Never too late ~Capitulo 4~
CAPITULO 4
Una bofetada que
a pesar de no haber sido tan fuerte le dolió hasta el alma…
- A… Aoi…
- No llores.
Decidido, nunca
antes había estado tan decidido y nunca antes le había dolido tanto pegarle a
su castaño. Pero no soportaba verlo llorar, no soportaba que alguien le dañara,
sabía perfectamente que el pegarle a Uruha para que no llorara o se desmayara
había estado mal, se odiaría por el resto de su vida al haberlo tocado.
Uruha no podía
creer todo lo que veía, su novio, el que decía amarlo estaba casi devorándose a
su vocalista, a aquel enano rubio. ¿Porque? Porque todo le tenía que pasar a
él. Le dolía todo, el golpe de Aoi, el engaño de Toshiya, pero lo que más le
partía el alma es que no dejaba de llorar y no hacía nada por detener al
bajista.
Irse o armar
una escena de celos…
Si se iba Toshiya
seguiría engañándolo y si le hacía una escenita perdería por completo a su
bajista…
Pero Aoi fue
más rápido, tomo de la mano a Uruha y lo arrastro hasta donde estaba Toshiya.
Nunca se imaginó que tan temprano los encontraría haciendo su espectáculo, Toshiya
y Kyo nunca llegaban a esas horas al lugar. Estuvo a punto de interrumpir ese
asqueroso beso, estuvo a punto de tocarle el hombro a Toshiya para no pegarle
por la espalda pero Uruha lo detuvo.
- No lo hagas…
- Se abrazó a él hablándole al oído a causa de la música – Todo tiene
explicación, tal vez Kyo él… -
- No te das
cuenta – le interrumpió – Toshiya te engaña, no es la primera vez –
- Yo…
- No llores maldición…
Aoi no le dejo
terminar, lo había apartado de su cuerpo acariciado su mejilla y limpiando sus
lágrimas, como era posible que Uruha fuera tan estúpido, que aun teniendo las
pruebas suficientes frente a su cara aun fuera tan tonto como para confiar en
el bajista. Y esta vez Aoi no se quedaría con las ganas.
Cinco o tal vez
más veces había deseado tanto el partirle esa maldita cara al bajista ese,
ahora no se detendría, ahora si tenía escusas para casi matarlo, descuartizarlo
y partir su cuerpo en pedazos. No le importaba si Uruha le dejaba de hablar, no
le importaba si perdía lo poco que tenía con el castaño.
Con su dedo
índice le toco el hombro a Toshiya.
Este giro
lentamente con una mirada de enojo, quien diablos le interrumpía su beso con el
más bajo, quien diablos había provocado una mueca de desagrado en el vocal. Su
rostro fue testigo de un certero y fuerte golpe.
- ¡¿Qué diablos
te pasa?! – se tocó el labio inmutándose que comenzaba a escurrir un poco de
sangre.
Aoi ni le
contesto, se lanzó a él como un perro rabioso, provocando que Uruha y Kyo se
alarmaran. Ambos guitarrista y bajista se retorcían en el piso, se había hecho
un circulo a su alrededor y ni siquiera los de seguridad podían separarlos. El
pelinegro Gazetto como disfrutaba de partirle su linda cara al bajista y este
no se quedaba tan atrás.
Kyo y Uruha
hacían lo posible para separarlo hasta que sus miradas se cruzaron. Kyo no se
había inmutado de la presencia de Uruha hasta que sus ojos se posaron en él,
retrocedió dejando a Toshiya, la verdad es que no le dolía el verlo llorando o
verlo sufriendo sino lo que le sorprendió fue el darse cuenta que a pesar de
que Toshiya lo engañaba con él Uruha siguiera guitándole a su amigo que lo
dejara.
- Toshiya
cálmate… ¡QUE TE CALMES CON UN DEMONIO!
Creer que ese
grito de Kyo había dejado a todos quietos era sorprendente. Toshiya se había
detenido al instante y alguien de seguridad había aprovechado para detener a
ambos, ni siquiera se había dado cuenta del escenario donde estaba y mucho
menos de que Uruha estaba ahí hasta que Kyo le tomo el rostro y lo apunto.
- Uruha… - la
música se había detenido.
- Aoi… Aoi
vámonos, Yuu por favor.
Ni siquiera le
había mirado, Toshiya se sintió estúpido en ese momento, porque Uruha le pedía
a Aoi irse con él, porque Uruha estaba con Aoi. Hizo a un lado a Kyo y se
acercó a Uruha tomándolo del brazo, pero lo que nunca se imagino fue que Aoi le
diera una última patada en el estómago aun siendo detenido por los de seguridad
y que Uruha le mirara de una manera despreciable.
