Unexplicad Love ~Capitulo 2~

11:16 *Mony-san* 0 Comments

CAPITULO 2

Habían pasado días después de aquella noche, todo era exactamente igual que antes, el trabajo era trabajo y nadie se procuraba  de meterse en la vida personal del otro si este no lo permitía. Era la mitad del ensayo y estaban en un pequeño receso que bien merecido lo tenían, se podía notar a Nao satisfecho por el buen trabajo asi que por buen líder les dio una hora y media para descansar. Saga había salido de la sala dirigiéndose en la búsqueda de algo frio para tomar, llegando a la pequeña cafetería y tomando asiento en una de las mesas con pesadez.

No duro más de diez minutos solo cuando con algo de nerviosismo vio como Tora llegaba y pedía una soda, sonaría bastante estúpido lo que diría pero es que el solo hecho de verlo de esa manera despreocupada le hacía temblar.

Dejo salir un suspiro con bastante pesadez.

- Y ahora porque tan suspirador. – dijo, sentándose frente a Saga sorprendiéndolo.

- ¡N-No lo hacía!

- Si, lo que digas. – rio bajo.

- Y ahora tu, porque me hablas. – dijo el bajista desviando su mirada

- ¿Ah? ¿Lo tenía prohibido? – el otro solo negó moviendo la cabeza – me alegro que no hayas contado lo de la vez pasada. –

- Eso querías ¿no?... sé que es molesto bailar con alguien como yo… -

Tora lo miro algo sorprendido, nunca pensó que lo tomara de esa manera, eso no era lo que quería decir, no es que no le hubiera gustado bailar con el sino al contrario, pero entonces, porque lo tomaba de esa manera si incluso le había permitido bailar juntos.

- No sé qué estés pensando ni que te metiste a la cabeza. – regaño sorbiendo un poco de su soda – No es que sea “molesto” como tú dices. –


- Ah ¿no? entonces…

- Saga, es solo que nadie me ha visto como tú me viste, solo no lo digas, es vergonzoso…

Incluso el mismo Saga se había sonrojado al ver las mejillas rojas de Tora, ¡¿Es que acaso lo quería matar?! Tora se veía tan… nunca se había imaginado que aquella vergüenza del guitarrista le tentara tanto. Esto estaba mal, no podía pensar en un chico heterosexual de la manera en que su cabeza se lo mostraba ahora.

Pero… ¡Qué diablos pensaba!, hecho una risita nerviosa al captarlo todo, no es que estuviera pensando en Tora, ¡No!, solamente su cabeza le había mostrado algo que no debía, si, solo había sido eso.

- Tora ¿Que harás esta noche? - pregunto, se estaba volviendo loco – Bueno solo pregunto, no es que me importe verdad, es solo que… bueno ¿estarás ocupado? –

- No hables tan rápido. – Se quejó – y si, Uruha me invito a tomar algo. –

- Ahh~…

Uruha… si ese mismo. Pero que estaba mal, porque al escuchar que Tora iría a tomar algo con la Barbie de the GazettE le afectará, hubiese querido escuchar una negativa y asi poderlo invitar el, solo lo invitaría porque ambos a pesar de tener años de conocerse la verdad es que no sabían mucho del otro, solo era eso. Pero al igual que el bajista, Tora se sintió mal, tal vez su amigo necesitaba algo o acaso quería un favor y aunque siempre se negaba a ayudar a los demás sentía que debía hacer algo para agradecerle.

- ¿Tu harás algo? – pregunto haciendo que Saga lo mirara de manera sorpresiva.

- N-No…

- Entonces esta dicho, pasó a tu casa para ir a tomar algo con Uruha… a las ocho.

No. no se la creía, quería negarse pero Tora ya se había levantado para irse, trato de hablar pero el pelinegro lo ignoro. Hacer berrinche no le ayudaría en nada y no le quedó más que darse a la idea de que tenía que ir.

