Never too late ~Capitulo 3~

16:42 *Mony-san* 0 Comments

CAPITULO 3

Esas palabras le habían dolido hasta el alma, como era posible que Uruha le hablara de esa manera. ¿Que había hecho mal? que era lo que tenía que cambiar para que no se sintiera de la manera en que comenzaba a sentirse.

¿Acaso eran tan obvios sus sentimientos los cuales ya se había dado cuenta Uruha y por eso lo apartaba de tan cruel manera? Pero no, eso tenía que ser imposible, el único que lo sabía era Reita y este no diría nada, ¿o si?

Después de unos segundos en shock corrió detrás de Uruha llegando a la sala.

- Que fue lo que hice para que me trates así. - Aoi lo sostuvo del brazo.

- En primera suéltame y en segunda… solo no te soporto.

- Si te dije algo o hice algo, discúlpame.

- ¿No escuchaste?... No te soporto.

Porque decir que no se sintió una verdadera mierda al decirle eso al pelinegro y como negar que sintió las ganas de disculparse cuando todos lo comenzaron a mirar con tristeza y enojo.

Bajo su mirada rápidamente antes de que Aoi lo soltara y saliera del lugar. Enojado, tristeza, fastidio, miedo, confusión… Uruha esta vez no pudo leer lo que en realidad los ojos de Aoi resaltaban en ese momento.

- Aoi, ¡Aoi espera! – Grito Kai – Uruha que ha sucedido contigo, ¿acaso Aoi te hizo algo?

- No, claro que no, solo que…

- Estas comenzando a comportarte como tu noviecito. – Interrumpió Reita echándole una mirada de total decepción – Yo iré a por él. –

Salió, pero fue mucho más lento que el castaño. Solo pudo observar como Uruha había salido corriendo detrás de Aoi, se detuvo y se llevó la mano a la cabeza con una sonrisa… Uruha era tan tonto que ni siquiera de daba cuenta que parecía una verdadera niña corriendo a buscar al otro guitarrista.

Uruha sabía perfectamente aquella manía que tenía el pelinegro al ir a esconderse al estacionamiento, estaba claro que en un lugar como ese nadie lo vería y escucharía o por lo menos eso pensaba el pelinegro.

Pero ¿Porque si se había decidido el ya no hablarle a Aoi ahora mismo salía detrás suyo? ¿Que acaso su amistad era más fuerte que el amor que le tenía al bajista de Dir En Grey. Sentado lo encontró en el suelo con un cigarro, despeinándose el cabello con desesperación, repitiéndose lo mismo que anteriormente había preguntado.

- Perdóname… te trate mal…

Aoi giro su rostro rápidamente mientras trataba de levantarse. Ahora se daba cuenta que Uruha era único. El castaño puso una mano en su hombro haciéndole compañía en el suelo, sentándose lentamente.

- ¿Estas bien? Hace rato te mirabas tan mal… - dijo Aoi dándole una mano al castaño para ayudarle a sentarse.

- No debí tratarte tan mal…

Era obvio que evitaría ese tema, no podía decirle a Aoi que le dolía la cabeza a causa de que la noche anterior había tenido una pelea con Reita gracias a que Toshiya casi le parte el trasero en dos y además por pensar bastante en como dejaría de hablarle.

- No te preocupes. – Sonrió – si hice algo yo de verdad per… -

- No pidas perdón… - suspiro, tal vez estaba mal decirle sus problemas y echarle la culpa, pero tenía que hacerlo para ver si Aoi entendía su situación y asi este solo se alejara – Es algo difícil de explicar…

- Sabes que te escuchare, cuéntame lo que quieras…

Uruha se mordió el labio, la verdad no era capaz de decirle que no le hablaría porque Toshiya como quien dice comenzaba a odiarlo por su culpa, pero, ¿Reita tenía razón, no? se suponía que Aoi no había hecho nada, entonces aquí la culpa era suya, si no se hubiera ido con Aoi a la salida del ensayo estaría seguro que su novio no le hubiera hecho una escenita y mucho menos lastimarlo.