Eso no era lo
que le importaba, no le tomaba importancia a los sentimientos de Uruha sino
que, lo único importante es que Uruha fuera suyo o mejor dicho que ese cuerpo
fuera suyo porque él estaba seguro que su corazón o sentimientos pertenecían al
más bajo que le detenía por la chamara.
- ¡Sáquenlos! –
gritaron llevando a Aoi y Toshiya de los brazos pegados a su espalda para
sacarlos de establecimiento, Uruha y Kyo solo los seguían.
- Ya
tranquilízate, odio estas escenitas. – dijo Kyo jalando a Toshiya, recorriendo
el cuerpo del castaño con la mirada.
- ¡¿Tu qué
haces aquí?!
- Aoi vámonos.
– Uruha no le miraba.
- He preguntado
que ¡Que haces aquí!
- Cuida tus
palabras. – Dijo Aoi apretando los dientes – vuélvele a gritar y juro cumplo mi
sueño de matarte. –
Toshiya no le
escucho e incluso le dio algo de gracia lo de Aoi. Se acercó a Uruha y lo jalo
del cabello acercándose a su cara, mirándolo con odio. Aoi estuvo a punto de
ahora si cumplir su cometido pero Kyo le detuvo poniéndole una mano en su
pecho, se acercó a Toshiya y lo jalo provocando que Uruha obtuviera un fuerte
jalón a su castaño cabello.
- He dicho que
odio estas escenitas, Toshiya… vete o vámonos.
- No… no te
iras con él, ¿verdad? – aun asi, Uruha lo quería.
- Ya es
momento… - Kyo se llevó las manos a la cabeza – Te quedas o nos largamos –
- Toshiya…
- Vámonos Kyo.
Solo miro como
Toshiya se alejaba con Kyo, este último con las manos en las bolsas del
pantalón mientras Toshiya trataba de abrazarlo. Su corazón se partió en mil
pedazos, porque eran tan cínicos, porque era tan mala la vida con él. Pudo haberle
dicho que no lo quería y que esto se terminaba y cada uno irse por su lado,
pero entonces porque seguía a su vocal, porque trataba de abrazarlo delante de
su estúpida cara.
Se dejó caer al
suelo llorando…
- Vámonos Uru…
- ¡NO! por tu
culpa sucedió todo esto… por tu… culpa…
- Yo no pensé
que nos los encontraríamos aquí… Shima, no me mires de esa manera…
Aoi se había
arrodillado frente a Uruha abrazándolo para calmarlo. Le partía el alma verlo
de esta manera y aún tenía ese bendito odio hacia el bajista y ahora más por
restregarle en la cara a su guitarrista al que era su amante.
Uruha hundió su
rostro en el pecho del pelinegro, no podía tratarlo mal si gracias a él se
había dado cuenta como era en realidad el que decía ser su novio, incluso por
eso también le perdonaba la bofetada
Aoi no le dijo
nada solo se levantó aun abrazándolo, este era uno de los momentos que
necesitaba ayuda, él no sabía cómo lidiar con Uruha cuando se ponía de esta
manera ya que él también se desesperaba. Aquí su único salvador era Reita, él
era el único que sabía lidiar y controlar al castaño, él sabía que decirle o
como gritarle para que este se calmara de una vez por todas, pero tampoco podía
depender de él.
Pero lo
necesitaba… Pero no quería molestarlo.
Pero necesitaba
que alguien le curara los raspones en su espalda.
Camino aun con
Uruha en sus brazos, no podía creer cuanto era lo que el castaño podía llegar a
llorar como niño, nunca se imaginó que llegase a llorar tanto por alguien que
realmente no valía sus lágrimas. Buscaron el automóvil, Aoi realmente sentía
una punzada a un lado de su vientre, y quería toser pero le dolía el estómago,
aun asi le alegraba que hubiera salido menos golpeado que Toshiya ya que este
sí que estaba sangrando de todos lados.
- Puedes…
manejar… - aun sentía espasmos por el llanto – Yo manejo… -
- Estoy bien ¿Tu
estas bien? – Uruha negó – No quise que esto pasara.
- Pero paso…
- Discúlpame
Shima.
