Never too late ~Capitulo 3~
CAPITULO 3
Esas palabras
le habían dolido hasta el alma, como era posible que Uruha le hablara de esa
manera. ¿Que había hecho mal? que era lo que tenía que cambiar para que no se
sintiera de la manera en que comenzaba a sentirse.
¿Acaso eran tan
obvios sus sentimientos los cuales ya se había dado cuenta Uruha y por eso lo
apartaba de tan cruel manera? Pero no, eso tenía que ser imposible, el único
que lo sabía era Reita y este no diría nada, ¿o si?
Después de unos
segundos en shock corrió detrás de Uruha llegando a la sala.
- Que fue lo que
hice para que me trates así. - Aoi lo sostuvo del brazo.
- En primera
suéltame y en segunda… solo no te soporto.
- Si te dije
algo o hice algo, discúlpame.
- ¿No
escuchaste?... No te soporto.
Porque decir
que no se sintió una verdadera mierda al decirle eso al pelinegro y como negar
que sintió las ganas de disculparse cuando todos lo comenzaron a mirar con
tristeza y enojo.
Bajo su mirada
rápidamente antes de que Aoi lo soltara y saliera del lugar. Enojado, tristeza,
fastidio, miedo, confusión… Uruha esta vez no pudo leer lo que en realidad los
ojos de Aoi resaltaban en ese momento.
- Aoi, ¡Aoi
espera! – Grito Kai – Uruha que ha sucedido contigo, ¿acaso Aoi te hizo algo?
- No, claro que
no, solo que…
- Estas
comenzando a comportarte como tu noviecito. – Interrumpió Reita echándole una
mirada de total decepción – Yo iré a por él. –
Salió, pero fue
mucho más lento que el castaño. Solo pudo observar como Uruha había salido
corriendo detrás de Aoi, se detuvo y se llevó la mano a la cabeza con una
sonrisa… Uruha era tan tonto que ni siquiera de daba cuenta que parecía una
verdadera niña corriendo a buscar al otro guitarrista.
Uruha sabía
perfectamente aquella manía que tenía el pelinegro al ir a esconderse al
estacionamiento, estaba claro que en un lugar como ese nadie lo vería y
escucharía o por lo menos eso pensaba el pelinegro.
Pero ¿Porque si
se había decidido el ya no hablarle a Aoi ahora mismo salía detrás suyo? ¿Que
acaso su amistad era más fuerte que el amor que le tenía al bajista de Dir En
Grey. Sentado lo encontró en el suelo con un cigarro, despeinándose el cabello
con desesperación, repitiéndose lo mismo que anteriormente había preguntado.
- Perdóname… te
trate mal…
Aoi giro su
rostro rápidamente mientras trataba de levantarse. Ahora se daba cuenta que
Uruha era único. El castaño puso una mano en su hombro haciéndole compañía en
el suelo, sentándose lentamente.
- ¿Estas bien?
Hace rato te mirabas tan mal… - dijo Aoi dándole una mano al castaño para
ayudarle a sentarse.
- No debí
tratarte tan mal…
Era obvio que
evitaría ese tema, no podía decirle a Aoi que le dolía la cabeza a causa de que
la noche anterior había tenido una pelea con Reita gracias a que Toshiya casi
le parte el trasero en dos y además por pensar bastante en como dejaría de
hablarle.
- No te
preocupes. – Sonrió – si hice algo yo de verdad per… -
- No pidas
perdón… - suspiro, tal vez estaba mal decirle sus problemas y echarle la culpa,
pero tenía que hacerlo para ver si Aoi entendía su situación y asi este solo se
alejara – Es algo difícil de explicar…
- Sabes que te
escuchare, cuéntame lo que quieras…
Uruha se mordió
el labio, la verdad no era capaz de decirle que no le hablaría porque Toshiya
como quien dice comenzaba a odiarlo por su culpa, pero, ¿Reita tenía razón, no?
se suponía que Aoi no había hecho nada, entonces aquí la culpa era suya, si no
se hubiera ido con Aoi a la salida del ensayo estaría seguro que su novio no le
hubiera hecho una escenita y mucho menos lastimarlo.