Pero Aoi estaba ansioso, le afectaba estar tan cerca de Uruha, le dolía no poder abrazarlo y besarlo en estos momentos. Uruha era tan especial para él, le provocaba cosas que jamás imagino sentir por alguien y ahora, que podía hacer ahora si prácticamente estaba idiotizado con aquel rostro preocupado del castaño, con aquella mordidita de labio que Uruha hacía.

Se giró, no soportaba ver algo que no le pertenecía.

- S-Sera mejor que regresemos…

- Pero Yuu, necesito pedirte algo.

- Hablemos saliendo… - se levantó de golpe, que era lo que sentía, porque se sentía tan nervioso de un momento a otro con solo ver a Uruha – ¿Te parece si te invito a tomar algo?...

- Yo… No, yo no puedo…

- Solo esta vez. – Tomo sus manos – solo… será esta vez… -

- Pero…

Lo pensaba, que pasaría si su pareja se enteraba, ¿que le podía decir a Aoi para rechazar su invitación? Nada, no se podía negar a Aoi no podía negarse a todas las atenciones del pelinegro, Aoi era tan parecido a Toshiya, tan parecidos en la forma de controlarlo, el solo hecho de mirarlos a los ojos caía a sus pedimentos.

¿Pero porque Aoi?

Porque sentía ese control del pelinegro.

Porque no podía rechazarle nada…

Porque no podía decirle no…

Aoi era una mejor persona que Toshiya…

- B-Bien…

- ¿De… de verdad? – Uruha asintió.

Sus ojos se iluminaron, hubiese querido brincar y cargar a Uruha y darle vueltas como si fuera una chica, pero no, se detuvo, sonreía como bobo. No supo si actuó de la peor manera o si con esta la había regado, ¡pero eran sus instintos! Lo abrazo, lo estrecho entre sus brazos y lo que siguió los dejo a ambos en Shock.

Aoi había juntado sus labios sin moverlos solo chocándolos con los del castaño.

Uruha abrió los ojos y Aoi se separó al instante.

- Ahh~ yo… será mejor que regresemos…

- …..

Uruha no se movió, solo observo como Aoi se coloraba de las mejillas y trataba de salir casi corriendo a la sala de ensayos.

Que había sido todo eso, porque se había sentido tan raro al haber sentido los labios del otro, porque sentía que su estómago se revolvía a cada segundo y no precisamente de asco. Se llevó la yema de sus dedos tocando su labio inferior. Se había sentido justo como cuando Toshiya le había robado su primer beso, no, la verdad este se había sentido de una mejor manera, mas especial, mas genial, mas… hermoso. ¿Acaso podía ser que Aoi sintiera algo? ¿Acaso desde ahora ambos se podrían confundir de sentimientos que ninguno sentía?

Pero él no podía confundirse, no podía sentir nada por él ya que tenía a Toshiya, incluso podía el mismo besarlo y no sentir nada, ¡Sí! eso haría y pondría en claro que ninguno sentiría absolutamente nada. Porque no intentarlo y dejarle en claro a su cabeza que Toshiya era el que mejor besaba.

Tomo a Aoi del brazo antes de que huyera.

- Yo… Discúlpame, no quise hacerlo… no volverá a su…

Lo jalo, dejándolo desconcertado, lo había callado con sus propios labios, los había juntado justo como Aoi lo había hecho. Cerró sus ojos y sonrió con autosuficiencia al darse cuenta que Aoi no correspondía pero su sonrisa desapareció cuando Aoi salió de su asombro y lo tomaba de la cintura abrazándolo comenzando a masajear sus labios. Ahora el que no se movió fue él, nunca se imaginó que Aoi le correspondiera tan cariñosamente y mucho menos que el mismo llevara sus manos al cuello del pelinegro.

