Involuntary feelings ~Extra~
~EXTRA~
Y porque precisamente después de meses Yume le preguntaba
como era que se había dado cuenta que según él siempre si estaba “enamorado”. Decir que había tratado de
acostarse con una antigua novia para darse cuenta de que los géneros no
importaban. Absolutamente ¡No!
Por muchas y obvias razón estaba más que claro que no le
diría absolutamente nada si es que aun quería vivir, y mas, si es que aun
quería tenerlo como lo tenía precisamente ahora. Entre sus piernas, aun con
ropa, pero entre sus piernas.
Estaban sobre la cama, mirando ambos el televisor de la
recamara de Yume. Este ultimo tenia tiempo preguntando como es que el bajista
había caído “en sus encantos” pero el
muy maldito no le decía absolutamente nada, es mas, solo optaba por evitar la
pregunta y sonrojarse. El vocal estaba seguro que si provocaba al otro le diría
algo ¡pero nada! Nada salía de sus labios.
- ¿Me dirás? – frunció los labios.
- No.
- Pero Amor~ ¿Por qué no?
- Porque no tiene importancia. – Abrió más sus piernas,
pegando al otro que se encontraba recostado sobre su cuerpo, aun con aquel
puchero tonto – Te dije que me gustabas y después que te quería, ¿acaso no es
suficiente? –
- No. – arqueo una ceja jalando el cabello del bajista – si
no me dices, terminamos. –
- ¡Eh! ¡¿Qué?! Solo por eso no me terminaras.
- ¿Quieres ver que si puedo? – Entrecerró los ojos
amenazante, levantándose del cuerpo ajeno, pegándole infantilmente en su pecho
con la mano – Terminamos, Intetsu. –
- Que infantil. – dijo aquellas palabras entre tosidos.
- ¡A quien le llamas infantil, estúpido!
- Ahora ya no soy amor, ahora son estúpido. ¡Resulta! – Le
jalo, dejándolo caer sobre su cuerpo, quedando sus labios a escasos centímetro del
otro, pero aun asi, ninguno de los dos tenían la mas mínima intención de
besarse, solo dejaban que ambas respiraciones chocaran calmadamente a la
cercanía.
- Retráctate… - le tomo por el cuello de la camisa, dejando
todo su peso sobre el cuerpo del otro. – Dime ¡maldición! –
- Cariño, tú me has terminado, no tengo nada que decir.
Estaba seguro que si no se controlaba haría berrinche,
porque ¡Si! si todo se ganaba con un berrinche lo haría, e Intetsu no se
resistiría a eso, pero ahora si se estaba resistiendo, no lo entendía, que
acaso era muy difícil el decirle la verdad, acaso no podía decirle lo que le
había contado a KENZO de la supuesta ex novia, ¿Cómo lo sabia? ¡Era obvio!, al
haberle contado todo al baterista este se lo contaría al guitarrista y asi el
guitarrista a Yume.
Era una simple y metiche
cadenita.
Lo único que quería el vocal era que no le mintiera y no le
ocultara nada, si, sabía que había tratado de revolcarse mas no se había
acostado con ellas, en ese entonces que se entero sintió celos pero bueno, eso
ahora ya era pasado ¿No? asi que en este momento al tenerlo a su lado no podía
afectarle si gracias a eso Intetsu se había dado cuenta de todo.
- Yo nunca te oculte nada. – Dijo Yumehito despacio aun
teniendo esa intima cercanía con el otro – si hice algo aun cuando no estaba
contigo lo conté todo, eres tan malo conmigo, entonces yo soy el único que se
tiene que expresar y por mas vergonzoso que fuera te lo tenia que decir ¿No? –
negó con la cabeza cristalizando sus ojos al sentir que pronto reventaría a
carcajadas al ver la mirada seria y triste del otro.
- No pensé que te sintieras asi, perdón.
- No te disculpes, en fin, ya hemos terminado.
- Pero te amo… - desvió la mirada.
- Bien, tú ganas, regresamos. – repartió interminables besos
en sus labios. – ¿De verdad me amas? – El otro asintió avergonzado – ¿Mucho,
mucho? –
- Si mucho, pero no seas cursi.
- Pero estamos solos… - le beso despacio - ¿Aprovechamos que
hemos regresado? –
- No puedo negarme ¿Verdad? – Yume negó con una sonrisa
sensual.
Y su tonta pelea termino en una noche interminablemente movidita, haciendo de sus cuerpos
desnudos lo primero que se les ocurriera en mente. Si Intetsu siempre optaba
por no decir nada era porque el otro ya
lo sabía, y porque conocía a sus otros dos discretos amigos.
Pero les agradecía, porque si por eso podían llegar a tener una
reconciliación tan maravillosa, pelearía, pediría perdón y le diría “te amo” todos
los días…
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