Vampire Love II ~Capitulo 14~

21:35 *Mony-san* 0 Comments

Capitulo 14
 ~Sexta Noche~

Shou estaba un poco sorprendido Su amigo, Tora se había comportado como un verdadero psicópata, ¡le había arrancado la cabeza! Y prácticamente quería deshacerse de cada pedazo de su cuerpo. Este había sido uno de los momentos en que necesitaba estar mas cuerdo que el pelinegro quien como una verdadera mascota le había seguido hasta donde el mismo camino.

No pudo evitar sonreír, que un suspiro estúpido saliera de sus labios, ¡Como se le ocurría demostrar y traspirar felicidad delante del pelinegro! Pero había sido algo inevitable, había visto al rubio esperándole, recargado en un árbol mirando hacia la luna, tan pacientemente.

Reita por supuesto que sintió la presencia de ambos, la rabia que Tora desprendía de sus pupilas cuando de soslayo le miro. Ahora que se daba cuenta, Shou junto a Tora le provocaba algo de celo.

- No tengo intenciones de pelear contigo, Tora – giro para mirarles directamente, extendiendo una mano hacia Shou para que se acercara. Tora se lo impidió. – Y parece ser que Shou no te conto nada… -

- ¿Que es lo que no me conto? – Alzo un ceja con enojo – ¿Crees que yo te voy a creer cualquier idiotez que me digas? –

- No es cuestión de creer o no, yo no creo tampoco en nada ni en nadie… ni en ti, ni en el mismo Uruha. – Contesto sereno – Yo solo le prometí a Shou que los llevaría y eso hare, no lo hago por ti, sino por él. –

Esta vez al terminar Reita con su comentario apunto a Shou, jalándolo para abrazarle, mirando con aquella sonrisa socarrona a Tora, aquella que el mismo pelinegro odiaba. Pero, que sucedía con esos dos, Tora sabía muy bien los sentimientos de Shou pero nunca supo ni le había importado saber los de Reita. Pensaba que este se aprovechaba en estos momentos, que Reita quería poder manejarlos, entonces, si eso era asi, ¿porque los veía tan unidos?, ¿porque Shou no le llamaba “Reita” como debería de ser?

No entendía, pero tampoco le importaba. Lo único importante para él en estos momentos era su castaño, Saga.

- Confiemos en él, Tora. Si algo sucede yo me hare responsable…

- No es eso Shou, no es cuestión de que alguien se haga responsable o no, por mi puede mentirnos pero sabes cuales serían las consecuencias. – amenazo - Si él me engaña, lo mato.

- Como sea, si no te apuras amanecerá.

Reita rodo los ojos, sabia y le daban ganas de tener una pequeña riña con Tora para partirle si jodida cara, todos los que los conocían hablaban de él afirmando su sangre fría, su manera tan brutal de matar, y eso de cierta forma excitaba al rubio. Pero Shou, ahora su prioridad era él, ahora no podía divertirse tanto sabiendo que de alguna manera le haría preocuparse.

Pero si para no preocuparle tenia que ayudar a Tora, lo haría con gusto, ayudaría en lo que fuera necesario con tal de también ver hundido a Uruha, amigos o no, Reita haría lo que era su propia conveniencia. Era traicionero, con cualquiera, menos con su castaño.

- Reita, tenemos que sacarlo antes de que salga el sol.

- Lo se Shou… – le jalo para abrazarlo - solo déjenmelo a mi, es tan fácil convencer a Uruha cuando se le conoce. –

- No confió para nada en ti. – Tora seguía con la misma actitud.

- Ni pido que lo hagas, ¿nos vamos?

Tora a querer o no, lo siguió, siguió a aquellos que prácticamente para los humanos corrían pero para un simple vampiro solo eran pequeños pasos, salieron a las afueras de la ciudad encontrándose con una casa bastante grande, una tal vez mas grande que la del propio Tora, aquella que tenia una fachada algo, extraña, antigua o antañera, una que tenia siglos sin poder caer. Ahora entendía el porqué.

Reita se detuvo justo antes de llegar a la puerta, señalando una ventana a lo alto.

- Escucha con atención, Tora – advirtió – Tu olor es insoportable y Uruha te descubrirá, quiero que entres a esa habitación, y esperes ahí.