***********

Habían pasado horas desde la última pequeña conversación con Tora. Ahora mismo buscaba algo para ponerse, no sabía cómo tenía que vestir, no sabía cómo peinarse, y no sabía que zapatos ponerse. Su cama estaba hecha un desastre a causa de la ropa regada sobre ella.  Aventaba cada pantalón, cada camisa, parecía una verdadera chica a punto de salir a una cita cosa que lo hizo pararse en seco ¡Porque diablos le importaba vestirse bien! Sabía que Tora no lo miraría y si por algún caso lo tratase de hacer, estaría seguro que quien acapararía toda la atención del pelinegro seria Uruha.

- Imposible competir con él. – se dijo en voz alta soltando una pequeña risa.

Después de largos minutos se decidió en su atuendo, no era formal sino al contrario, le gustaba estar lo más cómodo en situaciones como estas, no le gustaba estar en casas ajenas y a causa de eso sabía que su estrés subiría. Pero aun asi se preocupaba bastante por el atuendo, si algo holgado o si algo un poco más que casual.


………………………………………………………………..


Estaba aún sentado con la cabeza revuelta, ya estaba completamente arreglado pero no se iría de su casa hasta que fuera la hora, andaba bastante muy bien vestido teniendo como simple objetivo el acaparar miradas o mejor dicho una sola mirada. Tenía un plan justo antes de haber invitado a su amigo, esta hubiera sido una de las tanta noches geniales pero hoy no sería posible, aun asi no podía negar que la idea de disfrutar la noche sería buena.

Pero recordó el gran detalle, había invitado a Saga sin siquiera avisarle o pedirle opinión a Uruha, se dio un golpecito en la cabeza y saco su celular, esperando a que contestaran la línea.

- ¿Tora?... ¿ya vienes hacia acá? – pregunto.

- En un rato, aun no estoy vestido. - mintió – Oye Uru ¿No importa si llevo a alguien más? –

- ¡QUE! ¿Porque?... esta noche solo era nuestra.

- Vamos Uru, solo esta vez. – pidió sonriendo sin que su voz se escuchara de esa manera burlista por el teléfono.

-  Pero amor~ ¡Quería pasar la noche contigo!

- Uru, es solo Saga, prometo que solo será hoy… ¿Si?

- Ashh~ está bien… una vez más tengo que fingir.

Sonrió, era tan fácil convencerlo, lo conocía y sabía que si cambiaba su manera de hablarle Uruha sedería al instante, colgó después de un “Te quiero” por parte del castaño y de un brinquito se levantó del sofá, tomando sus llaves y salir rápidamente.

Las luces de las calles comenzaban a iluminar, el sol ya se había ocultado hacia bastantes minutos y el ambiente del aire era maravilloso. Llego a los pocos minutos con una sonrisa, rascándose la cabeza al no saber cómo hablarle a su amigo. Toco, espero por momento en lo que su amigo bajista se dignaba a abrir, movió su pie con insistencia a que el otro no se dignaba a recibirlo, frunció el ceño y arrugo los labios en un gesto y cuando estaba a punto de volver a tocar el bajista salió rápidamente.

- S-Saga… - fue lo único que pudo pronunciar. Su mirada se quedó más que pegada al cuerpo del bajista, aquella ropa lo hacía verse espectacular. Aquellos jeans, aquella playera negra y esa chamarra lo hacían verse de una manera encantadora y que decir de su muy bien arreglado cabello castaño.

- Eh… ¿Nos vamos?...

- Ehh si, si, vamos…

Porque decir que no notaba al guitarrista algo ido, nervioso, quería hacerle platica o por lo menos decir algo para que aquel silencio no se tornara más incómodo ¿pero que podría preguntar? El al igual que Tora se encontraba nervioso. Y con ese largo silencio llegaron rápidamente a la casa del castaño guitarrista Gazetto, Tora le sonrió a Saga pidiéndole que bajara haciéndolo él también. Saga observo con detenimiento a su guitarrista el cual comenzaba a caminar delante de él mirando aquel espectacular cuerpo en una manera idiota, siendo sorprendido por el observado.

- ¿Pasa algo?...