Aoi comenzaba a
odiar el comportamiento del castaño, cada que este se acordaba de como Toshiya
besaba a Kyo sus lágrimas volvían a salir. Ahora estaba más que seguro que
necesitaba la ayuda de su amigo bajista y sin más que decir se subió al coche y
con una mueca de dolor comenzó a conducir. Uruha lloraba en silencio pero por
más que lo quisiera ocultar sus hombros no le ayudaban, de momentos sentía la
mano de Aoi en su cabello y un ligero ya
no llores pero le era inevitable. Porque si él todo le dio a Toshiya, todo
lo que quería lo hacía, él lo amaba y se lo demostraba a cada momento, entonces
que tenía que cambiar, que tenía que hacer para que Toshiya regresara con él,
para que se diera cuenta que su amor era mucho más grande que el de cualquiera.
El camino había
sido silencioso, ninguno tenía la seguridad de hablarle al otro, no romperían
su silencio cómodo solo para discutir sobre el mismo tema. Por un momento Aoi
se alegró de haber llegado a la casa de Reita tan rápido.
- A que venimos
aquí… - dijo enjugándose las lágrimas, un poco sorprendido.
- No me lo
tomes a mal. – Aoi agacho la mirada – Odio verte llorar y solo Reita sabe cómo
hacer entrarte en razón… -
- ……
- Vamos Uru… me
desespera no saber qué hacer para que dejes de llorar…
- Pero no era
necesario venir con él…
Aoi sonrió, es
que Uruha le tenía algo de miedo a que Saga discutiera con el rubio por su
culpa, eso hasta el mismo Reita lo sabía, solo no le tomaban importancia a los
pensamientos del castaño. Aoi abrió la puerta y Uruha negó tomándolo de la
mano.
- Vamos Uru,
por lo menos déjame robar una pastilla de Reita.
- Pero…
- Por tu culpa
estoy asi…
- ¡Yo no te
pedí que lo golpearas! – sus ojos se cristalizaron.
- Vez, vas a
llorar solo por una pequeña broma…
Uruha solto la
mano de Aoi con brusquedad y bajo del coche dejándolo dentro, se encamino a la
puerta y toco como desesperado, encontrándose con el Alicio bajista quien al
verlo llorando lo dejo pasar rápidamente.
- ¿Uruha porque
lloras? – Pregunto alarmado llevando su rostro una vez más a la calle topándose
con Aoi quien venía deteniendo su estómago - ¡¿AOI?!
- Donde esta
Reita… - pregunto el pelinegro.
- ¿Que sucedió?
porque estas tan… golpeado.
- Que escandalo.
– salió Reita tallándose los ojos.
Uruha al ver a
su amigo de años corrió hacia él, abrazándolo mientras comenzaba a llorar.
Reita no sentía nada ni mucho menos lastima, pensaba que tal vez había tenido
una de las tantas peleas con Toshiya y venia solo para que le escuchara, pero
cuando sus ojos se toparon con Aoi se alarmo, ahí se dio cuenta o por lo menos
se dio una idea de lo que sucedía. Aparto un poco a Uruha.
- Eres idiota.
¡Qué hiciste! – Grito – ¿Uruha que le paso a Aoi? – este seguía llorando –
Uruha deja de llorar, me castra verte asi por culpa de la marica de tu novio,
que sucedió esta vez ¡Porque Aoi esta asi! –
- Uruha vio a Toshiya
con aquel con el que estaba – se encamino a la sala con ayuda de Saga – Y solo
hice lo que tenía que hacer. –
Todos miraban a
Uruha, este estaba destrozado tirado en el piso, tal vez estaba siendo un poco
dramático pero no se podía sacar de la cabeza que todo era su culpa que él
había orillado a Toshiya a que lo engañara, tal vez ya no era lo mismo y
Toshiya quería más de él, pero porque no se lo había dicho, porque tenía que
hacerlo de esta manera.
Reita sí que se
sacaba de quicio con Uruha, pero Aoi tenía razón, aquí el único que controlaba
y regañaba a Uruha era él. Mientras Saga había ido corriendo por algodón y un
poco de alcohol, para ayudarle a curarse, había pasado a un lado de Uruha y
solo había tocado su hombro mientras negaba con la cabeza.
- Tu qué
diablos crees que haces. – dijo Reita.
- No lo vez,
ira a por algo para Aoi. – contesto el bajista Alicio.
- Déjalo que se
muera el idiota, nadie le dice que intente matar al otro estúpido.