- Me estas diciendo que yo ape…

- ¡Tora! – grito Shou - No es hora para pelear, ve a donde te dijo Reita yo te alcanzare… - A pesar de que el pelinegro gruño, asintió.

- Eso no se va a poder – Intervino el rubio – Tu no te separas de mi, no sabemos si Uruha ya sabe que estamos aquí… Shou tu vienes conmigo y será mas fácil engañarlo.

- Pero…

- Esta bien Shou… – hablo Tora rodando los ojos – Ve con él y yo esperare a que ustedes regresen, no podemos perder mas tiempo. -

Reita asintió llevándose a Shou al interior de la gran casa, Tora se había quedado por un momento visualizando la situación. Era mejor que Reita no hiciera algo estúpido porque lamentaría que Shou se quedara sin un compañero y hasta lamentaría tener que terminar con su propio amigo si este interfería.

De un brinco llego a aquella ventana.

Shou había girado su rostro cuando Reita le guiaba a la entrada de la casa, observando que Tora hiciera caso con su pedimento y al ver que fue asi, suspiro con cansancio, ganando un apretón en sus caderas por parte de su acompañante. Le miro, Reita estaba observándole con una sonrisa tonta, triste, que le provoco enternecer.

- ¿Sucede algo? – pregunto el castaño.

- No, es solo que... – se rio de si mismo por unos segundos – No puedo creer que este pasando esto. –

- ¿Qué?

- Que por fin estés conmigo.

Shou sonrió nervioso, con pena. ¿Por qué Reita era tan asi? Porque siempre le provocaba tantas cosas. Llevo ambas manos al rostro del rubio, acariciándole, acercándose lentamente para poder besarle. ¡Por supuesto que Reita correspondió! despacio, tonto, pero lo hizo, acostumbrándose ante su sorpresa que aquel tipo de besos tan tiernos lo sentiría de ahora en adelante tan seguidos. Un grito les provoco detenerse.

- ¡Largate a dormir entonces! – escucharon a lo lejos, Reita suspiro tomando de la mano a Shou, conduciéndose a la entrada donde una vez abrir se encontraron con un enojado Uruha y un asustado Saga - Me frustras ¡Largo! – Estaba furioso – ¡Tu donde demonios estabas Imbécil!

Pero por supuesto que esa “bienvenida” había ido directamente hacia Reita. En ese momento Saga vio como el rubio tomaba la mano del que se suponía era amigo de Tora. No creía que este lo hubiera traicionado, porque si estaban juntos en casa de Uruha era porque le había traicionado ¿no? porque había preferido seguir al rubio para que Tora estuviera solo ¿no?

Shou por supuesto que había dirigido toda su atención hacia Saga, estaba preocupado y lo sabía, sus ojos le reflejaban una tensión y tristeza mezclada con esa preocupación que sentía por Tora.

- Tenía cosas que hacer, no eres el único que puede salir a buscar carne – contesto el rubio, llamando la atención de todos.

- Entonces ibas enserio con ese… niño. – Aquel gesto de asco hizo enojar a Shou.

- ¡Oye! – Grito ofendido casi gruñendo pero Reita apretó su mano.

- No eres el único que puede divertirse, Uruha. Y si me disculpas, nosotros nos vamos.

Reita tomo a Shou por la cintura acercándose a él, abrazándolo, susurrando algo a su oído, algo que solamente el mismo Shou pudo escuchar “no interfieras”, escucho, tan dulce la voz sobre su oído que no pudo reprochar.

- Tu que esperas aquí ¡Lárgate hasta que cambies de opinión!

Uruha le había gritado a Saga, había apuntado hacia aquellas grandes escaleras ordenándole que se fuera, que buscara cualquier cuarto con tal de que desapareciera de su vista. Estaba colérico, no entendiendo como era que Saga se resistía, que le evitara, que le descartara un pedimento supuestamente respetuoso “Vamos a acostarnos” un claro ejemplo de “Tengamos sexo” porque Uruha quería eso, solamente asi –según él- Saga seria suyo y Tora perdería.