Su beso duro lo suficiente como para que ambos quedaran sin aliento, ninguno quería separar sus labios del otro por el miedo a la reacción que pudiera tener, Incluso Aoi seguía moviéndolos de una manera lenta para asi hacer la separación un poco menos densa.

Los dos abrieron los ojos lentamente.

No supieron ni cómo reaccionar…

- Vamos a ensayar. - Dijo Aoi saliendo lo más rápido posible de ahí.

- S-Si… será lo… mejor…

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

La hora de los ensayos había pasado bastante rápido para su gusto y para terminarle de joder, Kai la había terminado como por eso de las seis de la tarde.

No estaba seguro si insistir con Uruha a que salieran a beber algo o no, aun asi, eso no le quitaría la felicidad que tenía al haberlo besado tal y como desde hace ya mucho tiempo había deseado hacerlo. Sus labios pegados a los suyos, sus manos rodeándole su cuello ¡Dios! Como le había vuelto loco un simple contacto con sus labios.

Pero para Uruha no era tan fácil, había sido infiel, le había faltado a su pareja con el simple hecho de haber probado otros labios que además de haberle gustado le había hecho sentir algo raro.

Tan raro que le asustaba…

- Uru yo… olvidemos lo que paso. - ambos había salido de la sala y se dirigían hacia la salida.

- Fue un error… - suspiro – Ahora que le diré a Toshiya. Yo no quería hacerlo Yuu, solo necesitaba saber hasta qué grado yo… - guardo silencio al instante, no podía decirle a Aoi que lo había utilizado para darse cuenta que nadie le haría sentir lo mismo que Toshiya.

Pero era tan duro, Aoi nunca se imaginó que la palabra “error” le doliera mucho más que cuando le dijo que se perdiera de su vista. Ahora se daba cuenta que nunca tendría una oportunidad y que mucho menos Uruha lo vería de una manera muy diferente a aquella amistad que los unía. Sonrió de lado.

Uruha se sentía extraño – Hasta qué grado yo… - repitió.

- Te entiendo… está bien, no le daremos vuelta al asunto. – trato de sonreír – Pero aún me debes una noche de diversión. –

- Esta bien…

Uruha sonrió con sinceridad acariciando la mejilla de Aoi, esta vez sí pudo ver la tristeza reflejada detrás de esa falsa sonrisa del pelinegro, aun asi nunca se le paso por la cabeza la causa de la tristeza del otro y no divagaría más si sabía que comenzaría con tonterías y se formaría muchas cosas en su cabeza.

- ¿Vamos de una vez? – pregunto.

- Podemos pasar a mi casa, necesito saber si… llego Toshiya.

Aoi suspiro – Está bien, pero no tardes que ese lugar se llena bastante rápido.

Ambos guitarristas habían entrado al carro de Aoi, este quiso alegar cuando escucho el nombre del bajista pero no dijo nada, no quería poner un ambiente muy tenso como el que anteriormente tenían. No tardaron en llegar cuando Uruha bajaba rápidamente del carro de Aoi, saco las llaves y abrió la puerta que compartía con su bajista. Estaba oscuro, y al estar todo como el día anterior se dio cuenta que su pareja no había llegado. Entro a la recamara.

Había una pequeña nota la cual hizo que una sonrisa se formara en sus labios, en ella estaba escrita un:

“Uru, hoy saldré hasta tarde, quizá llegue en la madrugada aún hay cosas que hacer y no terminaremos pronto. Descansa lo que puedas porque cuando llegue te daré una sorpresita que se te encantara.”

Eso era todo, ni un te quiero, o un te amo, eso le hizo sentir mal pero rápidamente pensó que tal vez se le había olvidado escribirlo a causa de la apuración.

Ingenuidad o estupidez…

Con una sonrisa salió de la recamara dejando la notita en el mismo lugar donde se encontraba en un principio, no se cambió de ropa, y salió lo más rápido posible. Hoy no tenía que tardarse, Toshiya le había prometido escritamente que llegaría a casa y por lo visto tendrían una noche bastante movidita.

