, sales con el y no hay remedio, en fin, todo esta superado por mi parte. –

- ¿Byou kun? – dijo travieso.

- Agh~ ¡No! – hizo una mueca – Aunque si el chico insiste, tal vez y le invite a tomar una copa en casa… - Ruki sonrió cuando el vocalista le serraba el ojo, sin duda ese era el Ruki, el amigo que tanto quería – Nos vemos Aki chan, disfruten de su noche. –

Ruki salió colocándose las gafas oscuras, pegándole a aquel que estaba recargado fuera de la sala fumando un cigarrillo. Aoi casi se atraganta con el humo, regresándole el golpe en una patadita. Reita suspiro al salir, sin querer había recibido él la patada que iba para el vocal. Ruki sonrió y rápidamente huyo cuando escuchaba unas risas muy pero muy conocidas, desapareciendo por el elevador.

Sin duda, aquel que venia dando la vuelta por las salas era el vocalista junto al guitarrista en líder de Screw. Aoi suspiro cuando Kazuki corría y se lanzaba a él y Byou solo observaba dentro de la sala.

- Ruki acaba de huir. – aseguro Aoi.

- ¡¿Eh?! Ese maldito… - bufo – siempre huye cuando le queremos invitar a salir. –

Aoi solo suspiro una vez mas sacándose de encima al guitarrista, despidiéndose rápidamente y jalando a Reita hasta llegar al estacionamiento. Reita no lo noto del todo, pero aquella sonrisa de Aoi al ver quien le esperaba, fue mas que hermosa. Tora estaba recargado en la cajuela de su coche enderezándose una vez haberles visto. Aoi no dudo para nada en llegar a besarle y en que Tora correspondiera. Reita solo incomodo desviaba la mirada hacia diferentes lugares.

- Saga había estado jodiendo todo el día… - suspiro el pelinegro – Shou casi le mata, asi que sus planes se fueron a la basura, casi llora porque perdería la reservación que hizo para llevarte a cenar. –

- ¿Y era necesario decírmelo? – suspiro afligido el rubio.

Sabía que Saga tenía algo entre manos, pero nunca se imagino que hubiese hecho una reservación para cenar. Esa sola pequeña cosa le hizo suspirar de alegría y a la vez de tristeza. El plan de Saga se había arruinado por su culpa.

- Bueno, asi tu plan no se hecha a perder ¿no? – Intervino el pelirosa – supongo una cena en casa es mucho mejor que ir a un jodido restaurant donde todos te observan histéricos. –

Y ahora que lo pensaba si, evidentemente no sabia porque aquella idea que ahora, gracias Aoi, se le había ocurrido a Saga. Reita disfrutaba de los restaurantes, pero de ahí a que fueran a festejar algo “inusual” era mucho.

Pero ahora que lo pensaba, ese algo “inusual” no era más que una fecha realmente importante –también a su parecer-. Después de aquella vez había pasado un mes, con los mejores días, por supuesto con peleas –gracias a Ruki- pero de unos días o tal vez semanas hacia adelante, todo había marchado normal y maravilloso.

Recordaba que Saga le había pedido hacer algo cuando llegaran a llevar ese tiempo en aquella relación formal en la que estaban, y por supuesto que Reita cumpliría su capricho, pero nunca se imagino que Saga hubiera estado incluso preparándole algo desde hacia algún tiempo. Había notado que el castaño días antes salía de compras con Shou y había llegado con ropa nueva incluso para el, que por cierto, ahora que lo recordaba Saga le había dicho un “deberás de ponértela el sábado, quiero que combinemos y salgamos a beber algo”.

Realmente pensaba que a Saga se le olvidaría que aquella semana, justamente este sábado, era su primer mes como pareja.