- N-No, no…

Se sonrojo como un completo tomate, Tora lo había descubierto cuando lo miraba, estaba avergonzado pero esa vergüenza se esfumo convirtiéndose en enfado cuando vio cómo su guitarrista entraba sin tocar la puerta y como Uruha corría a recibirlo con un abrazo.

Tora sintió que la tierra se lo tragaba, se suponía que Uruha no haría nada para que los descubrieran ¿Y este rápido corría a sus brazos? Además de que su bajista los observaba de manera rara. Le hizo un gesto apartándolo del abrazo dándole un empujoncito para que saludara a Saga.

- Hola Saga-san, que gusto tenerte aquí. – dijo abrazando al bajista.

- Hola, perdón por importunar. – contesto acomodándose la chamarra después de apartar levemente al guitarrista.

- Ya dije que no eres inoportuno, yo te invite porque asi lo quise además a Uruha no le importa, ¿verdad?...

- Si, por mí no hay problema, por favor siéntate… consultare algo de la cena con Tora…

Saga frunció el ceño al ver como Uruha jalaba a Tora hacia la cocina, ¡que rayos tenía que consultarle a su guitarrista de la cena! Acaso él no podía hacerlo y revisarlo ¡solo! ¡Pero un momento! ¡Porque rayos se preocupaba de Tora! sabiendo que era obvio que no le haría caso al Gazettito ese. Estaba histérico o por lo menos la histeria comenzaba a llegar y lo peor era que tenía el presentimiento de que esa noche sería bastante larga.

Se encogió de hombros y con el ceño fruncido se quedó sentado esperando la llegada de los guitarristas.

***********

- ¡Acaso estás loco! – Dijo en voz baja dentro de la cocina – Pudo haberse dado cuenta. –

- Es que no pude contenerme. – Se abrazó a él – Quería estar contigo toda la noche. –

- Yo también, pero entiéndeme.

- Que quieres que te entienda Tora, porque no lo decimos de una vez, ¿o es que acaso te da pena estar conmigo?

Tora suspiro, esto se le estaba saliendo de las manos y más porque Uruha casi gritaba, no le importaba que lo hiciera pero es que Saga podía escuchar y eso sería una vergüenza seguirá para toda su maldita vida. Trato de calmar al castaño con un beso pero este lo evitaba dándole una cara de completo odio. Para que decir que ese comportamiento lo odiaba si el castaño bien que lo sabía y lo peor es que lo estaba sacando de quicio. 

- ¡Respóndeme! – grito Uruha ante el silencio del otro.

- Ya lo hemos hablado, no quiero que lo sepa nadie por ahora…

- ¡¿Porque no!? ¡¿Porque te da miedo a que todos se enteren que eres un maldito marica?!

- Uruha no te queda decirlo, tú eres igual.


- ¡¿Y CREES QUE TU NO LO ERES?!

- ¡¡YO SE LO QUE SOY!!

- ¡¡ENTONCES DILO DE UNA PUTA VEZ, O ESTO SE TERMINA!!

- POR MI HAZ LO QUE QUIERAS. ¿CREES QUE ERES EL UNICO?

- Tora… no me digas que…

***********

Saga se comenzaba a poner nervioso, de un momento a otro había escuchado como los otros dos comenzaban a gritarse quien sabe que cosas pensando que tal vez su llegada le había molestado a Uruha. Se levantó del sillón y en ese momento los gritos comenzaron a escucharse mucho mas fuertes pensando que tal vez se agarrarían a golpes.

Observo como ambos salían de la cocina aun gritándose y al tratar de acercarse fue detenido por una mirada de completo desprecio por parte de Uruha.

- ¡DILO DE UNA VEZ!

- Deja de gritar Uruha… - trato de controlarse, apretando los puños.

- ¡¿PORQUE POR ESTE?!

- ¡No grites, cállate!

- PORQUE ME TENGO QUE CALLAR, ANDA DILO DE UNA VEZ, DILE QUE ERES M…

- ¡¡QUE TE CALLES!! – Interrumpió – ¡Puedes dejar de gritar!

- Yo… de verdad… mejor me voy… - dijo Saga encaminándose a la puerta.