Aoi solo lo observo salir de la casa con una sonrisa, esa sonrisa de la cual hasta a veces le asqueaba sabiendo el porqué de ella, y lo que reflejaba “Toshiya”. No pregunto nada y solo le regalo una sonrisa al castaño y lo más rápido que pudo salieron hacia su destino.

- A donde iremos… - pregunto sonriente.

- A donde Reita y yo siempre vamos, es un buen lugar para beber.

- Espero no esté tan bueno porque no quiero embriagarme. – Aoi rio escandalosamente - ¿Qué? –

- Tu, ¿no embriagarte? Si~ y yo soy el más joven de the GazettE…

- No seas sarcástico conmigo, Shiroyama.

- Y tú no seas tan… ¿mentiroso? ¡Además! Se supone que a un bar se va a tomar.

- Si, pero hoy no puedo.

- ¿Porque? ¿Porque Toshiya se enojaría?

Uruha frunció el ceño, Aoi estaba comenzando a ser pesadito y si seguía asi estaba seguro que ambos pelearían antes de llegar al bar. Aoi mejor decidió guardar silencio, en estos momentos le convenía bastante el llegar al lugar y estar ahí por lo menos un buen rato a su lado, este era una de las oportunidades de estar solos en mucho tiempo.

No sabía de qué hacer platica, se sentía tan tonto al no poder mantener una conversación en estos momentos que solo dejo salir la primer pregunta que estaba en su cabeza.

- Uru… Shima tú quieres mucho a Toshiya, ¿no es asi? – vaya idiota, lo que menos quería saber fue lo primero que pregunto.

- Porque lo preguntas. – le miro confuso.

- Contesta Shima…

- Si. – Levanto los hombros aun sin entender – Lo amo… -

Sonrió de lado.

Llegaron al lugar y Aoi invito a Uruha a salir del coche para entrar al establecimiento. Uruha se quedó algo asombrado, ese no era como un bar sino como una especie de antro, pero algo más pequeño, además de que Aoi tenía razón, aun no era tan tarde y el lugar comenzaba a ser un poco más concurrido. Solo se dejó guiar, de alguna manera Aoi lo había tomado de la mano y lo arrastraba a una mesa algo apartada, donde una mesera había llegado justo igual que ellos.

- Joven Aoi – sonrió – que le sirvo. –

- Lo de siempre.

Que era aquello, porque Uruha había fruncido el ceño al ver que aquella chica se acercaba bastante a la cara del pelinegro, porque ella le hablaba tan cerca del oído, porque se sentía tan… celoso. Había escuchado perfectamente bien que la chica solo hacia su trabajo y se acercaba a causa de la música, pero, porque se hablaban como si se conocieran bastante bien.

Estando a un lado de Aoi, lo jalo, dejando sorprendido al pelinegro y a la chica. Y ahí se dio cuenta de lo que estaba haciendo, no podía estar sintiendo eso porque ellos no eran nada, solo eran amigos y nada más, pero porque precisamente en estos momentos sentía celos, porque tenía que ser a causa de Aoi.

- ¿Donde está el baño? – No le quedo nada más que esta pequeña escusa.

Aoi le señalo por donde y como rayo se fue a los baños, se miró al espejo, estaba tan rojo, tan sonrojado, ¿Por qué? Él no debía sentir esto, nadie le quitaría la amistad de Aoi. Suspiro varias veces para calmarse, y de uno bastante largo y fuerte se dio unas palmaditas en las mejillas. Sonrió para sí mismo sobre el espejo y se decidió por salir.

En ese momento nunca antes había deseado no haber salido de un baño, aquello que estaba frente a sus ojos le partía el alma, acaso él no era tan bueno, acaso se merecía esto por haber besado a alguien que no fuera su novio…

Solo se escuchó una fuerte cachetada, la cual resonó en sus oídos, una que hizo eco mucho más fuerte que la misma música de aquel bar.



Gracias por siempre leerme...

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