Aquel momento en que Reita observaba como Saga miraba hacia todos lados, sonrió, Uruha se había quedado sentado con las piernas cruzadas tragándose su coraje, dándole esta como una oportunidad de oro, esta era la oportunidad de por lo menos ayudarle a escapar. Pero no había tiempo, el sol estaba a tan solo minutos de salir y Tora estaba encerrado. Chasqueo los dientes.

- Te llevare a alguna habitación – hablo tan de repente el rubio sintiendo la mirada de Uruha a sus espaldas escuchando todo – Y te quedaras ahí hasta que Uruha te permita salir. –

- Pero…

- Yo no repito las cosas dos veces – Reita a pesar de hablarle serio y elevar su voz, internamente tenia una sonrisa plasmada – Sígueme. – ordeno.

En ese momento Uruha se dejo caer en el grande sofá, mirando como los otros tres subían las escaleras y se perdían en las penumbras. Reita aprovecho para incomodar un poco mas a Shou, lo había abrazado por la espalda recargando su mentón a su hombro mientras caminaban, podía sentir la mirada de Saga pero aun asi este no era capaz de producir palabra alguna.

- Saga… ¿estas bien? – pregunto.

- No creo que ahora te importe…

- No estamos en tu contra, y por ende no puedes hablarle a Shou asi… – hablo el rubio con algo de enojo – Tu no puedes seguir con Uruha, yo solo te ayudare a salir de aquí, tu no perteneces a este ambiente, nuestro ambiente… – asi de simple era.

- Porque me ayudarías, además yo no me quiero ir…

- No te ayudo porque quiera – elevo la voz - te ayudo porque Kohara me lo pidió, además, de que me es interesante ver a Tora en acción.

- ¡Tora que tiene que ver con esto!

- Si vuelves a gritar hazte a la idea que de aquí sales muerto.

Saga trago saliva, aquel rostro enfadado del rubio le había asustado, estaba totalmente intimidado, sorprendiéndose del porque Shou no había ni siquiera saltado de sorpresa al casi haberlo dicho cerca de su oído. Lo que no entendía era que hacia Shou con ese rubio y porque aquel cariño entre ambos, o el porque se veían tan bien juntos.

- Perdónalo… - dijo de la nada Shou con voz calmada – él es diferente a ti, no puede controlarse, no es como nosotros… - sonrió.

- No sé de que hablas y no me importa. – contesto Saga.

- Él no entenderá hasta que el mismo Tora se lo explique, asi que no insistas Shou… – Reita intervino fastidiado – y ahora tú, entra en esa habitación y no se te ocurra salir, si es que no quieres morir calcinado a causa del sol. –

Saga obedeció, no quería llevarle la contraria al rubio, aquellos ojos rojo de verdad le intimidaban y cada que escuchaba muerte era tan parecido a las palabras de Tora, lo decían con aquel fervor de felicidad que simplemente a él no le gustaba. Entro a la habitación sin siquiera decir nada.

Shou sonrió cuando escucho un  “No me vuelvas a asustar de esta manera” dentro de la habitación. Claro estaba que se había rencontrado y podía hasta imaginarse la sorpresa de Saga en su rostro.

- Estarán bien… - Susurro Reita sobre su oído sorprendiéndole – Uruha no viene a estos lugares de la casa muy seguido, asi que no tienes de que preocuparte por algún ruido extraño que puedan hacer. – hecho una risita.

- ¿Lo dices por experiencia? – enarco una ceja.

Reita rodo los ojos con una sonrisa, caminando lentamente hacia el lado contrario de aquella habitación. Shou pudo sentir el agarro firme pero sutil de la mano del rubio sobre la suya y a los pocos momentos con un movimiento rápido sus labios sobre su cuello. Esa sensación tan embriagante, aquella manera tan delicada en el otro le comenzaba a volver loco. Caminaban, Shou sentía tropezar en cualquier momento si no es que las manos del otro le abrazaron su cintura por la espalda, pegándolo a su pecho, sintiendo cada vez mas los besos por su nuca.

Reita olfateaba su aroma, aquel tan delicioso que Shou desprendía, su cuerpo, su ropa, su cabello. Si es porque sabía que era Shou, estaba seguro le devoraría al instante. Pero no era eso lo que deseaba ahora, lo único que quería era tenerlo consigo, hacerlo suyo hasta el próximo anochecer.