- Yo me voy contigo. – Dijo deteniéndolo mientras le tomaba de la mano, observando a Uruha con un odio tremendo – No vuelvo a molestarte, Takashima. – y dicho esto arrastro al bajista a la calle.

Saga pensaba equivocadamente que toda la culpa era suya, sabía que no debía de haber aceptado la invitación de su guitarrista y ¿ahora que sucedía? Ahora por su culpa había estropeado una amistad y de seguro ahora Tora lo odiaba y lo dejaría tirado en la calle para que se largara en un taxi y nunca más le dirigiría la palabra y pondría a toda la banda en su contra y después sería un odio múltiple por todos sus amigos.

- Perdón. – dijeron soltando una risita al haber hablado al mismo tiempo.

- No te disculpes, al contrario, creo que te la pasaste mal… - dijo Tora.

- Sabía que no debía de haber aceptado, y ahora por mi culpa se pelearon, estas en todo tu derecho de odiarme.

- Pero que dice. – rio despacio – no es tu culpa, son problemas que tenía con él y no pude más y explote, solo eso… -

Ambos entraron al carro del guitarrista esta vez Saga un poco más calmado, Tora se notaba frustrado pero de ahí en fuera estaba normal, como siempre, el bajista hubiese pensado que Tora se sentiría mal por pelearse con su amigo pero no era asi, sino al contrario se notaba algo más… ligero. Pero no, de hecho lo que Saga pensaba era todo equivocado, claro que estaba frustrado y más que eso furioso, si no hubiese callado a tiempo a Uruha Saga se abría enterado de todo, y ¿que era todo? El que él en realidad era un maldito gay y que toda esa pose y comportamiento de “macho” era una total farsa pero de lo que más lo hubiese dejado como total idiota era si por unos segundos más Uruha hubiese terminado esa frase.

- ¿A dónde iremos?... – pregunto el pelinegro.

- No sé pero tengo hambre, vamos a mi casa y ahí podrás tomar las copas que tomarías con Uruha.

- Bien.

No tardo Tora en cambiar el rumbo directo a la casa del bajista, pocas veces había estado en ella a causa de su poca comunicación  y el único que iba era Shou y si no fuera porque todos sabían de su relación con Reita estaba seguro que pensaría que su vocal estaba detrás de Saga, pensar que dos hombres con las mismas preferencias estuviesen juntos en una casa era de pensarse. Pero no, la verdad no era eso lo que le preocupaba en sí, sino que sabiendo que Saga podía enamorarse de cualquiera le hacía enojar un poco, pero que más daba eso ahora, por lo que podía darse cuanta Saga ni se fijaba en él y por lo visto nunca lo haría. ¡Pero que importaba eso ya! Sabía que en cualquier momento su guitarrista Gazetto lo vendría a buscar y regresaría con él como si nada hubiese pasado, eso era lo que debía de importar ahora ¿no?

No tardaron en llegar a casa del bajista cuando Tora ya molestaba a Saga.

- Saga, y ¿sabes hacer de comer? ¡Digo! No pienses que te quiero molestar, solo que quiero comer algo decente.

- Por quien me tomas. – frunció el ceño – si tanto te vas a quejar de mi comida, porque no compras lo que tú quieras para comer. -

- Pero si todavía ni la como, y ya me agredes.

- Estúpido, aquí el agresor eres ¡tu! – lo apunto amenazante – y ya se me quito el hambre. –

- Ah pues ahora ya me dio hambre a mí.

Saga no lo miro por todo el transcurso del camino, incluso cuando Tora le preguntaba algo ni le contestaba. ¡¿Quién se creía para ignorarle?! Incluso ni el mismo Uruha lo hacía o mejor dicho nadie lo ignoraba, pero comenzaba a ser divertido, divertido porque Saga hacia todo lo “prohibido” como le decía Tora, ignoración, reclamos, gritos, ¡de todo! pero lo que le gustaba era el final después de todo eso, la sonrisa que le regalaba Saga al momento que Tora pronunciaba un “Ya está bien, perdón”.

- Me agradas, ¿sabes? – dijo caminando hacia la puerta detrás de su amigo.

- A qué viene eso ahora… - contesto con enojo.