- Akira no seas
pesado…
- Haz lo que
quieras Takashi. – Rodo los ojos – Y tu Uruha deja de lamentarte y levántate –
sorprendentemente para Aoi, Uruha había obedecido – ¡Anda! Quiero que lo
defiendas ahora. - se cruzó de brazos – Siéntate y dime que paso. –
- To… Toshiya
estaba con… con Kyo…
- Kyo es su
vocalista, ¿no?
- Cállate
Takashi, déjalo terminar. – Dijo Reita jalando a su novio para dejarse caer al
sillón encima de él.
- Akira déjame
limpiar a Aoi, esta golpeado e indefenso. – rio bajito tratando de levantarse
pero el otro se lo impedía.
- Fue culpa
suya, es más que Uruha lo haga cuando termine de contarnos que paso.
Aoi miro con
los ojos entrecerrados a Reita, este era tan… mala gente que ahora no dejaba
que el atento de Saga le ayudara a quitar su dolor de la espalda. Uruha solo
miro a Reita antes de volver a comenzar a llorar y contar todo lo que sucedió e
incluso le dijo lo que Aoi le había hecho con tal de que no llorara.
Seguía con su
terquedad de que la culpa era suya y que por eso Toshiya lo hacía con tal de castigarlo, pero Reita le regañaba, le
gritaba diciéndole lo estúpido, tonto, idiota e ingenuo que era.
- Y ahora iras
a rogarle. – Dijo con cansancio - ¡ESTAS IDIOTA! –
- No grites. –
dijo Aoi.
- Sabes
perfectamente que tengo la razón, Aoi, que a este no se le quitara lo ingenuo y
seguirá como perro pegado a su dueño.
- ¡Pero él me
quiere! – Hablo Uruha – yo sé que lo hizo porque estaba enojado conmigo… -
- Uruha, si
Reita me hiciera algo parecido y por más que yo lo quisiera, no se lo
perdonaría. – Dijo Saga – Debes de entender que no puedes estar pegado a una
persona que ya no siente nada por ti y que solo te humilla, sé que encontraras
a alguien más y… -
- ¡Pero no
quiero a nadie más! quiero a Toshiya…
- Uruha
entiéndelo, tú lo viste y el… te paso a su amante por enfrente. – Saga insistió
– ¿Necesitas algo más? ¿Necesitas que se lo coja delante de ti para que te des
cuenta que ya no te quiere? –
- Estas siendo
duro, Takashi…
- Tu lo eres
más, Akira.
Uruha agacho su
cabeza, comprendía bastante bien lo que Saga le decía y aunque le doliera lo
que dijera de su novio sabía que
había algo de razón en sus palabras. Se levantó del sillón y tomo a Aoi de la
mano. No quería escuchar más de Reita o Saga asi que se dispuso a arrastrar al
pelinegro fuera de la casa, acomodarle su chamarra y encaminarlo al coche para
ambos subir a él.
Reita y Saga ni
se levantaron del sillón, solo observaron cómo su ofendido amigo se llevaba al
pelinegro y cerraban la puerta de un portazo. El bajista Alicio solo sonrió y
giro su rostro hacia Reita para darle un beso fugaz.
- Es tan terco.
- Lo sé, pero
dime algo – Saga estaba atento a lo que el otro le decía – Tu porque rayos
querías curar al idiota de Aoi… - levanto una ceja.
- ¿Porque
estaba herido?
- Yo cuando
estoy herido no me curas. – Entrecerró
los ojos – y yo que te curo todas las mañanas. –
- Eso es porque
eres tan bestia.
- Entonces
vamos a la cama y hoy no lo seré – se relamió los labios.
- Que pasara
con Uruha – le planto un beso.
- Que Aoi se
arregle, ahora vamos a la cama amor…
* * * * * * * *
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Por lo tanto
Aoi estaba a punto de llegar a su casa ya que no podía dejar que Uruha se fuera
a la suya si sabía bien que Toshiya podría ir. Veía como al otro ya estaba un
poco más calmado pero más pensativo. No quería ser tan atrevido pero aquella
mirada de Uruha tan perdida le hacia verse tan dulce. No pudo evitar acariciar
su mejilla mientras Uruha lo miraba con los ojos rojos y cristalinos.
Se estaciono
fuera de su casa.
- Porque no te
olvidas de una vez por todas de él…
- No puedo… lo
quiero demasiado.
- Pero hay
personas que incluso te quieren más de lo que tú quiere a ese.
- Pero yo solo
quiero que él me quiera…
- Entonces, ¿yo
no puedo amarte como lo haces tú con él?...
Uruha simplemente
abrió los ojos con sorpresa, nunca imaginándose lo que vendría después.
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