Shou había entrado a empujones dentro de la habitación desconocida mareándose al instante, el aroma de Reita estaba plasmado en toda ella y por más que quisiera no tomarle atención simplemente no podía. Sintió las manos del otro colarse dentro de su camisa, subir hasta ladearle su cuello, tocando todo su abdomen y pecho con suma delicadeza.

- Hace tanto que te necesito…

Shou trago saliva mientras su cuerpo temblaba. La punta de la lengua del rubio recorrió la extensión de su cuello con lentitud siendo arrojado a la puerta cuando el otro la cerraba. Reita poso una mano sobre la madera justo a un lado del rostro de Shou, acorralándolo, frotando su cuerpo mientras buscaba sus labios, chocando su aliento en ellos solo rozándolos.

- No es el momento… - susurro Shou desviando su mirada.

- Perdóname pero, ya no puedo controlarme…

- N-No podemos… - jadeo – Si algo sucede nosotros… -

No pudo reprimir un gemido, uno ahogado que provoco hasta su misma entrepierna comenzó a vibrar. Los labios de Reita hacían magia en su cuerpo, danzaban por su cuello y mejilla de manera lasciva, con su lengua delineando cada parte, para el, deliciosa.

Reita bajo su mano rosando con la yema de sus dedos cualquier lugar que se atravesara, bajándola mas hasta tocar y masajear sus piernas, subiéndola despacio para que el castaño le abrazase con ella. Y no era momento como para que Shou pudiera reprimir cualquier jadeo o gemido grave. ¡Ya lo habían hecho! Pero aun había “esa” personalidad que Reita por supuesto quería conocer.

- Quiero volverte loco… - gruño Reita sobre su oído adentrando la punta de su lengua, palmeando sus nalgas con un azote de su mano.

- Ya lo hiciste…

Y como si aquellas palabras del rubio le hubiesen dado a entender que “atacase” se arrojó a su cuello, aferrándose, logrando que el otro se tambaleara un poco. Rosaba su excitación con descaro sobre la ropa ajena, adentraba su lengua a la cavidad bucal del otro logrando atragantarle, jalaba su rubio cabello, sentía su cuerpo helado calentarse solo un poco.

- No eres tan sumiso como siempre lo demostraste. – dijo jadeante una vez que el otro se separo, solo sintiendo su respiración en sus labios.

- Aun hay cosas que no conoces de mí…

- Dime una… - rogo con una sonrisa con la mirada llena de placer.

- Puedo follarte si me lo propongo…

Agarro fuertemente a Reita por el cuello de la camisa, caminando, provocando que retrocediera. A pesar de la oscuridad podría ver aquella pasión desbordando por aquellas rojizas pupilas, tan dilatadas y sorprendidas a la vez. Le recostó con fuerza provocando que el rubio se sorprendiera aun más. Gateando por sobre el colchón, sentándose sobre Reita, acomodando cada una de sus rodillas a los costados de sus caderas. Relamió sus labios.

¿Acaso Shou quería matarle? Porque si se lo proponía podría lograrlo. Se estaba volviendo loco, la manera de actuar en Shou le mataría de excitación ¡¡Estaba moviendo sus caderas hacia adelante!! Friccionando sus nalgas sobre su ya notoria erección. Jadeándole, gimiendo sobre sus labios de manera descarada. Shou provocaba que su vista se nublase, que aquella hombría sintiera estallar dentro de pantalón.

- Hagámoslo hasta el cansancio Aki-chan~

- Dios mio…

Reita negó con la cabeza cuando los labios de Shou besaban su cuello, cuando aquellas traviesas manos y dedos jugueteaban con todo su cuerpo, caderas, pecho, abdomen, con toda aquella extensión de piel que pudiese el castaño tocar.

Reita suspiraba cada que Shou le deshacía de sus prendas, delineando sus brazos, su pecho, colando el mismo sus manos bajo la camisa del otro, pellizcando sus pezones, provocándole gemir y retorcerse sobre su cuerpo. Sabía que Shou comenzaba a extasiarse, a suplicar por sus adentros que avanzara más rápido, sabia que su piel quemaba, que sus propias manos al tocarle le quemaban.