- ¿Tienes pensado que hacer? – Pregunto Aoi – Tora dice que para Saga esta bien que cocines algo ligero… -

- ¡¿Cocinar?! ¡No, yo no cocino nada! – Por supuesto que no lo haría, Aoi debería de saber que Reita siempre peleaba con los cuchillos y siempre terminaba lanzando los platos al fregadero cuando las cosas le salían mal. – ¿No podemos pedir algo de cenar? –

- ¿Y que pedirás? ¿Pizza? – Dijo sarcástico – Como se te ocurre tratar de quedar bien con el si pedirás comida rápida. Por lo menos una vez en tu vida, has algo de provecho Reita san. –

- ¿Quieres morir Tora?

- ¿Quieres que te patee el trasero, Akira?

Reita chasqueo los diente, no esperaba menos de Aoi, siempre defendiendo a Tora y este siempre dándole un gracias sobre sus labios. Pensando mejor la situación y haciendo de lado aquel espectáculo que comenzaba a presenciar gracias a que los guitarristas casi se comían frente a su cara se dispuso a hacer trabajar las pocas neuronas que tenia.

Saga era una persona que se merecía algo bueno y mas hablando de comida, no es que precisamente Reita quisiera comer pizza como Tora lo decía, pero tal vez unas hamburguesas habrían sido buena idea, o no, tal vez eso tampoco. Recordaba que Saga visitaba mucho un tipo restauran, “tipo” porque el establecimiento era grande, restaurante porque la comida de ahí ahora que lo recordaba era bastante buena.

Era de comida tal ve italiana ¿o francesa?, o como fueran las malditas pastas, pero a Saga le encantaban.

- Oigan, si ustedes idiotas calenturientos… - interrumpió a los otros dos recibiendo una mirada desaprobatoria por sus palabras – Les agradezco que me ayuden porque ¡si, lo reconoceré! Soy muy torpe para esto de las cenas y los detallitos cursis, pero, ¿podrían dejar de demostrarse amor y largarnos antes de que Saga pueda salir y nos vea aquí a los tres? –

- Saga esta bastante ocupado, créeme –afirmo el pelinegro.

- Porque lo dices – esta vez fue el turno de Aoi.

- Porque Shou le puso a hacer la melodía de una canción que tenia algo escondida.

- ¿puedo confiar en que no le dirán nada? – le miro con los ojos entrecerrados.

- Bueno, tal vez mi si porque si no Yuu me mataría, en Hiroto también y Shou pues disfruta explotándonos pero en Nao lo dudo…

- ¡¿Eh?! ¡¿Y si se lo dice?!

- Hay Akira, Tora esta bromeando – ambos guitarristas rieron.

Pedazos de imbéciles que eran completamente los dos. Reita bufo ordenando a que de una vez por todas entraran al coche que ambos compartía y se fueran directamente detrás de el a su casa. Aoi le había dicho que Tora era muy bueno con esto de planear cenitas y asi, y por lo visto tenia razón, ya que Saga se la pasaba diciendo que cada fin de semana el pelinegro le preparaba una cena fabulosa a Aoi, si aquella vez fue la primera vez que Reita sintió celos por como su castaño alababa al pelinegro.

Una vez estando manejando en su coche recordó muchas de las veces en que Saga planeaba cenas de “amigos” en su casa y ahora se daba cuenta que estaba tratando de llamar su atención a como diera lugar. Amaba eso ahora. Pero Reita era un total fracaso en ser ese tipo de persona que Saga alababa, si bien, nunca en su maldita vida había cocinado absolutamente nada y por eso odiaba a Kai, por hacer comidas tan ricas.

Sus pensamientos reprimidos se vieron obligados a romperse cuando su celular comenzó a sonar con insistencia, sintiendo que su estomago se revolvía y no precisamente por que estuviera enfermo. Rápidamente atendió con una sonrisa ladina.

- ¿Que pasa, Saga? – dijo con voz suave, mirando al frente y manejando un poco mas calmado.