Pero Aoi estaba
ansioso, le afectaba estar tan cerca de Uruha, le dolía no poder abrazarlo y
besarlo en estos momentos. Uruha era tan especial para él, le provocaba cosas
que jamás imagino sentir por alguien y ahora, que podía hacer ahora si
prácticamente estaba idiotizado con aquel rostro preocupado del castaño, con
aquella mordidita de labio que Uruha hacía.
Se giró, no
soportaba ver algo que no le pertenecía.
- S-Sera mejor
que regresemos…
- Pero Yuu,
necesito pedirte algo.
- Hablemos
saliendo… - se levantó de golpe, que era lo que sentía, porque se sentía tan
nervioso de un momento a otro con solo ver a Uruha – ¿Te parece si te invito a
tomar algo?...
- Yo… No, yo no
puedo…
- Solo esta vez.
– Tomo sus manos – solo… será esta vez… -
- Pero…
Lo pensaba, que
pasaría si su pareja se enteraba, ¿que le podía decir a Aoi para rechazar su
invitación? Nada, no se podía negar a Aoi no podía negarse a todas las
atenciones del pelinegro, Aoi era tan parecido a Toshiya, tan parecidos en la
forma de controlarlo, el solo hecho de mirarlos a los ojos caía a sus
pedimentos.
¿Pero porque
Aoi?
Porque sentía
ese control del pelinegro.
Porque no podía
rechazarle nada…
Porque no podía
decirle no…
Aoi era una mejor persona que Toshiya…
- B-Bien…
- ¿De… de
verdad? – Uruha asintió.
Sus ojos se
iluminaron, hubiese querido brincar y cargar a Uruha y darle vueltas como si
fuera una chica, pero no, se detuvo, sonreía como bobo. No supo si actuó de la
peor manera o si con esta la había regado, ¡pero eran sus instintos! Lo abrazo,
lo estrecho entre sus brazos y lo que siguió los dejo a ambos en Shock.
Aoi había
juntado sus labios sin moverlos solo chocándolos con los del castaño.
Uruha abrió los
ojos y Aoi se separó al instante.
- Ahh~ yo… será
mejor que regresemos…
- …..
Uruha no se
movió, solo observo como Aoi se coloraba de las mejillas y trataba de salir
casi corriendo a la sala de ensayos.
Que había sido
todo eso, porque se había sentido tan raro al haber sentido los labios del
otro, porque sentía que su estómago se revolvía a cada segundo y no
precisamente de asco. Se llevó la yema de sus dedos tocando su labio inferior. Se había
sentido justo como cuando Toshiya le había robado su primer beso, no, la verdad
este se había sentido de una mejor manera, mas especial, mas genial, mas…
hermoso. ¿Acaso podía ser que Aoi sintiera algo? ¿Acaso desde ahora ambos se
podrían confundir de sentimientos que ninguno sentía?
Pero él no
podía confundirse, no podía sentir nada por él ya que tenía a Toshiya, incluso
podía el mismo besarlo y no sentir nada, ¡Sí! eso haría y pondría en claro que
ninguno sentiría absolutamente nada. Porque no
intentarlo y dejarle en claro a su cabeza que Toshiya era el que mejor besaba.
Tomo a Aoi del
brazo antes de que huyera.
- Yo…
Discúlpame, no quise hacerlo… no volverá a su…
Lo jalo,
dejándolo desconcertado, lo había callado con sus propios labios, los había
juntado justo como Aoi lo había hecho. Cerró sus ojos y sonrió con
autosuficiencia al darse cuenta que Aoi no correspondía pero su sonrisa
desapareció cuando Aoi salió de su asombro y lo tomaba de la cintura
abrazándolo comenzando a masajear sus labios. Ahora el que no se movió fue él,
nunca se imaginó que Aoi le correspondiera tan cariñosamente y mucho menos que
el mismo llevara sus manos al cuello del pelinegro.