Reita giro con brusquedad recostando al otro sobre el colchón, besándole. Shou solo le abrazaba con sus propias piernas, se aferraba a sus cabellos con fuerza. El rubio le embestía aun cuando tenían ropa de por medio. Saboreando cada parte de sus labios, mordiéndole con un colmillo mezclando el sabor metálico con el de su saliva excitándole.

De un momento a otro, Shou empujo al rubio quitándolo de su cuerpo, arrancando prácticamente cualquier prenda de su propio cuerpo. Se había hincado sobre el colchón, llamando al otro con su dedo índice repetidas veces. Recibiéndole para desnudarle desabrochando su pantalón para con su ayuda, arrojarlos a cualquier lugar de la oscura habitación. Reita se estaba volviendo loco, Shou, este Shou le excitaba de sobre manera, provocaba que su sexo cada vez palpitara por atención. Y como si el castaño le hubiese leído la mente, comenzó a masturbarle con delicadeza.

- Akira… - ronroneo sobre su cuello.

Bajo cada vez más besando parte de su piel, su pecho, enterrando sus colmillos para saborearlo sin dejar de masturbarle esta vez mucho mas rápido. El otro solo cerraba uno de sus ojos, haciendo una mueca extraña, suspirando entrecortadamente.

- E-Eres tan maldito…

- Te encanta Akira… - susurro subiendo a sus labios, empujándole hacia el colchón dejándolo recostado una vez mas. Había apretado su miembro con fuerza logrando escuchar un gemido grabe por parte de Reita – Puedo verlo en tu ojos… -

Después de un beso fugas, su lengua se dedico a bajar con lentitud, jugando con su piel, llegando hasta su entre pierna. Delineo la punta con ella tocando sus testículos con la yema de sus dedos.

Reita había sentido un dolor extasiante, la cálida boca del otro, sus colmillos, le estaban estrangulando, pero fue mejor su placer cuando Shou comenzó a succionar con fuerza, tallándole, apretándole tan rico que sentía desfallecer. Le tomo por los cabellos ayudándose a que no se detuviera, que chupara con una desesperación inimaginable al tener su miembro tal vez tocando su garganta. Shou solo gemía ahogadamente, suspiraba cuando succionaba la punta. No podía reprimirse, Reita había tenido el primer orgasmo delicioso de la noche. Y Shou solo había tragado delineando sus labios.

- Me haz sorprendido... – jalo su cabello levantándole – Acabas de ganar que te parta el trasero… - le beso para alejarse un poco después.

Shou se quedo shokeado ante lo que veía. ¡Reita estaba lamiendo sus dedos sin dejar de mirarle! Con lentitud, con aquella sonrisa lasciva que provocaba algo de miedo. Estaba completamente sonrojado, tragando saliva, desviando su mirada cuando Reita le regalaba guiños, cuando, con descaro, delineaba uno de sus dedos con la punta de la lengua.

- Ven aquí cariño… - Shou se acercó lentamente a él, posicionándose sobre sus piernas mientras nervioso le robaba otro beso. – No, quiero que te recargues aquí… - apunto la cabecera de la cama. Obedeció el castaño, rápidamente sintiendo el primer dedo del otro en su interior.

- Rei… e-espera, ahhh…

Reita le ignoro, le había jalado de un pie hacia abajo provocando que su cabeza chocara con los almohadones Comenzaba a empujar tan fuerte como su mano y dedos se lo permitieran, uno segundo y dos mas para cuando Shou comenzaba a gritar. Reita atrapo sus labios subiendo un poco, ayudándose con la otra mano a masturbarle con una velocidad envidiable, adentrando su lengua importándole una mierda si el castaño le mordiese o atragantase a causa de sus propios gemidos.

- Ya… ahhh, deten… - Shou se retorcía cada vez mas, como era posible que los ahora tres cuatro dedos del rubio le hicieran disfrutar tanto. Como era que a pesar de que las unas ligeramente largas del otro aun dañándole por dentro, le provocaban delirar.