- Acabo de encontrarme con Kai san y dijo que ya habías salido… - Maldito Kai, pensó el rubio – Le pedí a Shou que me dejara salir pero no quiere, dice que tenemos que trabajar con la melodía, pero Tora aun no llega de la sesión de no sé de que, que tenia… - termino de decir completamente frustrado.

- Debes de tener paciencia, además mañana es domingo y ambos descansamos.

- Si pero… tenia pensado hacer planes para dentro de unas horas… - se escucho triste, Reita no hizo mas que tragar saliva con dificultad.

- Iremos a donde tú quiera mañana, asi que termina rápido tu trabajo y me llamas para ir a recogerte…

- A-Amor yo, bueno, ¿tu hoy no tenias cosas que hacer?

- No realmente.

Por un momento Reita quiso matarse, aquel silencio en la otra línea le decía que era un completo imbécil. Saga no se merecía eso ¿o si? Además, era por una buena causa ¿no? Aun asi, no dejo de sentirse culpable cuando el otro se había quedado callado.

- Ahh~ Aki, Shou me habla, nos vemos mas tarde, espérame en el estacionamiento ¿ok? Bye...

- ¡Espera!

- ¿S-Sucede algo?

- Te quiero.

- I-Imbécil… también yo, nos vemos… ¡Si Shou ya vo…! - Y antes de que terminara de escuchar el grito de su pareja este ya había colgado.

Reita solo deseo al cerrar el celular, que todo lo que tenia planeado con Tora y Aoi funcionara, no quería echarlo a perder, pero lo mas importante era que quería ver aquella sonrisa tal cual le había mostrado cuando había tomado ánimos y el mismo le había invitado a tomar un café, pero aquella vez no precisamente en la cafetería de la compañía.

¡Y porque no lo había pensado antes!

No había nada mejor que recordar y revivir el momento en que Reita había caído rendido a sus pies y ese momento en que había descubierto por primera vez aquel sonrojo en el castaño.

…………………………………………………………………

Saga se había quedado con el celular entre las manos, apretándolo como si la vida dependiera de ello. Aun no se acostumbraba a que Reita le dijera aquellos “te quiero” o hasta esos “te amo” cada que estaban solo en cualquier lugar. Pensaba incluso que a la semana de comenzar a salir el rubio le dejaría pero eso no había sucedido, al contrario, habían aumentado las muestras de cariño, y eso era lo que se le hacia completamente imposible.

Nunca se imagino ver a Reita comportarse de aquella manera, que incluso le besara en la calle cuando había muchos que escondían su relación por el “que dirán”.

Sin duda, Reita le era perfecto.

- ¿En que piensas? – pregunto el rubio guitarrista sin mirarle, rasgando las cuerdas tratando de que “esa” melodía le saliera.

- En nada, solo pensaba en Akira… - se dejo caer hacia atrás, acomodándose mejor en el silloncito – Tenia planes para esta noche, hice reservación en un maldito restaurant y ahora la perderé gracias a Shou. – bufo.

- Te escuche, Saga – reclamo el vocalista – deberías de saber que las reservaciones se hacen después de las nueve asi que no me jodas y termina con lo que te pedí. –

- Pero Tora aun no ha llegado.

- Él tiene sesión de fotos hoy y el lunes, asi que ni modo.

- No se suponía que eran el lunes. – intervino Nao.

- Se suponía que tu te deberías de callar y te pusieras a trabajar – regaño, por un momento pudo ver como Nao cerraba los ojos tratando de decir un “Por poco y lo hecho a perder”.

Sin duda para Saga este seria el peor día de su maldita existencia, solo rogaba que el tiempo pasara rápido y por lo menos poder ver a su bajista una vez que llegara. Tenia aquella ansiedad de que aunque fuera poco, pero que el rubio recordara que hacia un mes habían comenzado a salir. Sin siquiera quererlo, su animo había bajado a los suelos.




Gracias por siempre leerme...

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