Su beso duro lo
suficiente como para que ambos quedaran sin aliento, ninguno quería separar sus
labios del otro por el miedo a la reacción que pudiera tener, Incluso Aoi
seguía moviéndolos de una manera lenta para asi hacer la separación un poco
menos densa.
Los dos
abrieron los ojos lentamente.
No supieron ni
cómo reaccionar…
- Vamos a
ensayar. - Dijo Aoi saliendo lo más rápido posible de ahí.
- S-Si… será
lo… mejor…
* * * * * * * *
* * * * * * * * * * * * *
La hora de los
ensayos había pasado bastante rápido para su gusto y para terminarle de joder,
Kai la había terminado como por eso de las seis de la tarde.
No estaba
seguro si insistir con Uruha a que salieran a beber algo o no, aun asi, eso no
le quitaría la felicidad que tenía al haberlo besado tal y como desde hace ya
mucho tiempo había deseado hacerlo. Sus labios pegados a los suyos, sus manos
rodeándole su cuello ¡Dios! Como le había vuelto loco un simple contacto con
sus labios.
Pero para Uruha
no era tan fácil, había sido infiel, le había faltado a su pareja con el simple
hecho de haber probado otros labios que además de haberle gustado le había
hecho sentir algo raro.
Tan raro que le
asustaba…
- Uru yo…
olvidemos lo que paso. - ambos había salido de la sala y se dirigían hacia la
salida.
- Fue un error…
- suspiro – Ahora que le diré a Toshiya. Yo no quería hacerlo Yuu, solo
necesitaba saber hasta qué grado yo… - guardo silencio al instante, no podía
decirle a Aoi que lo había utilizado
para darse cuenta que nadie le haría sentir lo mismo que Toshiya.
Pero era tan
duro, Aoi nunca se imaginó que la palabra “error” le doliera mucho más que
cuando le dijo que se perdiera de su vista. Ahora se daba cuenta que nunca
tendría una oportunidad y que mucho menos Uruha lo vería de una manera muy diferente
a aquella amistad que los unía. Sonrió de lado.
Uruha se sentía
extraño – Hasta qué grado yo… - repitió.
- Te entiendo…
está bien, no le daremos vuelta al asunto. – trato de sonreír – Pero aún me
debes una noche de diversión. –
- Esta bien…
Uruha sonrió
con sinceridad acariciando la mejilla de Aoi, esta vez sí pudo ver la tristeza
reflejada detrás de esa falsa sonrisa del pelinegro, aun asi nunca se le paso por la
cabeza la causa de la tristeza del otro y no divagaría más si sabía que
comenzaría con tonterías y se formaría muchas cosas en su cabeza.
- ¿Vamos de una
vez? – pregunto.
- Podemos pasar
a mi casa, necesito saber si… llego Toshiya.
Aoi suspiro – Está
bien, pero no tardes que ese lugar se llena bastante rápido.
Ambos
guitarristas habían entrado al carro de Aoi, este quiso alegar cuando escucho
el nombre del bajista pero no dijo nada, no quería poner un ambiente muy tenso
como el que anteriormente tenían. No tardaron en llegar cuando Uruha bajaba
rápidamente del carro de Aoi, saco las llaves y abrió la puerta que compartía
con su bajista. Estaba oscuro, y al estar todo como el día anterior se dio
cuenta que su pareja no había llegado. Entro a la recamara.
Había una
pequeña nota la cual hizo que una sonrisa se formara en sus labios, en ella
estaba escrita un:
“Uru, hoy saldré hasta tarde, quizá
llegue en la madrugada aún hay cosas que hacer y no terminaremos pronto.
Descansa lo que puedas porque cuando llegue te daré una sorpresita que se te
encantara.”
Eso era todo,
ni un te quiero, o un te amo, eso le hizo sentir mal pero rápidamente pensó que
tal vez se le había olvidado escribirlo a causa de la apuración.
Ingenuidad o estupidez…
Con una sonrisa
salió de la recamara dejando la notita en el mismo lugar donde se encontraba en
un principio, no se cambió de ropa, y salió lo más rápido posible. Hoy no tenía
que tardarse, Toshiya le había prometido escritamente que llegaría a casa y por
lo visto tendrían una noche bastante movidita.