- No me digas que sigues enojado por lo de la comida, vamos si estaba jugando.


- Pero ya tocara la mía… - amenazo.

Tora solo rodo los ojos burlándose del bajista en lo que entraba a la casa, observando el lugar donde nunca había estado, caminando hasta quedar sentado en el sillón observando como Saga se perdía en la cocina.

- ¿Quieres algo de tomar en lo que preparo la cena? – grito desde la cocina asomando solo su cabeza para mirar a Tora.

- ¡¿De verdad vas a cocinar?! – grito sorprendido.

- Sigue de idiota y te juro te saco a patadas.

- Ya, ya, está bien no vuelvo a decir eso ¿Podrías prepararme un café?

- ¿Café?

- Si, es que tengo nervios.

- ¿El café no altera más los nervios?

- Bueno que te valga, ¡yo quiero café!

Saga lo miro con reproche y con una seña obscena fue a prepararle el dichoso café, pero lo que no entendía era por qué se encontraba nervioso si se veía de lo más normal y lo que no terminaba de comprender era por qué su guitarrista lo trataba tan bien si ni se conocían del todo.

Sirvió el café en una taza y poniéndolo sobre un pequeño plato salió de la cocina. Le causo un poco de gracia ver como Tora estaba de lo más cómodo en el sillón mirando la televisión, incluso ni porque no fuera su casa el guitarrista se comportaba, pero eso no le importó, lo único que tuvo para el bajista importancia fue que Tora estaba tomando más confianza. Llego y se sentó justo a un lado de Tora, dejando la taza en la mesita de centro, giro su mirada hacia Tora y se cruzó con la del guitarrista, levanto una ceja y lo codeo.

- Porque no me ayudas a preparar algo de comer.

- Que estás loco, yo no sé cocinar. – respondió simple el guitarrista.

- Aquí aprendes, anda levántate.

Y tomando las manos del guitarrista comenzó a jalarlo cada vez más fuerte al momento que Tora se resistía. El guitarrista no se quería levantar, era obvio que no se metería a la cocina a preparar, ¡no le gustaba! Y no se dejaría llevar por el bajista, pero algo que nunca se imaginó pasaría, paso.

Saga puso un pie en la orilla del sillón jalándolo, haciendo la mayor fuerza posible para levantarlo pero, tanta había sido la fuerza y al momento de jalarlo y levantado se tambaleo, llevándose consigo al guitarrista al suelo. Había caído de espaldas y Tora arriba de él. Era algo digno de ver, ninguno apartaba la mirada del otro, así como el corazón de ambos se aceleraba con rapidez. Saga sentía que el alma se le salía al tener a Tora a tan solo centímetros de su rostro y que decir de Tora, este estaba más que perdido en los ojos del otro. Sin ninguna prisa Tora subió su mano a la mejilla de Saga acariciando mientras miraba como el bajista comenzaba a sonrojarse.


- ¿Estas bien?… - pregunto en susurro.

- S-Si…

En definitiva ¡se moría! Y si no era de un ataque lo haría de nervios, como era posible que Tora lo acariciara de esa manera, que le hablara como lo hacía y que se acercara justo como lo estaba haciendo.

No podía aguantarse, no más teniéndolo tendido debajo suyo, se agacho un poco más sin dejar de tomar la mejilla del otro, respirando agitadamente mientras que la respiración del bajista hacia completamente lo mismo, cubriendo con sus cabellos negros parte del rostro del bajista. Y a solo unos milímetros de lograr su cometido Saga se movió, levantándose mientras que se ponía completamente rojo.

- Y-Yo… Yo voy… a preparar la cena… -  y como todo una niña nerviosa y dejando a Tora aun hincado en el suelo se fue de una manera fugaz hacia la cocina, tapándose la boca y abriendo los ojos con sorpresa al pensar que hubiera sucedido si él hubiera besado al pelinegro.

- Idiota… - susurro para sí, levantándose del suelo y volviendo a tomar asiento en el sillón, arrepintiéndose por un momento y a la vez regañándose por no haber continuado.









Gracias por siempre leerme...

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