- No quieres que me detenga… - susurro sobre su pecho mordiendo lentamente sus pezones, sin dejar de masturbarle, sin dejar de arremeterle con sus dedos – Estas tan dilatado ya, mas duro que un maldito palo… - bajo con su lengua, dando un lengüetazo a su hombría – tan delicioso que eres… -

Sus ojos se abrieron exageradamente, Reita sin siquiera avisarle o advertirle había sacado sus dedos, le había penetrado tan fuerte que un gemido ronco no se hizo esperar, le embestía con tanta fuerza provocándole que su espalda se arquera y sus piernas comenzaran a adormitarse. El rubio mordía su pecho, sus hombros, su cuello, no podía detenerse ahora, no podía dejar de envestirle hasta que su cuerpo se sintiera completamente satisfecho, no hasta que aquella expresión del castaño desapareciera.

Le encantaba ver como se mordía el labio para o gritar, como se aferraba a sus espalda rasguñándole, como las bajaba a los segundos para apretar sus nalgas, para empujarle el mismo y le penetrara hasta el fondo de su cuerpo. Shou mordia una mano y la otra la deslizaba por la espalda de Reita, enterrando sus uñas con fuerza, oliendo la sangre que las heridas desprendían.

- ¡Ahhh!… Dios, Akira…

- Eso… grita mas, excíta-me mas…

- Nhhh Aki… ahhh….

Reita relamía sus labios, los ojos platinados de Shou se habían teñido al mismo color que de sus ojos ¡aun entrecerrados podía verlos! Los amaba, amaba como era que ese color parecido al suyo se tornaran en los grandes ojos de su castaño. Le hacia ver mas sádico, le demostraban más fuerzas cuando el mismo cuerpo de Shou comenzó a moverse, a subir sus caderas rozando su erección con su vientre.

Aquella estrechez estuvo a punto de obligarle a correrse, de tener un orgasmo igual o mejor que el anterior, pero lo retuvo, increíblemente se detuvo en seco, al momento que el castaño se retorcía. Respiraba aceleradamente tratando se besar los labios del otro, lográndolo hacer cuando a los pocos segundo le siguió penetrando, aun asi, después de unos minutos, después de que por bastantes ocasiones hiciera tocar el cielo a Shou, que diera en ese punto de su próstata al salir y entras por completo no lo aguanto mas y de un gemido ronco hacia terminar a Shou, terminando él al sentir la estreches asfixiándole en su interior, recargando su frente en el pecho de otro y este acariciándole. Saliendo de su cuerpo.

- Fue… maravilloso… - rio bobamente girando posiciones, dejando al castaño sobre su cuerpo, acariciando su espalda mientras Shou se acurrucaba a su pecho..

- Eso le dirías a todos…  - Reita levanto su rostro y le miro sin entender.

- ¿Por quién me tomas?

- Te deje tanto tiempo… - levanto su mirada avergonzado pensando muy bien lo que iba a decir, enredó sus brazos sobre el pecho de Reita – no puedo imaginarme como fue que trataste de olvidarte de mi… de sobrellevarlo, digo, no es que yo sea tan importante y las necesidades de un hombre son basta… -

- ¿Por quién me tomas? – repitió una vez mas, interrumpiéndole.

- Solo trato de ser razonable…

- No lo estas siendo, Kohara. – Shou sonrió divertidamente - ¿Ahora que? –

- Nada, es solo que, cuando dices Kohara se escucha a como si me regañases.

Reita negó con una sonrisa tomándolo por la cintura, elevándole un poco hacia arriba hasta que sus rostros quedaran lo bastante cerca, obligándole a soltar un suspiro al hacer fricción con sus entrepiernas.

- Tú, alguna vez trataste de olvidarte de mí, ¿con alguien más?

- Todo fueran tan fácil como eso… - suspiro – no podía. –

- ¿O no querías?

- Siempre te demostré que no quería, que no podía, y que no necesitaba hacerlo. Yo sabía que al igual que tu, esperaría lo suficiente…

- Espere por mucho tiempo…

- Lo se…

Shou contesto despacio, dándole un efusivo beso, aferrándose ahora a su cabello, chocando su lengua con la ajena. El rubio se levanto un poco llevándoselo consigo, sentándolo sobre si. Abrazándolo tan fuerte que provoco una risita burlona en el otro. Ambos se quedaron mirando por un largo rato, sonriendo y acariciando parte de su rostro, regalándose uno que otro fugaz beso en los labios.