Aoi solo lo
observo salir de la casa con una sonrisa, esa sonrisa de la cual hasta a veces
le asqueaba sabiendo el porqué de ella, y lo que reflejaba “Toshiya”. No
pregunto nada y solo le regalo una sonrisa al castaño y lo más rápido que pudo
salieron hacia su destino.
- A donde
iremos… - pregunto sonriente.
- A donde Reita
y yo siempre vamos, es un buen lugar para beber.
- Espero no
esté tan bueno porque no quiero embriagarme. – Aoi rio escandalosamente - ¿Qué?
–
- Tu, ¿no
embriagarte? Si~ y yo soy el más joven de the GazettE…
- No seas
sarcástico conmigo, Shiroyama.
- Y tú no seas
tan… ¿mentiroso? ¡Además! Se supone que a un bar se va a tomar.
- Si, pero hoy
no puedo.
- ¿Porque? ¿Porque
Toshiya se enojaría?
Uruha frunció
el ceño, Aoi estaba comenzando a ser pesadito y si seguía asi estaba seguro que
ambos pelearían antes de llegar al bar. Aoi mejor decidió guardar silencio, en
estos momentos le convenía bastante el llegar al lugar y estar ahí por lo menos
un buen rato a su lado, este era una de las oportunidades de estar solos en
mucho tiempo.
No sabía de qué
hacer platica, se sentía tan tonto al no poder mantener una conversación en
estos momentos que solo dejo salir la primer pregunta que estaba en su cabeza.
- Uru… Shima tú
quieres mucho a Toshiya, ¿no es asi? – vaya idiota, lo que menos quería saber
fue lo primero que pregunto.
- Porque lo
preguntas. – le miro confuso.
- Contesta
Shima…
- Si. – Levanto
los hombros aun sin entender – Lo amo… -
Sonrió de lado.
Llegaron al
lugar y Aoi invito a Uruha a salir del coche para entrar al establecimiento.
Uruha se quedó algo asombrado, ese no era como un bar sino como una especie de
antro, pero algo más pequeño, además de que Aoi tenía razón, aun no era tan tarde
y el lugar comenzaba a ser un poco más concurrido. Solo se dejó guiar, de
alguna manera Aoi lo había tomado de la mano y lo arrastraba a una mesa algo
apartada, donde una mesera había llegado justo igual que ellos.
- Joven Aoi –
sonrió – que le sirvo. –
- Lo de
siempre.
Que era
aquello, porque Uruha había fruncido el ceño al ver que aquella chica se
acercaba bastante a la cara del pelinegro, porque ella le hablaba tan cerca del
oído, porque se sentía tan… celoso. Había escuchado perfectamente bien que la
chica solo hacia su trabajo y se acercaba a causa de la música, pero, porque se
hablaban como si se conocieran bastante bien.
Estando a un
lado de Aoi, lo jalo, dejando sorprendido al pelinegro y a la chica. Y ahí se
dio cuenta de lo que estaba haciendo, no podía estar sintiendo eso porque ellos
no eran nada, solo eran amigos y nada más, pero porque precisamente en estos
momentos sentía celos, porque tenía que ser a causa de Aoi.
- ¿Donde está
el baño? – No le quedo nada más que esta pequeña escusa.
Aoi le señalo
por donde y como rayo se fue a los baños, se miró al espejo, estaba tan rojo,
tan sonrojado, ¿Por qué? Él no debía sentir esto, nadie le quitaría la amistad
de Aoi. Suspiro varias veces para calmarse, y de uno bastante largo y fuerte se
dio unas palmaditas en las mejillas. Sonrió para sí mismo sobre el espejo y se
decidió por salir.
En ese momento
nunca antes había deseado no haber salido de un baño, aquello que estaba frente
a sus ojos le partía el alma, acaso él no era tan bueno, acaso se merecía esto
por haber besado a alguien que no fuera su novio…
Solo se escuchó
una fuerte cachetada, la cual resonó en sus oídos, una que hizo eco mucho más
fuerte que la misma música de aquel bar.
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