- ¿Recordamos los antiguos tiempos? – dijo de repente tomando de sorpresa al castaño.

- ¿Eh?

- Vamos a la tina y tenemos otro round… - susurro – la primera vez que lo hicimos, exactamente eso hicimos. – Shou negó rápidamente - ¡¿Por qué?! –

- Porque hemos pasado la mañana y noche aquí, es tarde Rei, y tenemos que sacar a los otros dos…

- ¡Que se mueran! – Gruño – Quiero un segundo round. -

- Serás terco… - le dio una palmada a las mejillas del otro con ambas manos – vayamos a sacarlos de aquí y te prometo podrás hacer lo que quieras después. –

- ¿Lo que quiera~?

- Si.

Reita sonrió complacido, quitándose a Shou despacio de encima de su cuerpo, levantándose y dándole la mano al otro. Era mas que obvio que le arrastraría a la regadera o a la gran tina que el castaño mantenía en su recamara. Shou ahora se arrepentía de sus palabras, había estado escuchando un “lo que sea” a cada momento, con ese tono juguetón y burlón del rubio. Salieron ambos ya arreglados de la recamara, Reita manteniendo un brazo rodeando la cintura del otro, mirando hacia todos lados, inspeccionando el pasillo con el olfato.

-¿Sucede algo? – pregunto al ver la mueca del otro.

- Si, sucede todo – hizo ademanes mientras Shou le miro sin entender – Odio como huele. ¿Sabes? Tora me jode la existencia. Mejor dejémoslos que se mueran. –

- ¡Reita! – reprendió.

- Ya, está bien, tranquilo. Solo lo hare por ti amor, porque…

- Te amo ¿sabes?

- Si, porque tu me lo pedís… ¡¿Qué?!

¿Había oído mal? si, al parecer asi había sido, Shou nada mas había sonreído al momento que había gritado, y el, tan estúpido no había puesto atención a sus palabras. Solo observo como el castaño de dirigía aun con la sonrisa en sus labios, como sin siquiera tocar abría la puerta que Tora y Saga compartían.

Y por supuesto que se había sentido tan bien decirlo, era como si un peso de su cuerpo desapareciera. Le había dado gracia la reacción de Reita, ¡Lo había tomado tan desprevenido que el pobre aun no lo procesaba! ¿Acaso esas palabras habían sido tan importantes para el rubio? O era que en realidad, esas palabras habían sido mas importantes para si mismo… Abrió la puerta con lentitud al momento que el rubio le tomaba por la cintura.

- ¿Tora? – Vio como su voz había provocado una sonrisa en el mencionado – Pronto anochecerá. -

- Arg~ - Esa había sido la clara voz del rubio quien frunció los labios en  una mueca un tanto extraña. – Te lo dije Shou, odio el olor de este maldito, ¿que diablos hicieron? –

- Lo mismo que hicieron ustedes, estúpido.

Tora en ese momento quiso romper a carcajadas, la cara de Shou a comparación de la de Reita era de total vergüenza al igual que la de Saga. ¿Acaso eran tan evidentes? Shou no podía estar mucho mas rojo para cuando Reita con la ceja alzada de le acerco besando su oreja, susurrándole un puto “lo que yo quiera” pero la risita del rubio de corto abruptamente. Al parecer era tiempo se estaba acabando.

- Maldición… - alarmo a los demás - despertó a pesar de que es tan temprano. – Tora miro suplicante a Shou – Supongo es hora de salir de aquí, andando… -

Saga se había alarmado y Tora solo trataba de tranquilizarlo, suponían que este seria un momento extremo uno donde el castaño no podría salir tan librado. Reita había reído por sus adentros, ¡de verdad le encantaba esa cara asustadiza y preocupada en Tora! Pero “Ash~” como burlarse si Shou le miraba tan… intensamente, con una preocupación enorme.

- Todo estará bien… - ánimo a su pareja ganándose un beso ligero en los labios, antes de escuchar un de tos tantos típicos gritos fastidiosos desde la planta baja de la casa.




Gracias por siempre leerme...

0 comentarios: